Pollo Tailandés con Salsa de Cacahuate

Todavía recuerdo la primera vez que probé este plato en un pequeño restaurante tailandés durante mis vacaciones en Bangkok. Desde entonces, he perfeccionado esta receta casera que captura esos sabores auténticos que me cautivaron. El Pollo Tailandés con Salsa de Cacahuate combina lo mejor de la cocina asiática: aromas intensos, texturas contrastantes y ese perfecto equilibrio entre lo dulce, salado, ácido y picante.

A lo largo de los años, esta receta se ha convertido en la favorita de mi familia para las cenas especiales entre semana. Además, los ingredientes son fáciles de conseguir en cualquier supermercado, lo que hace que este plato exótico sea accesible para todos.

Razones para amar esta receta

• Sin duda, hay muchas razones por las que te enamorarás de este plato. Por un lado, la cremosa salsa de cacahuate con su complejo perfil de sabores transformará completamente el pollo en una experiencia culinaria única. Por otro lado, la preparación es sorprendentemente sencilla considerando el impacto de sabor que ofrece.
• Además, este plato es muy versátil y puedes ajustar fácilmente el nivel de picante según tus preferencias personales. También funciona perfectamente como una comida completa cuando se sirve con arroz o fideos, o como parte de un festín tailandés más elaborado junto a otras recetas tradicionales.
• Finalmente, los ingredientes como el jengibre, el ajo y la leche de coco no solo aportan sabor, sino también beneficios para la salud, convirtiéndolo en una opción nutritiva y deliciosa.

Ingredientes

Para el pollo y la salsa:

• 4 pechugas de pollo sin piel y sin hueso (o muslos)
• 2 cucharadas de aceite vegetal
• 2 dientes de ajo, finamente picados
• 1 cucharada de jengibre fresco, finamente picado
• ¼ taza de mantequilla de cacahuate cremosa
• ¼ taza de salsa de soya
• 2 cucharadas de vinagre de arroz
• 2 cucharadas de miel
• 1 cucharada de sriracha (ajustar al gusto)
• ½ taza de leche de coco (o leche regular)
• 1 cucharada de jugo de limón verde
• 1 cucharadita de aceite de sésamo

Para servir y decorar:

• 2 cucharadas de cacahuates picados
• 2 cucharadas de cilantro fresco picado
• Arroz al vapor o fideos, para acompañar

Instrucciones paso a paso

Preparación del pollo:

1. Cocinar el pollo: Calienta el aceite vegetal en una sartén grande a fuego medio. Sazona las pechugas o muslos de pollo con sal y pimienta. Cocina el pollo durante 6-7 minutos por cada lado, o hasta que esté completamente cocido y dorado. Retira de la sartén y déjalo reposar unos minutos. Luego, corta el pollo en tiras o cubos.

Preparación de la salsa de cacahuate:

1. Saltear los aromáticos: En la misma sartén, añade un poco más de aceite si es necesario y saltea el ajo y el jengibre durante aproximadamente 1-2 minutos, hasta que desprendan su aroma.
2. Preparar la salsa: Incorpora la mantequilla de cacahuate, la salsa de soya, el vinagre de arroz, la miel, la sriracha y la leche de coco en la sartén. Mezcla bien todos los ingredientes y cocina durante otros 2-3 minutos hasta que la salsa esté suave y caliente.
3. Finalizar la salsa: Agrega el jugo de limón verde y el aceite de sésamo a la salsa, mezclando para incorporarlos completamente. Prueba y ajusta los condimentos si es necesario, añadiendo más sriracha para aumentar el picante o más miel para mayor dulzura.

Combinación y presentación:

1. Añadir el pollo: Vuelve a colocar el pollo en rodajas en la sartén y mézclalo con la salsa de cacahuate, asegurándote de que el pollo quede bien cubierto.
2. Servir y decorar: Sirve el Pollo Tailandés con Salsa de Cacahuate sobre arroz al vapor o fideos. Decora con cacahuates picados y cilantro fresco para añadir textura y sabor.

Sugerencias para servir

Esta deliciosa preparación tailandesa se puede servir de diversas formas. Para una comida completa y tradicional, acompaña el plato con arroz jazmín al vapor, cuyo aroma sutil complementa perfectamente la intensidad de la salsa. Alternativamente, puedes servir sobre fideos de arroz o tallarines de huevo para una experiencia distinta pero igualmente satisfactoria.

Para añadir frescura y color, considera incorporar vegetales como brotes de soja, rodajas de pepino, zanahorias ralladas o pimientos en juliana. Estos no solo aportan textura contrastante, sino también nutrientes adicionales que balancean la comida.

Como toque final, espolvorea semillas de sésamo tostadas junto con los cacahuates picados y el cilantro para una presentación más elegante y un sabor aún más complejo.

Variaciones de la receta

Versión vegetariana

Para crear una alternativa sin carne, sustituye el pollo por tofu firme previamente prensado y cortado en cubos. Saltéalo hasta que esté dorado por fuera y luego procede con la receta normalmente. También puedes usar tempeh o una combinación de champiñones portobello y berenjena para obtener una textura más sustanciosa.

Versión más picante

Si eres amante del picante, incrementa la cantidad de sriracha o añade chiles tailandeses picados finamente a la salsa. Otra opción es incorporar pasta de curry rojo tailandés (1-2 cucharaditas) durante el paso de saltear los aromáticos para un perfil de sabor diferente pero igualmente auténtico.

Con mariscos

Esta salsa funciona maravillosamente con camarones o una combinación de mariscos. Simplemente sustituye el pollo por camarones pelados y desvenados, ajustando el tiempo de cocción a aproximadamente 2-3 minutos por lado hasta que estén rosados y opacos.

Consejos para preparar con anticipación

Esta receta es perfecta para organizar tu semana con anticipación. La salsa de cacahuate se puede preparar hasta 3 días antes y guardar en un recipiente hermético en el refrigerador. Al momento de usar, simplemente caliéntala a fuego lento añadiendo un poco de leche de coco o agua si se ha espesado demasiado.

También puedes cocinar el pollo con anticipación y almacenarlo por separado. Para servir, calienta primero la salsa, luego incorpora el pollo para que se caliente sin sobrecocinarse, manteniendo así su jugosidad.

Incluso el plato completo ya terminado se conserva bien hasta por 2 días en refrigeración, convirtiéndolo en una excelente opción para llevar al trabajo o para una cena rápida entre semana.

Notas

• Sobre la mantequilla de cacahuate: Para obtener mejores resultados, utiliza mantequilla de cacahuate natural sin azúcares añadidos ni aceites hidrogenados. Esto te permitirá controlar mejor el nivel de dulzor de la salsa.
• Alternativas a la leche de coco: Si no tienes leche de coco, puedes usar crema para cocinar o incluso yogur natural, aunque el sabor será ligeramente diferente.
• Ajuste de consistencia: Si la salsa queda demasiado espesa, dilúyela con un poco más de leche de coco o agua. Si está muy líquida, cocina por unos minutos más hasta alcanzar la consistencia deseada.
• Conservación: Esta receta se mantiene bien en el refrigerador hasta por 3 días. Para recalentar, hazlo suavemente a fuego bajo para evitar que la salsa se separe.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar mantequilla de cacahuate crujiente en lugar de cremosa?
¡Por supuesto! La mantequilla crujiente añadirá una textura interesante a la salsa. Solo ten en cuenta que la textura general será menos suave.

¿Es esta receta libre de gluten?
No en su forma original, debido a la salsa de soya. Sin embargo, puedes hacerla apta para celíacos sustituyendo la salsa de soya regular por una versión sin gluten o tamari.

¿Puedo hacer esta receta en una olla de cocción lenta?
Sí, coloca el pollo crudo cortado en trozos en la olla, mezcla todos los ingredientes de la salsa y viértelos encima. Cocina en bajo durante 4-5 horas o en alto durante 2-3 horas.

¿Qué puedo usar si no tengo vinagre de arroz?
El vinagre de manzana o el zumo de lima adicional pueden funcionar como sustitutos, aunque el perfil de sabor cambiará ligeramente.

¿Esta receta es muy picante?
Con la cantidad indicada de sriracha, el plato tiene un picante medio. Puedes reducir o eliminar la sriracha para una versión más suave, o aumentarla si prefieres más intensidad.

¿Se puede congelar?
Sí, se puede congelar hasta por 2 meses. La textura de la salsa puede cambiar ligeramente al descongelar, pero se puede reconstituit añadiendo un poco de leche de coco fresca al recalentar

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