La primera vez que probé esta combinación de pollo cajún con salsa blanca de Alabama fue durante un viaje por el sur de Estados Unidos. Aquel sabor intenso y picante del pollo, contrastado con la cremosidad refrescante de la salsa, quedó grabado en mi memoria culinaria para siempre. Tras regresar a casa, pasé semanas perfeccionando mi propia versión hasta lograr ese equilibrio perfecto entre especias, fuego y cremosidad. Desde entonces, esta receta se ha convertido en la favorita de nuestras reuniones familiares de verano, donde todos esperan ansiosamente el momento en que el aroma de las especias cajún comienza a elevarse desde la parrilla.
Author:Maria
Prep Time:15 minutos
Cook Time:15 minutos
Total Time:30 minutos
Yield:4 porciones 1x
Category:Plato Principal
Method:Parrilla
Cuisine:Americana
Ingredients
Scale
Para el pollo cajún:
4 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de condimento cajún
1 cucharadita de pimentón ahumado
1/2 cucharadita de ajo en polvo
1/2 cucharadita de cebolla en polvo
1/4 cucharadita de pimienta de cayena (ajustar al gusto)
Sal y pimienta al gusto
1 cucharada de zumo de limón fresco
Para la salsa blanca de Alabama:
1 taza de mayonesa
2 cucharadas de vinagre de sidra de manzana
1 cucharada de mostaza Dijon
1 cucharadita de zumo de limón
1/2 cucharadita de ajo en polvo
1/2 cucharadita de cebolla en polvo
1/4 cucharadita de pimienta de cayena
Sal y pimienta negra al gusto
1 cucharada de perejil fresco picado (opcional, para decorar)
Instructions
Preparación del pollo cajún
Precalentamiento de la parrilla: Comienza precalentando la parrilla a fuego medio-alto, aproximadamente 200°C. Este paso es fundamental para lograr esas marcas de parrilla perfectas y sellar los jugos dentro del pollo.
Mezcla de especias: En un recipiente pequeño, combina el condimento cajún, pimentón ahumado, ajo en polvo, cebolla en polvo, pimienta de cayena, sal y pimienta. La mezcla debería tener un color rojizo intenso gracias al pimentón y las especias cajún.
Preparación del pollo: Frota las pechugas de pollo con aceite de oliva, asegurándote de cubrirlas completamente. El aceite ayudará a que las especias se adhieran mejor y evitará que el pollo se pegue a la parrilla.
Aplicación de especias: Con generosidad, aplica la mezcla de especias sobre ambos lados de las pechugas, presionando ligeramente para que se adhieran bien. Para potenciar los sabores, exprime el zumo de limón fresco sobre el pollo ya condimentado.
Marinado breve: Deja que el pollo repose con las especias durante 10-15 minutos a temperatura ambiente. Este tiempo permite que los sabores comiencen a penetrar en la carne sin necesidad de un marinado prolongado.
Proceso de cocción en la parrilla
Colocación en la parrilla: Dispón las pechugas de pollo sobre la parrilla ya caliente, escuchando ese satisfactorio siseo inicial que indica que la temperatura es perfecta para marcar la carne.
Tiempo de cocción: Cocina las pechugas durante 6-7 minutos por cada lado, dependiendo del grosor. Para mayor precisión, utiliza un termómetro de cocina y asegúrate de que la temperatura interna alcance los 75°C, garantizando una cocción segura sin resecar la carne.
Reposo de la carne: Una vez cocinado, retira el pollo de la parrilla y déjalo reposar sobre una tabla de cortar durante unos 5 minutos antes de servir. Este paso crucial permite que los jugos se redistribuyan por toda la carne, asegurando que cada bocado sea jugoso.
Elaboración de la salsa blanca de Alabama
Combinación de ingredientes: En un recipiente mediano, mezcla la mayonesa, vinagre de sidra de manzana, mostaza Dijon y zumo de limón hasta obtener una base cremosa y uniforme. La combinación de estos ingredientes crea esa característica acidez balanceada propia de la salsa de Alabama.
Incorporación de especias: Añade el ajo en polvo, cebolla en polvo, pimienta de cayena, sal y pimienta negra. Bate enérgicamente hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados y la salsa tenga una consistencia suave.
Reposo de la salsa: Para permitir que los sabores se armonicen, refrigera la salsa durante 15-20 minutos antes de servir. Durante este tiempo, los sabores se fusionarán, creando una complejidad de matices que complementará el picante del pollo.
Presentación final del plato
Corte del pollo: Si lo prefieres, puedes cortar las pechugas en diagonal para crear porciones más manejables y también para mostrar el interior jugoso y perfectamente cocinado.
Montaje: Coloca el pollo en un plato de servir y vierte generosamente la salsa blanca por encima, dejando que se deslice por los lados, o sírvela en un recipiente aparte para que cada comensal pueda añadir la cantidad deseada.
Toque final: Espolvorea con perejil fresco picado para añadir un toque de color y frescura que contrasta bellamente con los tonos tostados del pollo y la blancura de la salsa.
Notes
Nivel de picante: Para una versión más suave, reduce la cantidad de pimienta de cayena tanto en el rub del pollo como en la salsa blanca.
Alternativa sin parrilla: Si no dispones de una parrilla, puedes utilizar una plancha de cocina o hornear el pollo en el horno a 200°C durante 20-25 minutos. Aunque el sabor ahumado de la parrilla no estará presente, las especias seguirán aportando un sabor delicioso.
Variación herbácea: Añade hierbas como tomillo o cilantro tanto al condimento como a la salsa para conseguir un toque fresco y diferente.
Conservación: El pollo sobrante puede guardarse refrigerado hasta 3 días y utilizarse en ensaladas o sándwiches. La salsa se mantiene en buen estado hasta 5 días en el refrigerador en un recipiente hermético.
Truco para pechugas jugosas: Si tus pechugas de pollo son particularmente gruesas, considera aplanarlas ligeramente con un mazo de cocina antes de condimentarlas. Esto garantizará una cocción más uniforme y rápida, manteniendo la jugosidad.