Paso 1: Preparar la Base de Brownie

1. Precalentar el horno: Ajusta la temperatura a 175°C (350°F). Este paso es fundamental para asegurar una cocción uniforme de tu brownie. Un horno bien precalentado garantiza que la base quede perfectamente cocida: firme por fuera pero aún húmeda en el interior.
2. Preparar el molde: Engrasa generosamente un molde desmontable de 23 cm (9 pulgadas). Luego, corta un círculo de papel de hornear y colócalo en el fondo del molde. Esta técnica de doble protección asegura que tu postre se desmolde sin problemas, manteniendo intacta su presentación.
3. Mezclar la masa del brownie: En un recipiente mediano, combina la mezcla para brownies, el aceite, el agua y los 2 huevos. Mezcla suavemente con movimientos envolventes hasta obtener una masa homogénea sin grumos. No batas en exceso, ya que esto podría incorporar demasiado aire y afectar la textura densa característica del brownie.
4. Hornear: Vierte la masa en el molde preparado, asegurándote de extenderla uniformemente. Introduce en el horno y hornea durante 15 minutos, o hasta que la superficie esté firme al tacto pero el interior permanezca ligeramente húmedo. Este prehorneado parcial es crucial: la base debe estar lo suficientemente cocida para soportar la capa de queso, pero no completamente horneada.

Paso 2: Preparar la Capa de Tarta de Queso

Creación de la Base Cremosa

1. Batir el queso crema: Mientras se hornea el brownie, coloca el queso crema en un recipiente grande. Utilizando una batidora eléctrica (o batidora de mano), bate a velocidad media hasta obtener una textura ligera y esponjosa. Para conseguir una mezcla perfectamente suave, asegúrate de que el queso esté completamente a temperatura ambiente.
2. Añadir azúcar y harina: A continuación, incorpora gradualmente el azúcar y la harina, batiendo a velocidad baja después de cada adición. Este método garantiza una integración perfecta sin grumos. La pequeña cantidad de harina actúa como estabilizante, por lo tanto contribuye a prevenir grietas durante el horneado.

Incorporación de Sabores y Textura

3. Combinar con vainilla y crema agria: Posteriormente, añade el extracto de vainilla y la crema agria, mezclando hasta conseguir una textura homogénea. La crema agria no solo aporta un sutil toque de acidez que equilibra la dulzura, sino que también contribuye a la humedad y suavidad de la tarta.
4. Incorporar el huevo: Este paso es crucial: agrega el huevo y mezcla a mano con una espátula de silicona. Evita batir para no incorporar burbujas de aire que podrían causar grietas durante el horneado. En cambio, realiza movimientos envolventes, asegurándote de que el huevo quede perfectamente integrado.
5. Verter sobre el brownie: Finalmente, saca el brownie parcialmente horneado del horno y vierte la mezcla de queso uniformemente sobre él. Con una espátula, alisa suavemente la superficie para eliminar cualquier burbuja de aire y, como resultado, crear una capa perfectamente nivelada.

Paso 3: Hornear y Enfriar

Proceso de Horneado Controlado

1. Reducir la temperatura: En primer lugar, baja la temperatura del horno a 160°C (325°F). Este horneado a menor temperatura permite una cocción más lenta y uniforme de la capa de queso, evitando así que se cocine demasiado rápido por fuera mientras el centro permanece crudo.
2. Hornear la tarta completa: Después de ajustar la temperatura, introduce el molde nuevamente en el horno y hornea durante aproximadamente 45 minutos. La tarta estará lista cuando los bordes estén ligeramente dorados y firmes, sin embargo, el centro aún debe conservar un ligero temblor al mover suavemente el molde.

Técnica de Enfriamiento Gradual

3. Primera fase de enfriamiento: Este método es el secreto para una tarta sin grietas. Por consiguiente, apaga el horno pero mantén la puerta cerrada durante 20 minutos. Durante esta etapa, la tarta comienza a estabilizarse gradualmente sin sufrir cambios bruscos de temperatura.
4. Segunda fase de enfriamiento: A continuación, entreabre ligeramente la puerta y deja que la tarta continúe enfriándose dentro del horno durante 30 minutos adicionales. Este enfriamiento progresivo previene el choque térmico que, a menudo, causa las temidas grietas en la superficie.

Refrigeración Final

5. Enfriamiento a temperatura ambiente: Posteriormente, retira la tarta del horno y déjala enfriar completamente sobre una rejilla. Es esencial permitir que alcance la temperatura ambiente de manera natural antes de pasar al siguiente paso.
6. Refrigeración completa: Por último, cúbrela ligeramente con papel film sin tocar la superficie y refrigera durante 2-3 horas, idealmente toda la noche. La paciencia en este paso es, sin duda, recompensada con un sabor y textura perfectos cuando finalmente degustes este manjar.

Paso 4: Toques Finales

Preparación de la Cobertura

1. Montar la nata: Para comenzar, coloca un recipiente frío (puedes enfriarlo previamente en el congelador durante 10 minutos) y vierte la taza restante de nata para montar. Luego, añade el azúcar glas y bate a velocidad alta hasta conseguir picos firmes. Indudablemente, el secreto para una nata perfectamente montada es utilizar todos los ingredientes bien fríos.

Presentación y Decoración

 

2. Desmoldar con cuidado: Una vez refrigerada la tarta, desliza cuidadosamente un cuchillo fino alrededor del borde para separarla del molde. A continuación, libera el cierre del molde desmontable y, con delicadeza, retira el aro metálico.
3. Montar en plato de servicio: Seguidamente, transfiere la tarta a un plato de servir elegante, preferentemente plano y con suficiente espacio alrededor para facilitar el corte posterior.
4. Aplicar las coberturas: Por último, decora artísticamente con la nata montada, ya sea extendiéndola por toda la superficie o, alternativamente, creando rosetones alrededor del borde. Para el toque final, baña con salsa de chocolate tibia o ganache, permitiendo que caiga elegantemente por los bordes. Si lo deseas, además puedes coronar con frutos rojos frescos o virutas de chocolate para añadir color y textura contrastante.