Siempre he sentido fascinación por la cocina mediterránea, especialmente por sus combinaciones sencillas que explotan de sabor. Durante mis años universitarios, cuando el tiempo y el presupuesto eran limitados, descubrí estas pitas rellenas de pollo griego que se convirtieron en mi salvación. Con ingredientes accesibles y una preparación mínima, este plato transporta directamente a las costas griegas sin necesidad de pasaporte. Cada vez que preparo esta receta, revivo aquellos días de descubrimiento culinario y la alegría de compartir algo tan simple pero tan delicioso con amigos y familia.
Para aprovechar al máximo esta receta, ten en cuenta los siguientes consejos prácticos: