Existe algo mágico en llegar a casa después de un día largo y ser recibido por el aroma de un ragú que ha estado cocinándose lentamente durante horas. Esta receta de ragú de carne en olla de cocción lenta se ha convertido en mi aliado secreto para esos días cuando quiero servir una cena que sabe a que pasé horas en la cocina, pero en realidad solo invertí 15 minutos de preparación por la mañana. La primera vez que lo preparé fue un domingo gris de invierno, cuando necesitaba algo que llenara la casa de calidez y comfort. El resultado fue tan espectacular que desde entonces se ha vuelto una tradición semanal en mi hogar.
Examina cuidadosamente el chuck roast y retira cualquier exceso de grasa visible, pero deja algo de veteado natural ya que esto aportará sabor y jugosidad durante la cocción lenta. Si tu corte tiene hueso, retíralo completamente para facilitar el desmenuzado posterior.
Aunque algunos cocineros prefieren sellar la carne antes de agregarla a la olla lenta, esta receta está diseñada para máxima simplicidad sin comprometer el sabor final.
Coloca la carne preparada en el fondo de tu olla de cocción lenta. Vierte la salsa de tomate sobre la carne, asegurándote de que quede completamente cubierta. Esta salsa actuará como medio de cocción y base de sabor.
Distribuye uniformemente las láminas de ajo alrededor de la carne. El ajo cortado fino se integrará mejor durante la cocción prolongada, creando capas de sabor más complejas.
Agrega las hojas de laurel, asegurándote de que estén parcialmente sumergidas en la salsa para que liberen sus aceites esenciales efectivamente. Las semillas de hinojo aportan un sutil toque anisado que complementa perfectamente la carne de res.
Espolvorea las hojuelas de chile rojo si decides usarlas, ajustando la cantidad según tu tolerancia al picante. Finalmente, añade la pimienta negra recién molida sobre toda la superficie.
Cubre la olla y selecciona tu método de cocción preferido. Para planificación de día completo, usa la configuración baja durante 6-8 horas. Si necesitas acelerar el proceso, la configuración alta durante 3-4 horas producirá resultados igualmente excelentes.
Durante este tiempo, resiste la tentación de levantar la tapa frecuentemente, ya que esto libera calor y vapor necesarios para la cocción uniforme.
Aproximadamente 20 minutos antes de que termine la cocción del ragú, prepara la pasta pappardelle según las instrucciones del paquete. Esta pasta ancha y plana es ideal para retener la salsa ragú en sus superficies.
Cocina la pasta hasta que esté al dente, ya que absorberá un poco más de sabor al mezclarse con el ragú caliente.
Una vez completada la cocción, retira cuidadosamente las hojas de laurel de la olla. Usando dos tenedores, desmenuza la carne directamente en la olla, incorporándola completamente con la salsa.
Prueba el ragú y ajusta la sazón con sal según sea necesario. La cantidad exacta dependerá del sodio presente en tu salsa de tomate base.
El chuck roast es ideal por su contenido de colágeno, que se transforma en gelatina durante la cocción lenta, creando esa textura sedosa característica. Evita cortes muy magros que pueden resultar secos.
Si el ragú resulta demasiado líquido al final de la cocción, retira la tapa y cocina en alto por 30 minutos adicionales para concentrar los sabores. Conversamente, si está muy espeso, añade un poco de caldo de res tibio.
Las semillas de hinojo pueden molerse ligeramente antes de agregar para liberar más aceites aromáticos. Sin embargo, mantener algunas enteras proporciona pequeñas explosiones de sabor durante la comida.
Este ragú proporciona proteína de alta calidad, licopeno de los tomates, y antioxidantes de las especias aromáticas. La cocción lenta preserva nutrientes mientras desarrolla sabores complejos, creando una comida tanto nutritiva como satisfactoria.