Hay pocas cosas más satisfactorias que llegar a casa después de un día largo y saber que puedes preparar una cena deliciosa con ingredientes simples y una sola sartén. Este pollo balsámico se ha convertido en uno de mis salvavidas culinarios favoritos. La primera vez que lo preparé fue por casualidad, cuando tenía vinagre balsámico que necesitaba usar y pechugas de pollo en el refrigerador. El resultado fue tan espectacular que mi familia ahora me lo pide semanalmente.
Comienza mezclando todos los ingredientes de la salsa en un tazón mediano. Bate vigorosamente hasta integrar completamente, luego sazona con sal y pimienta al gusto. Reserva esta mezcla mientras preparas los demás componentes.
En otro tazón, combina suavemente los tomates cortados, las bolitas de mozzarella y la albahaca fresca. Sazona esta mezcla también con sal y pimienta, después déjala reposar para que los sabores se integren.
Precalienta tu horno a 400°F (200°C). Mientras se calienta, coloca una sartén grande apta para horno a fuego medio-alto con el aceite.
Sazona generosamente las pechugas de pollo con sal y pimienta por ambos lados. Una vez que el aceite esté brillante y caliente, añade el pollo en una sola capa sin sobrecargar la sartén.
Cocina el pollo durante 1-2 minutos por cada lado hasta obtener un dorado ligero. No busques una cocción completa en este paso; simplemente queremos sellar los jugos.
Agrega inmediatamente la mezcla de salsa balsámica. Esta debería comenzar a burbujear rápidamente. Utiliza una cuchara de madera para raspar cualquier residuo dorado del fondo de la sartén, ya que estos bits añaden sabor increíble.
Retira la sartén del fuego y distribuye uniformemente la mezcla de tomate y mozzarella sobre el pollo. Transfiere inmediatamente al horno precalentado.
Hornea sin cubrir durante 18-23 minutos, o hasta que el pollo esté completamente cocido. La temperatura interna debe alcanzar los 165°F (74°C) cuando la midas con un termómetro de carne.
Retira del horno y permite que repose durante 5 minutos antes de servir. Este tiempo de reposo es crucial para que los jugos se redistribuyan.
Si utilizas mozzarella ciliegine (tamaño cereza), córtala por la mitad para asegurar una distribución uniforme. Las perlas de mozzarella, al ser más pequeñas, pueden usarse enteras sin problema.
No omitas el paso de aplastar el pollo uniformemente. Coloca las pechugas entre papel plástico o dentro de una bolsa grande, después usa un mazo o rodillo para lograr un grosor parejo. Esta técnica garantiza cocción uniforme, ablanda la carne y resulta en pollo jugoso.
Esta receta originalmente se publicó sin vinagre balsámico, utilizando una combinación de salsa de soja, salsa de tomate y jugo de limón que imitaba el sabor balsámico. Sin embargo, debido a la confusión de muchos lectores, decidimos simplificar usando vinagre balsámico real para mayor claridad y mejor sabor.