Preparación del pollo

1. Precalentamiento de la parrilla: Enciende la parrilla y ajústala a fuego medio-alto. La temperatura ideal oscila entre 190-205°C para lograr un buen sellado exterior manteniendo la jugosidad interior del pollo.
2. Sazonado del pollo: Sazona las pechugas de pollo con sal y pimienta por ambos lados. Un sazonado generoso pero no excesivo realzará el sabor natural del pollo sin competir con la salsa barbacoa.
3. Cocción inicial: Coloca las pechugas en la parrilla ya caliente y cocina durante 6-8 minutos por cada lado. El tiempo exacto dependerá del grosor de tus pechugas, pero lo importante es que el centro alcance una temperatura interna de 74°C para garantizar una cocción segura.
4. Aplicación de la salsa: Con ayuda de una brocha de cocina, aplica generosamente la salsa barbacoa sobre el pollo ya casi cocido. Esta técnica permite que la salsa se caramelice ligeramente sin quemarse.
5. Caramelización: Continúa la cocción durante un minuto adicional por cada lado. De esta manera, la salsa se adherirá perfectamente a la superficie del pollo, creando esa deliciosa capa caramelizada tan característica.
6. Reposo y corte: Retira el pollo de la parrilla y déjalo reposar sobre una tabla de cortar durante al menos 5 minutos. Este paso es crucial para que los jugos se redistribuyan en la carne. Posteriormente, corta en tiras o cubos del tamaño de un bocado.

Ensamblaje de la ensalada

1. Preparación de la base: En un recipiente grande, coloca la lechuga romana picada. La lechuga romana es ideal para esta ensalada por su textura crujiente que aguanta bien el peso de los demás ingredientes.
2. Incorporación de vegetales: Añade los pepinos en rodajas, los tomates cherry partidos por la mitad y la cebolla roja finamente cortada. Distribuye estos ingredientes de manera uniforme para asegurar que cada bocado contenga un poco de todo.
3. Adición del pollo: Incorpora las tiras de pollo a la barbacoa ya preparadas, distribuyéndolas por toda la ensalada. El pollo aún tibio contrastará maravillosamente con la frescura de los vegetales.
4. Toque final: Espolvorea el queso cheddar rallado por encima y vierte el aderezo ranch. La cremosidad del aderezo complementa perfectamente los sabores ahumados del pollo a la barbacoa.
5. Mezcla ligera: Con dos cucharas grandes o tenazas para ensalada, mezcla todos los ingredientes con movimientos suaves para integrarlos sin maltratar la lechuga ni los vegetales más delicados.