Todavía recuerdo cuando mi abuela transformaba el puré de papas que sobraba de la cena familiar en estas deliciosas tortitas crujientes. El aroma a mantequilla derretida y queso parmesano llenaba la cocina mientras ella preparaba este tesoro culinario que nos hacía olvidar que estábamos comiendo “sobras”. Desde entonces, estas tortitas se convirtieron en un plato que preparamos con intención, no solo como una forma de aprovechar las sobras.
Comienza tomando un recipiente grande donde combinarás el puré de papas sobrante, el queso parmesano rallado, el cebollín finamente picado y la harina. Incorpora el huevo, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, sal y pimienta. Si deseas un toque fresco, añade también el perejil picado. Mezcla todos los ingredientes hasta que estén bien integrados; la consistencia debe permitirte formar las tortitas sin que se desmoronen.
Ahora es momento de dar forma a tu mezcla. Con las manos ligeramente humedecidas para evitar que la masa se pegue, toma aproximadamente 1/4 de taza de la mezcla y moldéala suavemente hasta formar una tortita. Asegúrate de compactarla bien para que no se desintegre durante la cocción. Repite este paso hasta utilizar toda la mezcla, formando varias tortitas.
En una sartén grande, vierte el aceite de oliva o derrite la mantequilla a fuego medio. El objetivo es que esté lo suficientemente caliente para dorar las tortitas, pero no tanto que las queme. Puedes verificar la temperatura adecuada dejando caer una pequeña cantidad de la mezcla; si burbujea alrededor de inmediato, está lista.
Con cuidado, coloca las tortitas en la sartén, dejando suficiente espacio entre ellas. Esto garantizará una cocción uniforme. Fríelas durante unos 4-5 minutos por cada lado hasta que estén doradas y crujientes. Durante este proceso, tu cocina se inundará de aromas irresistibles que harán rugir los estómagos de todos en casa.
Una vez que tus tortitas estén doradas y crujientes, retíralas de la sartén y colócalas sobre un plato con papel absorbente. Este paso ayudará a eliminar el exceso de aceite, manteniendo las tortitas ligeras y no grasosas.