¡Hola a todos los amantes de la buena comida! Hoy quiero compartir con ustedes una de mis recetas favoritas para disfrutar en familia: el pollo palomitas casero. Este plato me trae recuerdos maravillosos de mi adolescencia, cuando mi madre nos sorprendía con esta delicia los viernes por la noche mientras veíamos películas juntos. La magia de este pollo está en su exterior increíblemente crujiente que envuelve trozos de carne jugosa y tierna. A diferencia de las versiones de restaurantes de comida rápida, esta receta casera te permite controlar exactamente qué ingredientes utilizas, resultando en un aperitivo mucho más saludable pero igualmente irresistible.
Author:Maria
Prep Time:30 minutos
Cook Time:15 minutos
Total Time:35 minutos
Yield:4-6 porciones 1x
Category:Aperitivos / Plato principal
Method:Fritura
Cuisine:Americana / Internacional
Ingredients
Scale
Para el pollo:
750 g de pechuga de pollo sin piel ni hueso, cortada en trozos de 2,5 cm
1 taza de harina de trigo
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de ajo en polvo
1 taza de suero de leche (buttermilk)
2 tazas de pan rallado panko
Aceite vegetal o de canola para freír
Sugerencias de salsas para acompañar:
Salsa de miel y mostaza
Aderezo ranch
Salsa barbacoa
Salsa dulce de chile
Instructions
Preparación del pollo
Corta las pechugas de pollo en trozos pequeños de aproximadamente 2,5 cm y sécalos bien con toallas de papel. Este paso es crucial para lograr una cobertura adecuada y un mejor resultado al freír.
En un recipiente poco profundo, mezcla la harina con la sal y el ajo en polvo hasta integrar completamente. Coloca el suero de leche y el panko en recipientes separados, creando así una estación de empanizado.
Empanizado
Trabaja con varios trozos de pollo a la vez. Primero, pásalos por la mezcla de harina sazonada, asegurándote de que queden completamente cubiertos.
Sumerge los trozos enharinados en el suero de leche, permitiendo que el exceso escurra. La consistencia del suero ayudará a que el pan rallado se adhiera perfectamente.
Finalmente, coloca los trozos en el panko, presionando suavemente para que se adhiera bien por todos los lados. Reserva los trozos empanizados en una bandeja mientras terminas con el resto.
Fritura
Llena una olla pesada o una cacerola holandesa con 7-8 cm de aceite y calienta hasta alcanzar 175°C. Si no tienes termómetro, puedes probar arrojando un poco de pan rallado; si burbujea inmediatamente, el aceite está listo.
Trabajando en lotes pequeños para no sobrecargar la olla, fríe los trozos de pollo durante 2-3 minutos hasta que estén dorados y crujientes. Evita removerlos demasiado durante el primer minuto para que el empanizado no se desprenda.
Retira el pollo con una espumadera y colócalo sobre un plato cubierto con toallas de papel para absorber el exceso de aceite. Sazona con un poco más de sal si lo deseas mientras aún está caliente.
Notes
La temperatura del aceite es crucial: demasiado baja y el pollo absorberá exceso de aceite; demasiado alta y se quemará por fuera antes de cocinarse por dentro.
Si no encuentras suero de leche, puedes hacer tu propio sustituto añadiendo una cucharada de zumo de limón o vinagre a una taza de leche y dejándola reposar por 5-10 minutos.
El panko japonés proporciona un resultado mucho más crujiente que el pan rallado tradicional, pero puedes usar cualquiera de los dos.
Las sobras se pueden guardar en el refrigerador durante 2-3 días y son excelentes para añadir a ensaladas o wraps.