Descubrí esta receta durante un invierno particularmente frío cuando buscaba algo que combinara mi amor por la lasaña con la calidez de una sopa. La primera vez que la preparé fue para una cena improvisada con amigos que llegaron empapados por la lluvia. Mientras disfrutábamos de esta cremosa delicia, el ambiente se transformó por completo. Desde entonces, esta sopa se ha convertido en mi salvavidas para esas noches en que necesito algo reconfortante pero sin el tiempo que requiere una lasaña tradicional.
¿Por qué te enamorarás de esta receta?
Esta sopa de lasaña blanca tiene todo para conquistarte. Primero, ofrece todos los sabores reconfortantes de una lasaña tradicional pero en forma de sopa cremosa y satisfactoria. Además, se prepara en una fracción del tiempo que requeriría una lasaña al horno. Por otra parte, el contraste entre la cremosidad de la base, la textura de la pasta y la frescura de las espinacas crea una experiencia culinaria completa. Finalmente, es una receta muy versátil que puedes adaptar según los ingredientes que tengas a mano.

Ingredientes que necesitarás
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla mediana, picada en cubitos
- 3 dientes de ajo, picados finamente
- 6 tazas de caldo de pollo
- 2 tazas de pollo cocido, desmenuzado
- 225 gramos de pasta de lasaña, rota en pedazos
- 1 taza de crema espesa (nata para cocinar)
- 1 taza de queso ricotta
- 2 tazas de espinacas baby
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1 cucharadita de albahaca seca
- Sal y pimienta al gusto
- Queso parmesano rallado (para decorar)
- Perejil fresco (para decorar, opcional)
¿Cuánto tiempo necesitarás?
Esta deliciosa Sopa de Lasaña Blanca toma aproximadamente 15 minutos para preparar y otros 15-20 minutos para cocinar, haciendo un total de unos 30-35 minutos desde el inicio hasta el final. ¡Es rápida, reconfortante y perfecta para una comida acogedora!
Instrucciones paso a paso
1. Saltea la cebolla y el ajo
En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Una vez que esté caliente, añade la cebolla picada y saltéala durante unos 5 minutos hasta que se vuelva translúcida. Luego, incorpora el ajo picado y cocina durante 1-2 minutos más, removiendo frecuentemente hasta que percibas ese delicioso aroma a ajo que invade toda la cocina.
2. Añade el caldo y la pasta
Ahora, vierte el caldo de pollo y llévalo a ebullición. Una vez que esté burbujeando, añade los trozos de pasta de lasaña. Cocínalos según las instrucciones del paquete, lo que generalmente toma entre 8-10 minutos, hasta que estén al dente. No olvides remover ocasionalmente para evitar que se peguen entre sí y se formen grumos indeseados.
3. Incorpora los ingredientes cremosos
Después de que la pasta esté cocida, incorpora el pollo desmenuzado, la crema espesa, el queso ricotta, las espinacas baby, el orégano seco y la albahaca seca. Cocina todo junto durante 2-3 minutos adicionales, permitiendo que las espinacas se marchiten ligeramente y que la sopa se caliente uniformemente. La consistencia debería ser cremosa e invitadora, con el queso ricotta parcialmente derretido creando una textura única.
4. Sazona y sirve
Finalmente, sazona tu sopa con sal y pimienta al gusto. Sírvela caliente y, como toque final, espolvorea un poco de queso parmesano rallado por encima. Si lo deseas, también puedes añadir perejil fresco picado para darle un sabor extra y un toque de color que contraste con la cremosidad blanca. ¡Disfruta de tu reconfortante plato de Sopa de Lasaña Blanca!
Sugerencias para servir
Esta sopa queda maravillosamente bien acompañada de una rebanada de pan de ajo crujiente para mojar en la cremosa mezcla. También puedes servir una ensalada verde sencilla aliñada con vinagreta balsámica para contrastar con la riqueza de la sopa. Para una presentación más elegante, sirve la sopa en tazones individuales y coloca una cucharada pequeña de ricotta fresca en el centro, junto con el parmesano rallado y unas hojas de albahaca fresca.
Variaciones de la receta
La versatilidad de esta sopa te permite personalizarla según tus preferencias. Para una versión vegetariana, simplemente omite el pollo y usa caldo de verduras en lugar de caldo de pollo. Si buscas más verduras, puedes añadir champiñones salteados, zucchini o pimientos rojos asados. Para un toque más decadente, incorpora un poco de queso mozzarella rallado junto con el parmesano. También puedes experimentar con hierbas frescas como tomillo o romero para darle un perfil de sabor diferente.
Consejos para preparar con anticipación
Esta sopa es perfecta para preparar componentes con anticipación. Puedes cocinar la base de cebolla y ajo, y desmenuzar el pollo el día anterior. Cuando estés listo para servir, simplemente calienta la base, añade el caldo y continúa con la receta. Sin embargo, te recomiendo añadir la pasta justo antes de servir para evitar que absorba demasiado líquido y se vuelva demasiado blanda. Si planeas tener sobras, considera guardar la pasta por separado y añadirla al recalentar la sopa.
Notas del chef
La clave para una sopa de lasaña blanca perfecta está en el equilibrio entre la cremosidad y la textura de los ingredientes. No cocines demasiado la pasta para mantener ese punto al dente que hace que cada bocado sea interesante.
Para un sabor más intenso, considera usar un caldo de pollo casero o, si tienes tiempo, rostiza los huesos de pollo antes de hacer el caldo para darle profundidad al sabor.
Si usas espinacas congeladas en lugar de frescas, descongélalas y escúrrelas bien antes de añadirlas para evitar que diluyan la sopa.
Un truco profesional es frotar un diente de ajo crudo en el interior del tazón antes de servir la sopa. Esto aporta un sutil aroma a ajo fresco que eleva toda la experiencia gastronómica.
Esta sopa suele espesar al enfriarse debido a la pasta que continúa absorbiendo líquido. Si la recalientas al día siguiente, es posible que necesites añadir un poco más de caldo o leche para recuperar la consistencia deseada.

Preguntas frecuentes
¿Puedo usar otro tipo de pasta en lugar de lasaña?
¡Absolutamente! Aunque la pasta de lasaña rota le da ese auténtico sabor a “lasaña”, puedes sustituirla por farfalle (moños), penne o incluso fideos anchos tipo tagliatelle. Solo asegúrate de ajustar el tiempo de cocción según el tipo de pasta que elijas.
¿Cómo puedo espesar más la sopa si me gusta muy cremosa?
Si prefieres una consistencia más espesa, puedes añadir una cucharada de harina cuando estés salteando la cebolla y el ajo, creando una especie de roux antes de añadir el caldo. Otra opción es reducir ligeramente la cantidad de caldo o aumentar la proporción de crema y queso ricotta.
¿Se puede congelar esta sopa?
Esta sopa se puede congelar, pero ten en cuenta que las sopas con lácteos y pasta tienden a cambiar de textura al descongelarse. Si planeas congelarla, te recomiendo hacerlo sin la pasta y añadirla fresca al recalentar. También puedes notar que la parte cremosa puede separarse ligeramente; un buen batido mientras se recalienta ayudará a restaurar su cremosidad.
¿Puedo usar pollo crudo en lugar de cocido?
Sí, puedes usar pollo crudo. En ese caso, córtalo en trozos pequeños y saltéalo antes de añadir la cebolla y el ajo. Asegúrate de que esté completamente cocido antes de continuar con el resto de la receta. Otra opción es cocinar el pollo directamente en el caldo antes de añadir la pasta.
PrintSopa de Lasaña Blanca
Descubrí esta receta durante un invierno particularmente frío cuando buscaba algo que combinara mi amor por la lasaña con la calidez de una sopa. La primera vez que la preparé fue para una cena improvisada con amigos que llegaron empapados por la lluvia. Mientras disfrutábamos de esta cremosa delicia, el ambiente se transformó por completo. Desde entonces, esta sopa se ha convertido en mi salvavidas para esas noches en que necesito algo reconfortante pero sin el tiempo que requiere una lasaña tradicional.
- Prep Time: 15 minutos
- Cook Time: 20 minutos
- Total Time: 35 minutos
- Yield: 6 porciones 1x
- Category: Sopa
- Method: Cocción en olla
- Cuisine: Italiana/Fusión
Ingredients
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla mediana, picada en cubitos
- 3 dientes de ajo, picados finamente
- 6 tazas de caldo de pollo
- 2 tazas de pollo cocido, desmenuzado
- 225 gramos de pasta de lasaña, rota en pedazos
- 1 taza de crema espesa (nata para cocinar)
- 1 taza de queso ricotta
- 2 tazas de espinacas baby
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1 cucharadita de albahaca seca
- Sal y pimienta al gusto
- Queso parmesano rallado (para decorar)
- Perejil fresco (para decorar, opcional)
Instructions
En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Una vez que esté caliente, añade la cebolla picada y saltéala durante unos 5 minutos hasta que se vuelva translúcida. Luego, incorpora el ajo picado y cocina durante 1-2 minutos más, removiendo frecuentemente hasta que percibas ese delicioso aroma a ajo que invade toda la cocina.
Ahora, vierte el caldo de pollo y llévalo a ebullición. Una vez que esté burbujeando, añade los trozos de pasta de lasaña. Cocínalos según las instrucciones del paquete, lo que generalmente toma entre 8-10 minutos, hasta que estén al dente. No olvides remover ocasionalmente para evitar que se peguen entre sí y se formen grumos indeseados.
Después de que la pasta esté cocida, incorpora el pollo desmenuzado, la crema espesa, el queso ricotta, las espinacas baby, el orégano seco y la albahaca seca. Cocina todo junto durante 2-3 minutos adicionales, permitiendo que las espinacas se marchiten ligeramente y que la sopa se caliente uniformemente. La consistencia debería ser cremosa e invitadora, con el queso ricotta parcialmente derretido creando una textura única.
Finalmente, sazona tu sopa con sal y pimienta al gusto. Sírvela caliente y, como toque final, espolvorea un poco de queso parmesano rallado por encima. Si lo deseas, también puedes añadir perejil fresco picado para darle un sabor extra y un toque de color que contraste con la cremosidad blanca. ¡Disfruta de tu reconfortante plato de Sopa de Lasaña Blanca!
Notes
La clave para una sopa de lasaña blanca perfecta está en el equilibrio entre la cremosidad y la textura de los ingredientes. No cocines demasiado la pasta para mantener ese punto al dente que hace que cada bocado sea interesante.
Para un sabor más intenso, considera usar un caldo de pollo casero o, si tienes tiempo, rostiza los huesos de pollo antes de hacer el caldo para darle profundidad al sabor.
Si usas espinacas congeladas en lugar de frescas, descongélalas y escúrrelas bien antes de añadirlas para evitar que diluyan la sopa.
Un truco profesional es frotar un diente de ajo crudo en el interior del tazón antes de servir la sopa. Esto aporta un sutil aroma a ajo fresco que eleva toda la experiencia gastronómica.
Esta sopa suele espesar al enfriarse debido a la pasta que continúa absorbiendo líquido. Si la recalientas al día siguiente, es posible que necesites añadir un poco más de caldo o leche para recuperar la consistencia deseada.
Nutrition
- Serving Size: 1 1/2 tazas (aproximadamente 375ml)
- Calories: 480
- Sugar: 3g
- Sodium: 650mg
- Fat: 28g
- Saturated Fat: 14g
- Unsaturated Fat: 12g
- Trans Fat: 0g
- Carbohydrates: 35g
- Fiber: 2g
- Protein: 22g
- Cholesterol: 110mg