La primera vez que probé este pollo parmesano en Longhorn Steakhouse, quedé absolutamente fascinado por la combinación perfecta de texturas y sabores. Aquella experiencia me llevó a experimentar en casa hasta conseguir recrear este plato emblemático. Durante años, he perfeccionado esta receta hasta lograr esa capa exterior crujiente y dorada, coronada con una irresistible mezcla de quesos derretidos que se estira al cortar el pollo.
En nuestra familia, este platillo se ha convertido en una tradición para las cenas de los viernes, cuando queremos algo especial pero sin complicaciones excesivas. Incluso mis hijos, habitualmente reacios a probar nuevos platos, esperan con ansias el día del “pollo con queso crujiente”, como ellos lo llaman. A través de esta receta, espero traer a tu hogar un pedacito de esa magia culinaria que combina lo mejor de la cocina americana con los sabores tradicionales italianos.
Author:Maria
Prep Time:20 minutos
Cook Time:30 minutos
Total Time:50 minutos
Yield:4 porciones 1x
Category:Plato Principal
Method:Horneado
Cuisine:Americana e Italiana
Ingredients
Scale
Para el pollo:
4 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel (aproximadamente 150-180g cada una)
½ taza de harina de trigo común (60g)
2 huevos grandes
¼ taza de leche (60ml)
1 taza de pan rallado estilo italiano (100g)
1 cucharadita de condimento italiano seco (mezcla de orégano, albahaca, tomillo)
½ cucharadita de sal
¼ cucharadita de pimienta negra recién molida
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Para la cobertura de queso:
1 taza de queso parmesano rallado (90g)
1 taza de queso mozzarella rallado (100g)
2 dientes de ajo picados finamente
1 cucharadita de perejil fresco picado (opcional, para decorar)
Instructions
Preparación previa
Precalienta el horno: Ajusta la temperatura a 190°C (375°F) y coloca la rejilla en la posición central del horno.
Prepara las pechugas: Si las pechugas son muy gruesas, colócalas entre dos hojas de papel film y aplánalas ligeramente con un mazo de cocina hasta obtener un grosor uniforme de aproximadamente 1,5 cm. Este paso garantiza una cocción pareja.
Organiza tu estación de empanizado: Prepara tres recipientes amplios y poco profundos. En el primero, coloca la harina. En el segundo, bate los huevos con la leche hasta integrar bien. En el tercero, mezcla el pan rallado con la mitad del queso parmesano (½ taza), el condimento italiano, la sal y la pimienta.
Empanizado y cocción inicial
Empaniza el pollo: Siguiendo un orden sistemático, pasa cada pechuga primero por la harina, sacudiendo el exceso. Luego, sumerge en la mezcla de huevo, dejando escurrir lo sobrante. Finalmente, presiona suavemente sobre la mezcla de pan rallado, asegurándote de cubrir toda la superficie.
Dora el pollo: Calienta el aceite de oliva en una sartén grande antiadherente a fuego medio-alto. Cuando esté caliente pero no humeante, coloca las pechugas empanizadas y cocina durante 3-4 minutos por cada lado, hasta que adquieran un color dorado atractivo. No es necesario cocinarlas completamente en este paso, ya que terminarán su cocción en el horno.
Terminado al horno
Transfiere a una fuente: Coloca las pechugas doradas en una fuente para horno ligeramente engrasada, dejando un pequeño espacio entre ellas.
Prepara la cobertura de queso: En un recipiente mediano, mezcla la mozzarella rallada con el parmesano restante (½ taza) y el ajo picado. Esta combinación aporta tanto el sabor intenso del parmesano como la textura elástica característica de la mozzarella.
Añade la cobertura: Distribuye generosamente la mezcla de quesos sobre cada pechuga, cubriendo toda la superficie.
Hornea hasta completar: Lleva al horno precalentado y hornea durante 20-25 minutos, o hasta que el queso esté burbujeante y ligeramente dorado, y el pollo alcance una temperatura interna de 74°C (165°F). Puedes verificar esto introduciendo un termómetro de cocina en la parte más gruesa de la pechuga.
Notes
El secreto para un empanizado perfecto está en presionar firmemente el pan rallado sobre el pollo húmedo con los dedos, asegurando una cobertura completa y uniforme.
Si el queso comienza a dorarse demasiado antes de que el pollo esté completamente cocido, cubre la fuente ligeramente con papel aluminio durante los últimos minutos de horneado.
Para un toque de frescura adicional, puedes añadir 1 cucharada de albahaca fresca picada a la mezcla de quesos justo antes de colocarla sobre el pollo.
La temperatura interna de seguridad para el pollo es de 74°C (165°F). Un termómetro de cocina es la mejor manera de asegurar una cocción perfecta sin resecar la carne.