Recuerdo la primera vez que preparé estas pechugas de pollo rellenas. Buscaba una forma de hacer que mis hijos comieran más verduras sin quejas y, al mismo tiempo, ofrecer una cena elegante para una reunión improvisada con amigos. La combinación del cremoso queso con las espinacas, envueltos en una jugosa pechuga de pollo, resultó ser un éxito rotundo. Desde entonces, este plato se ha convertido en un favorito familiar que nos transporta a una experiencia culinaria especial incluso en medio de una semana ajetreada.
Para las pechugas rellenas:
Sugerencias para acompañar: