Marinado del pollo

1. En un recipiente grande o una bolsa con cierre hermético, combina los muslos de pollo con el suero de leche.
2. Cubre o cierra bien y refrigera por al menos 4 horas, aunque lo ideal es dejar marinar durante toda la noche para obtener mejores resultados.

Preparación previa

1. Cuando estés listo para cocinar, precalienta el horno a 220°C (425°F).
2. Coloca una rejilla sobre una bandeja para hornear o forra una bandeja con papel pergamino.
3. Mientras el horno se calienta, mezcla en un plato hondo la harina, los copos de maíz triturados (o harina de maíz), el ajo en polvo, la cebolla en polvo, el pimentón, la sal, la pimienta negra, la pimienta de cayena y el polvo para hornear.
4. En otro recipiente aparte, bate bien el huevo.

Empanizado del pollo

1. Retira cada pieza de pollo del suero de leche, permitiendo que el exceso escurra.
2. Sumerge cada trozo en el huevo batido, asegurándote de que quede completamente cubierto.
3. Luego, pasa el pollo por la mezcla de harina y especias, presionando ligeramente para que se adhiera bien a toda la superficie.
4. Coloca las piezas empanizadas sobre la rejilla o bandeja preparada, dejando espacio entre ellas.

Horneado

1. Rocía o pincela la parte superior de cada pieza de pollo con la mantequilla derretida o el aceite neutro. Este paso ayudará a conseguir un dorado perfecto.
2. Hornea en la parte media del horno durante 40-45 minutos, o hasta que el exterior esté dorado y crujiente, y la temperatura interna del pollo alcance los 74°C (165°F).
3. Para una cocción más uniforme, puedes girar la bandeja a mitad del tiempo de horneado.

Finalización y servicio

1. Una vez horneado, deja reposar el pollo durante 5 minutos antes de servir. Esto ayuda a que los jugos se redistribuyan en la carne.
2. Si lo deseas, espolvorea con perejil fresco picado para dar un toque de color y frescura.