Aún recuerdo la primera vez que preparé estas quesadillas de cheesecake de fresa. Era una tarde lluviosa de domingo y buscaba reinventar los ingredientes que tenía en mi cocina. Con tortillas a punto de caducar y fresas frescas del mercado, decidí experimentar. Combiné mi postre favorito con el formato de una quesadilla. El resultado fue sorprendente. Desde entonces, se ha convertido en el plato estrella cuando recibo visitas inesperadas.
La temperatura del queso crema es fundamental. Si está muy frío, resultará difícil mezclarlo. Por el contrario, si está muy caliente, quedará demasiado líquido. Por lo tanto, sácalo del refrigerador unos 30 minutos antes.
Es tentador poner mucho relleno. Sin embargo, menos es más en este caso. Un exceso causará desbordamientos durante la cocción. También dificultará el volteo de las quesadillas.
La sartén no debe estar demasiado caliente. Las tortillas podrían dorarse rápidamente sin que el queso se caliente bien. Por consiguiente, mantén un fuego medio durante toda la cocción.
Si las fresas son muy jugosas, sécalas con papel de cocina. Esto evitará que humedezcan demasiado la tortilla. Asimismo, esto mejorará la textura final.
Esta receta funciona mejor con tortillas de harina grandes y flexibles. En cambio, las tortillas de maíz tienden a romperse. Por tanto, no son ideales para esta preparación dulce.
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