Durante mis viajes por la costa italiana, descubrí que las sardinas no tienen por qué ser intimidantes. De hecho, esta receta nació de una experiencia en un pequeño restaurante de Cinque Terre, donde el chef transformó este humilde pescado en una obra maestra culinaria. Ahora, cada vez que preparo estas sardinas empanizadas, revivo esos momentos mágicos frente al Mediterráneo.
Primero, combina todos los ingredientes de la costra italiana en un tazón mediano. Mezcla bien hasta obtener una textura uniforme. Posteriormente, extiende esta mezcla sobre un plato pequeño para facilitar el empanizado.
En otro tazón pequeño, mezcla la cebolla roja, el chile y el perejil. Reserva esta mezcla aromática para el toque final.
Seca completamente las sardinas con papel absorbente. Este paso resulta crucial para lograr una costra perfecta. Seguidamente, espolvorea ambos lados de cada sardina con sal y pimienta. Finalmente, aplica el pimentón ahumado únicamente sobre el lado de la piel.
Presiona firmemente solo el lado de la carne contra las migas de pan. No es necesario que se cubra completamente; esto es exactamente lo que buscamos. Coloca cada sardina sobre un plato con el lado empanizado hacia arriba.
Calienta el aceite en una sartén antiadherente grande a fuego medio-alto. Una vez caliente, coloca las sardinas con la piel hacia abajo. Cocina durante exactamente 60 segundos. Después, voltea cuidadosamente y cocina el lado empanizado durante 90 segundos hasta lograr un dorado perfecto.
Retira las sardinas de la sartén y colócalas en el plato de servir con la costra hacia arriba. Inmediatamente, espolvorea la mezcla de cebolla, chile y perejil. Para culminar, vierte el aceite caliente restante sobre las sardinas. ¡Disfruta de ese delicioso chisporroteo!
Sirve inmediatamente con crostini tostados para crear la tostada de sardinas definitiva. Acompaña con una ensalada fresca de rúcula y tomates cherry para equilibrar los sabores intensos.
El tamaño de las sardinas puede variar considerablemente. Si utilizas sardinas más grandes, simplemente reduce la cantidad para mantener las porciones adecuadas para dos personas. La clave está en elegir filetes de grosor similar para una cocción uniforme.
El pan rallado japonés panko es fundamental para lograr esa textura extra crujiente. Puedes encontrarlo en la sección de productos asiáticos de la mayoría de supermercados. Si no lo consigues, sustituye con pan rallado regular, aunque el resultado será ligeramente diferente.
Los piñones aportan una textura y sabor únicos que complementan perfectamente las sardinas. Para tostarlos, utiliza una sartén pequeña sin aceite a fuego medio. Mueve constantemente hasta que estén dorados y aromáticos. Retira inmediatamente del fuego para evitar que se quemen.
Las anchoas no aportan sabor a pescado, sino una profundidad salada incomparable. Actúan como potenciador natural del sabor, muy superior a la sal común. Si utilizas pasta de anchoas, usa 3/4 de cucharadita.