Hace unos años, cuando mis hijos eran pequeños y las noches entre semana se volvían un verdadero caos, descubrí esta receta que cambió completamente nuestras cenas familiares. La Pasta Pizza en Una Sola Olla combina dos de los platillos favoritos de cualquier familia: la pasta cremosa y los sabores intensos de la pizza. Además, todo se cocina en una sola olla, lo que significa menos platos que lavar y más tiempo para disfrutar en familia.
Esta receta nació de la necesidad de tener algo delicioso, nutritivo y rápido en la mesa después de días agotadores de trabajo y actividades escolares. Con el tiempo, se convirtió en nuestro “salvavidas culinario” de los martes por la noche, y estoy segura de que también se convertirá en el tuyo.
Para la Base del Platillo:
Paso 1: En una olla holandesa o cacerola grande, cocina la salchicha a fuego medio. Mientras tanto, desmenúzala en trozos del tamaño de un bocado usando una cuchara de madera. Este proceso tomará aproximadamente 5-7 minutos hasta que esté bien dorada.
Paso 2: Una vez que la salchicha esté dorada, incorpora la cebolla cortada en cubitos, los pimientos morrones y los champiñones. Posteriormente, cocina la mezcla hasta que las verduras comiencen a ablandarse, aproximadamente 5 minutos adicionales.
Paso 3: Agrega la pasta de tomate, las hojuelas de chile rojo, el orégano y el ajo picado. A continuación, revuelve hasta que la pasta de tomate cubra uniformemente la carne y las verduras. Cocina hasta que las especias liberen su aroma, cerca de 1 minuto.
Paso 4: Incorpora la pasta y el caldo de pollo a la mezcla. Seguidamente, sube el fuego a alto y lleva a ebullición. Luego, reduce el fuego a medio-bajo y tapa la olla.
Paso 5: Cocina durante 14-16 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que la pasta esté al dente y la mayoría del líquido se haya absorbido. Si todo el líquido se absorbe antes de tiempo, añade 1 cucharada de agua o caldo hasta formar una salsa cremosa.
Paso 6: Retira del fuego y mezcla el queso mozzarella. Finalmente, ajusta la sal al gusto y decora con hojuelas de chile rojo y queso parmesano si lo deseas.
Selección de Pasta: Las formas cortas como rotini, penne o rigatoni funcionan mejor porque capturan la salsa cremosa en sus pliegues. Evita pastas largas como espaguetis, ya que no se cocinan uniformemente en este método.
Control de Líquido: El secreto está en el equilibrio del líquido. Si la pasta absorbe todo el caldo muy rápido, añade líquido gradualmente. Por el contrario, si queda demasiado líquido al final, cocina sin tapa unos minutos adicionales.
Temperatura del Queso: Siempre retira la olla del fuego antes de añadir el queso mozzarella. Esto evita que se vuelva gomoso y mantiene la textura cremosa perfecta.