La primera vez que preparé este pollo cremoso con tomate y albahaca fue durante una temporada particularmente agitada en mi vida. Acababa de comenzar un nuevo proyecto laboral y apenas tenía tiempo para cocinar elaboradamente. Buscando una receta que pudiera “preparar y olvidar”, encontré esta joya que transformó mis cenas entre semana.
El aroma cálido y reconfortante de tomate y albahaca que inundó mi apartamento aquella tarde me transportó instantáneamente a una trattoria italiana. Sin embargo, lo más sorprendente fue descubrir que algo tan delicioso podía prepararse con tan pocos ingredientes y prácticamente sin supervisión.
Desde entonces, este plato se ha convertido en mi salvavidas culinario para esos días en que necesito algo reconfortante pero no tengo tiempo ni energía para complicarme. Mis amigos siempre se sorprenden cuando les revelo lo sencilla que es la receta detrás de estos sabores tan desarrollados y complejos.
Para la salsa:
Proteína principal:
Para finalizar:
Añade los tomates en cubitos con sus jugos, la salsa de pasta, el ajo picado, la sal, el condimento italiano, la albahaca seca y la pimienta negra en una olla de cocción lenta de 3-6 litros. A continuación, mezcla bien todos estos ingredientes para distribuir uniformemente los sabores.
En un recipiente aparte, bate la leche evaporada (o nata para cocinar) junto con la maicena hasta obtener una mezcla homogénea sin grumos. Este paso es crucial para conseguir una salsa suave y aterciopelada. Después, añade esta mezcla a la olla de cocción lenta, integrándola bien con los ingredientes de la salsa de tomate.
Coloca las pechugas de pollo en la olla y presiónalas suavemente hacia abajo para que queden parcialmente sumergidas en la salsa. Esto garantizará que absorban todos los sabores durante el proceso de cocción.
Cubre la olla y programa la cocción en temperatura BAJA durante 3-5 horas, hasta que un termómetro de carne insertado en la parte más gruesa del pollo marque 74°C (165°F). El tiempo exacto dependerá de tu modelo específico de olla de cocción lenta. Es importante señalar que una olla más llena tardará más en cocinar, mientras que una olla más grande con menos contenido cocinará más rápidamente.
Una vez cocido el pollo, incorpora la albahaca fresca picada a la salsa, removiendo suavemente para distribuirla. Este ingrediente añade un aroma fresco y un toque de color que eleva todo el plato.