Siempre recuerdo con cariño aquella tarde primaveral cuando llegaron invitados inesperados a casa y necesitaba preparar algo delicioso con lo que tenía en la despensa. Fue entonces cuando nació esta receta de pasta con espárragos y guisantes que, desde ese momento, se convirtió en mi salvavidas culinario. La combinación de verduras frescas con la cremosidad del parmesano y el toque cítrico del limón crea una armonía de sabores que nunca deja de sorprenderme.
Esta preparación representa todo lo que amo de la cocina primaveral: ingredientes frescos, preparación rápida y resultados elegantes. Además, es una de esas recetas que te permite lucirte sin complicaciones, perfecta cuando quieres impresionar pero tienes poco tiempo disponible.
Author:Maria
Prep Time:5 minutos
Cook Time:10 minutos
Total Time:15 minutos
Yield:3-4 porciones 1x
Category:Pasta
Method:Salteado/Hervido
Cuisine:Italiana/Mediterránea
Ingredients
Scale
Para las verduras:
250 gramos de espárragos frescos (con las puntas leñosas removidas)
1½ tazas de guisantes frescos o congelados (descongelados si son congelados)
1 cucharada de aceite de oliva extra virgen, más un poco extra para servir
2 dientes de ajo picados finamente
Sal y pimienta al gusto
Para la pasta y el acabado:
225 gramos de pasta (orecchiette, penne o fusilli funcionan perfectamente)
⅓ taza de queso parmesano rallado, más cantidad adicional para servir
1 limón sin cera (ralladura y jugo)
2 cucharadas de hojas de perejil fresco picado (opcional)
Sal y pimienta al gusto
Instructions
Preparación de la pasta:
Lleva una olla grande con agua salada abundante a ebullición. Una vez hirviendo, cocina la pasta hasta que esté al dente siguiendo las instrucciones del paquete.
Mientras tanto, lava los espárragos y córtalos en trozos de máximo 2,5 cm (1 pulgada). Si los espárragos son particularmente gruesos, puedes cortarlos por la mitad a lo largo para asegurar una cocción uniforme.
Cocción de las verduras:
En una sartén grande, coloca los espárragos y guisantes. Cúbrelos con aproximadamente 1,25 cm (½ pulgada) del agua de cocción de la pasta.
Tapa la sartén y lleva el agua a ebullición. Cocina las verduras a fuego medio-alto durante unos 3 minutos, hasta que estén tiernas pero aún crujientes.
Escurre el agua restante y devuelve la sartén al fuego. Añade el aceite de oliva, ajo, sal y pimienta a las verduras.
Saltea durante 2 minutos adicionales hasta que las verduras estén tiernas pero conserven un poco de firmeza. Prueba y ajusta la sazón según tu preferencia, luego apaga el fuego.
Ensamblaje final:
Antes de escurrir la pasta, reserva ½ taza del agua de cocción. Posteriormente, escurre la pasta y añádela directamente a la sartén con las verduras salteadas.
Incorpora el queso parmesano, la ralladura de limón y la mitad del jugo de limón. Mezcla todo cuidadosamente hasta que los ingredientes se integren completamente.
Añade gradualmente el agua de cocción reservada, revolviendo constantemente, hasta que la pasta quede bien cubierta con una salsa ligera y cremosa. No necesariamente usarás toda el agua reservada.
Sirve inmediatamente con parmesano fresco rallado y un chorrito de aceite de oliva extra virgen si lo deseas.
Notes
La calidad del parmesano marcará una diferencia significativa en el sabor final. Opta por parmesano recién rallado en lugar de las versiones pre-ralladas cuando sea posible.
El agua de cocción de la pasta es fundamental para crear la cremosidad característica de este plato. Su almidón natural actúa como espesante y ayuda a que los sabores se adhieran mejor a la pasta.
Si no encuentras espárragos frescos de buena calidad, puedes sustituirlos por judías verdes finas, broccolini o incluso calabacín cortado en bastones.
El limón debe añadirse al final para preservar su frescura y acidez. Si lo añades demasiado pronto, puede volverse amargo.