La primera vez que preparé esta sopa de pescado con coco y lima fue después de un viaje al sudeste asiático. Los aromas cítricos mezclados con el coco me transportaron inmediatamente a aquellas playas de arena blanca donde los pescadores locales preparaban sus caldos aromáticos al atardecer. Desde entonces, este plato se ha convertido en mi recurso favorito para traer un toque de frescura tropical a cualquier día gris. Sus sabores equilibrados entre lo cremoso, ácido y umami crean una experiencia sensorial extraordinaria que sorprende incluso a quienes no son aficionados al pescado.
Calienta el aceite de oliva en una olla grande a fuego medio. Añade la cebolla picada y cocínala hasta que esté suave y translúcida, aproximadamente 4 minutos. Durante este tiempo, remueve ocasionalmente para evitar que se dore demasiado.
A continuación, incorpora el ajo y el jengibre rallado. Cocina por un minuto más hasta que liberen su aroma característico. Este paso es crucial, ya que estos ingredientes forman la base aromática de nuestra sopa.
Seguidamente, agrega el pimiento rojo en tiras y continúa la cocción durante 2-3 minutos adicionales hasta que comience a ablandarse ligeramente. El pimiento aportará color y un sutil dulzor al conjunto.
Vierte la leche de coco y el caldo de pescado en la olla, mezclando bien para integrar todos los ingredientes. Añade también la salsa de pescado y la salsa de soja, que aportarán profundidad y ese toque umami tan característico de la cocina asiática.
Lleva la mezcla a ebullición suave y luego reduce el fuego para mantener un ligero burbujeo. Deja que el caldo se cocine a fuego lento durante unos 10 minutos para que los sabores se desarrollen plenamente y los aromas se integren.
Durante este tiempo, la sopa reducirá ligeramente y tomará un color más intenso. Los sabores se concentrarán, creando una base perfecta para el pescado y los ingredientes frescos que añadiremos después.
Con el caldo ya preparado, añade los trozos de pescado blanco y los tomates cherry. Es importante mantener un hervor muy suave, casi imperceptible, para que el pescado se cocine delicadamente sin deshacerse.
Cocina durante 5-7 minutos o hasta que el pescado se desmenuce fácilmente con un tenedor pero mantenga su forma. La cocción suave garantiza que el pescado quede jugoso y tierno.
Incorpora las espinacas baby y remueve gentilmente hasta que se marchiten, lo que tomará apenas un minuto. Para finalizar, añade el zumo y la ralladura de lima, que aportarán frescura y un contrapunto ácido perfecto a la cremosidad del coco.
Ajusta la sazón con sal y pimienta según tu gusto personal. Si buscas un toque picante, este es el momento de añadir las rodajas de chile tailandés.