Durante mis años universitarios, vivía con tres compañeras de cuarto que tenían horarios completamente diferentes. Una trabajaba de madrugada, otra estudiaba hasta altas horas, y la tercera tenía clases vespertinas. Encontrar un momento para cocinar juntas parecía imposible, hasta que descubrí estos tacos de pollo en olla de cocción lenta. Simplemente preparaba todo por la mañana, y cuando cada una llegaba a casa, encontraba una cena deliciosa y lista para servir.
Esta receta se convirtió en nuestro salvavidas culinario. La simplicidad de los ingredientes, combinada con la versatilidad de los acompañamientos, permite que cada persona personalice sus tacos según sus preferencias. Además, el aroma que llena la casa durante la cocción crea esa sensación acogedora de hogar que todos buscamos después de un día agitado.
Primero, combina la salsa mexicana con el sazonador para tacos directamente en tu olla de cocción lenta. Mezcla completamente hasta lograr una consistencia uniforme. Esta base líquida proporcionará tanto humedad como sabor durante todo el proceso de cocción.
Seguidamente, coloca las pechugas de pollo sobre la mezcla de salsa, asegurándote de que queden parcialmente cubiertas por el líquido. Programa la olla en temperatura alta durante 3 horas o baja durante 6 horas. Para obtener resultados óptimos, recomiendo la cocción lenta, ya que produce carne más jugosa y tierna.
Una vez transcurrido el tiempo de cocción, retira cuidadosamente el pollo de la olla. Utilizando dos tenedores, deshebra la carne en hebras finas y uniformes. Posteriormente, devuelve el pollo deshebrado a la olla y mezcla con el cilantro picado y el jugo de lima fresco. Esta combinación final añade frescura y equilibra la intensidad de los sabores.
Calienta las tortillas en una sartén seca durante 30 segundos por lado hasta que estén flexibles y ligeramente doradas. Alternativamente, envuélvelas en papel húmedo y caliéntalas en el microondas durante 30 segundos. Las tortillas tibias mejoran significativamente la experiencia de comer.
Coloca una porción generosa de pollo en el centro de cada tortilla. Añade el queso inmediatamente sobre el pollo caliente para que se derrita ligeramente. Finalmente, corona con los acompañamientos elegidos, recordando no sobrecargar para mantener la integridad estructural del taco.
Combina todos los ingredientes base la noche anterior y refrigera en un recipiente hermético. Por la mañana, simplemente transfiere todo a la olla de cocción lenta y programa el temporizador. Esta técnica resulta especialmente útil para días ocupados o cuando planificas llegar tarde a casa.
El pollo cocido y deshebrado se congela perfectamente durante hasta 3 meses. Congela en porciones familiares dentro de bolsas herméticas, añadiendo un poco del líquido de cocción para mantener la humedad. Descongela completamente antes de recalentar para mejores resultados.
Las sobras de pollo funcionan excelentemente en quesadillas, ensaladas, sopas o bowls de arroz. Mantén el pollo refrigerado hasta 4 días, recalentando suavemente con un poco de caldo o agua para restaurar la jugosidad original.
La temperatura interna del pollo debe alcanzar 74°C (165°F) para garantizar la seguridad alimentaria. Sin embargo, en la olla de cocción lenta, generalmente se supera esta temperatura, resultando en carne que se deshace fácilmente. Evita levantar la tapa durante la cocción, ya que esto libera vapor y prolonga el tiempo necesario.
Si el líquido se reduce excesivamente durante la cocción, añade un poco de caldo de pollo tibio. Por el contrario, si queda demasiado líquido al final, retira el pollo y reduce la salsa en una sartén a fuego medio durante algunos minutos antes de mezclar nuevamente.