Pastel Mousse de Fresa: Un Sueño de Verano en Cada Bocado

Todavía recuerdo la primera vez que probé un auténtico pastel mousse de fresa en una pequeña pastelería durante un viaje a Francia. Aquella textura increíblemente ligera y aérea, combinada con el sabor fresco y dulce de las fresas, creó una experiencia que quedó grabada en mi memoria para siempre.

Desde aquel momento, he intentado recrear esa magia en mi propia cocina, experimentando con diferentes recetas hasta perfeccionar esta versión que hoy comparto con ustedes. Este pastel mousse de fresa no es solo un postre; además, es una celebración de los sabores del verano, una caricia para los sentidos y, sin duda, una forma deliciosa de impresionar a familiares y amigos en cualquier ocasión especial.

¿Por qué amarás esta receta?

Este pastel mousse de fresa se convertirá rápidamente en uno de tus postres favoritos por múltiples razones:

• Combinación perfecta de texturas: La base de galleta sablé crujiente contrasta maravillosamente con el relleno de mousse sedoso y la cubierta de gelatina brillante.
• Frescura incomparable: El sabor natural de las fresas frescas brilla en cada capa, ofreciendo un postre refrescante ideal para los días cálidos.
• Elegancia visual: Con su hermoso color rosa y la decoración opcional de fresas frescas, este pastel es tan impresionante a la vista como delicioso al paladar.
• Versatilidad: Aunque parece un postre de pastelería profesional, se puede adaptar fácilmente usando fresas congeladas cuando no es temporada, manteniendo ese sabor exquisito durante todo el año.
• Preparación anticipada: Al requerir tiempo de refrigeración, es perfecto para preparar con antelación, liberándote de preocupaciones el día de tu evento.

Ingredientes

Base de galleta sablé:

• 2 yemas de huevo, a temperatura ambiente
• 50 g de azúcar glas, tamizado
• 75 g de mantequilla salada, muy blanda
• 120 g de harina común o multiusos
• 1/4 cucharadita de sal (si usas mantequilla sin sal)

Para el relleno de mousse de fresa:

• 375 g de fresas, frescas o congeladas y descongeladas
• 90 g de azúcar extrafino
• 1 vaina de vainilla, o 1 1/2 cucharadita de pasta de vainilla
• 7 g (2 1/4 cucharaditas) de gelatina en polvo, con 2 cucharadas de agua fría
• 400 ml de nata para montar/crema de leche, mínimo 30% de contenido graso
• 200 g de fresas frescas (opcional), para decorar los bordes

Para la cobertura de gelatina de fresa:

• 200 g de fresas, frescas o congeladas
• 50 g de azúcar extrafino
• 15 ml de zumo de limón
• 3 g (1 cucharadita) de gelatina en polvo

Instrucciones paso a paso

Preparación de la base de galleta sablé

En primer lugar, coloca un aro para tartas grande de 23 cm sobre una bandeja pequeña para hornear forrada con papel de hornear o una esterilla. Simultáneamente, precalienta el horno a 160°C.

A continuación, en un recipiente pequeño, bate las yemas de huevo junto con el azúcar glas hasta obtener una mezcla suave y espesa (aproximadamente 1 o 2 minutos). Después, añade la mantequilla muy blanda y mézclala bien hasta integrarla completamente.

Seguidamente, incorpora la harina (y la sal si estás usando mantequilla sin sal) y mezcla con una espátula hasta que todos los ingredientes estén bien combinados. La masa debe tener una consistencia similar a una pasta espesa.

Con los dedos o el dorso de una cuchara, presiona firmemente la masa en el fondo del aro para tartas hasta que quede bien compactada y plana. Por consiguiente, refrigera durante 30 minutos para que la masa se asiente.

Finalmente, hornea la base durante 30 minutos en el horno precalentado. Una vez horneada, retírala del horno y déjala enfriar completamente antes de continuar con el siguiente paso.

Preparación del relleno de mousse de fresa

Preparación del puré de fresas

Para comenzar, tritura las fresas (frescas o congeladas, descongeladas y escurridas) hasta obtener un puré suave. Opcionalmente, puedes pasar este puré por un colador de malla fina para eliminar las semillas y conseguir una textura más refinada.

A continuación, coloca el puré de fresas en una cazuela pequeña junto con el azúcar y las semillas de la vaina de vainilla (o la pasta de vainilla). Mezcla bien todos los ingredientes y calienta a fuego medio-bajo hasta que comience a hervir suavemente. En ese momento, retira la cazuela del fuego.

Incorporación de la gelatina

Mientras se calienta la mezcla anterior, prepara la gelatina mezclando el polvo con un poco de agua muy fría (aproximadamente 2 cucharadas). Déjala reposar durante un par de minutos hasta que adquiera una textura similar a una pasta espesa.

Posteriormente, añade esta pasta de gelatina a la mezcla de fresas aún caliente y bate bien hasta que se disuelva por completo. Transfiere luego la mezcla a un recipiente limpio o una bandeja poco profunda y cúbrela con film transparente, asegurándote de que esté en contacto con la superficie para evitar que se forme una película. Refrigera durante aproximadamente 1 hora o hasta que ya no esté caliente al tacto.

Montaje de la mousse

• En un recipiente aparte, monta la nata/crema con una batidora hasta conseguir picos firmes. Por consiguiente, coloca la mezcla de fresas refrigerada en un recipiente grande y, con movimientos envolventes, incorpora suavemente la nata montada en 3 o 4 tandas para mantener la ligereza de la mousse.
• Después de preparar la mousse, coloca una tira de acetato de 5 cm de altura en el interior del aro para tartas. Si lo deseas, además puedes colocar las fresas frescas cortadas por la mitad alrededor del borde interior del aro, con la parte cortada tocando el aro, para crear una bonita decoración.
• Finalmente, vierte la mousse de fresa dentro del aro y alisa la superficie con una espátula. Refrigera durante al menos 4 horas o, idealmente, toda la noche, hasta que la parte superior de la mousse parezca estar firme.

Preparación de la cobertura de gelatina de fresa

En primer lugar, tritura las fresas hasta obtener un puré suave. Luego, pasa este puré por un colador de malla fina colocado sobre una cazuela pequeña para eliminar las semillas. Añade el azúcar y el zumo de limón, y mezcla bien. Calienta esta mezcla a fuego medio-bajo hasta que comience a hervir suavemente. Apaga el fuego.

Mientras se calienta la mezcla, prepara la gelatina mezclando el polvo con un poco de agua fría (aproximadamente 1 cucharada) en un recipiente pequeño. Cuando adquiera la consistencia de una pasta espesa, incorpórala a la mezcla de fresas caliente y bate bien hasta que se disuelva por completo.

A continuación, deja reposar esta mezcla durante 30 minutos para que se enfríe ligeramente, pero sin que llegue a cuajar. Después de este tiempo, viértela con cuidado sobre la capa de mousse. Extiéndela suavemente con una espátula para crear una superficie uniforme. Por último, vuelve a refrigerar el pastel durante un mínimo de 3 horas más, preferiblemente toda la noche, para que la gelatina cuaje completamente.

Sugerencias para servir

Este pastel mousse de fresa es una joya por sí solo, pero puedes complementarlo con:

• Crema chantilly fresca: Una cucharada de nata montada ligeramente endulzada aporta un contraste de textura adicional.
• Hojas de menta fresca: Añaden un toque de color verde vibrante y un aroma refrescante que complementa el sabor de las fresas.
• Reducción de balsámico: Unas gotas de vinagre balsámico reducido con azúcar realzan sorprendentemente el sabor de las fresas.
• Café espresso: El amargor del café contrasta maravillosamente con la dulzura del pastel, creando una experiencia gastronómica equilibrada.

Variaciones de la receta

Versión con frambuesas

Sustituye las fresas por frambuesas en todas las capas para un sabor más intenso y ligeramente ácido. El color será de un rojo más profundo, creando un efecto visual igualmente impresionante.

Opción sin lácteos

Reemplaza la nata/crema por una alternativa vegetal que pueda montarse, como la crema de coco refrigerada. El sabor será ligeramente diferente pero igualmente delicioso, con notas tropicales que combinan muy bien con las fresas.

Versión con chocolate blanco

Añade 100 g de chocolate blanco derretido y enfriado a la mezcla de la mousse antes de incorporar la nata montada. El chocolate blanco aporta una dulzura cremosa que complementa perfectamente el sabor de las fresas.

Para los amantes del licor

Incorpora 2 cucharadas de licor de fresas o Grand Marnier a la mezcla de mousse para un toque sofisticado que hará las delicias de los paladares adultos.

Consejos para preparación anticipada

Este pastel mousse de fresa es ideal para preparar con antelación:

• Puedes hornear la base de galleta sablé hasta con 2 días de anticipación. Guárdala a temperatura ambiente en un recipiente hermético si la preparas el día anterior, o congélala si la haces con más tiempo.
• La mousse necesita tiempo para cuajar, por lo que es perfecto prepararla el día antes de servir. De hecho, los sabores se integran mejor después de una noche en la nevera.
• El pastel completo puede conservarse refrigerado hasta 2 días. Para mantener su frescura, cúbrelo con una campana para tartas o papel film una vez que la gelatina haya cuajado completamente.
• Si necesitas congelar el pastel, es mejor hacerlo sin la capa de gelatina. Puedes añadirla después de descongelar el pastel en la nevera durante una noche.

Notas importantes

• Temperatura de los ingredientes: Las yemas de huevo deben estar a temperatura ambiente para mezclarse bien con el azúcar. La mantequilla debe estar muy blanda, casi derretida, para integrarla correctamente en la masa de la galleta.
• Gelatina: Asegúrate de que la mezcla de fresas esté caliente pero no hirviendo cuando añadas la gelatina, para que se disuelva correctamente sin perder sus propiedades gelificantes.
• Enfriamiento gradual: Es crucial respetar los tiempos de refrigeración entre capas. La mezcla de fresas debe enfriarse antes de incorporar la nata montada, y la mousse debe estar firme antes de añadir la gelatina superior.
• Desmoldado: Para un desmoldado perfecto, calienta ligeramente el exterior del aro para tartas con un soplete de cocina o un paño caliente antes de retirar el aro y la tira de acetato.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar fresas congeladas en lugar de frescas?

¡Absolutamente! Las fresas congeladas funcionan perfectamente en esta receta, especialmente para el puré y la gelatina. Solo asegúrate de descongelarlas completamente y escurrir el exceso de líquido antes de usarlas. Para la decoración, sin embargo, es preferible usar fresas frescas.

No tengo un aro para tartas. ¿Puedo usar otro recipiente?

Sí, puedes utilizar un molde desmontable para tartas o incluso un molde de silicona. La ventaja del aro es que facilita el desmoldado y permite ver la decoración de fresas en los bordes, pero no es imprescindible.

La gelatina no se disuelve completamente. ¿Qué puedo hacer?

Si notas grumos de gelatina, puedes calentar suavemente la mezcla a fuego muy bajo, removiendo constantemente hasta que se disuelva. Alternativamente, puedes pasar la mezcla por un colador fino antes de dejarla enfriar.

Mi mousse no está firme después de 4 horas. ¿Qué ha ocurrido?

Esto puede deberse a varias razones: la nata no estaba suficientemente montada, la mezcla de fresas estaba demasiado caliente al incorporar la nata, o la proporción de gelatina fue insuficiente. En cualquier caso, un tiempo adicional en la nevera (preferiblemente toda la noche) suele solucionar el problema.

¿Cuánto tiempo antes puedo sacar el pastel de la nevera para servir?

Es mejor mantener el pastel refrigerado hasta unos 15-20 minutos antes de servir. Esto permite que se temple ligeramente para apreciar mejor los sabores, pero sin perder su estructura.

¿Cómo puedo evitar que la gelatina superior se agriete?

Para evitar grietas, asegúrate de que la gelatina no esté demasiado fría al verterla sobre la mousse. También es importante que la superficie de la mousse esté nivelada y que el pastel se refrigere sin movimientos bruscos.

Print