Pocas cosas evocan el espíritu del verano mediterráneo como un buen plato de pasta fresca con tomates maduros y hierbas aromáticas. La Pasta de Verano inspirada en las recetas de Ina Garten es uno de esos platos que transforman ingredientes simples en algo extraordinario. Descubrí esta receta durante unas vacaciones en los Hamptons, donde los mercados rebosaban de productos locales frescos y el aire salado del mar complementaba perfectamente los sabores vibrantes de este plato.
Esta pasta celebra la simplicidad y la frescura, valores fundamentales de la cocina mediterránea. Lo maravilloso de ella es que no requiere largas horas de cocción ni técnicas complicadas, permitiendo que los ingredientes brillen por sí mismos. Es la representación perfecta de la filosofía culinaria de Ina Garten: elegancia sin complicaciones.
Author:Maria
Prep Time:15 minutos
Cook Time:12 minutos
Total Time:27 minutos
Yield:61x
Category:Plato Principal
Method:Cocción
Cuisine:Italiana/Mediterránea
Diet:Vegetarian
Ingredients
Scale
Para la pasta:
450 gramos de pasta fusilli o penne
1/4 taza de aceite de oliva
3 tazas de tomates cherry, cortados por la mitad
1 taza de aceitunas Kalamata, deshuesadas y cortadas por la mitad
1/2 cebolla roja, en rodajas finas
2 dientes de ajo, finamente picados
1 cucharada de ralladura de limón
1/4 taza de jugo de limón
1 taza de albahaca fresca, picada
1/2 taza de perejil fresco, picado
1 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de pimienta negra
1/2 taza de queso parmesano rallado
Utensilios necesarios:
Olla grande para pasta
Cuchillo afilado
Tabla de cortar
Bol grande para mezclar
Cuchara de madera o pinzas
Rallador
Instructions
Preparación de la pasta
Cocina la pasta hasta que esté al dente siguiendo las instrucciones del paquete. Este punto es crucial: la pasta debe tener un ligero mordisco para mantener su textura una vez mezclada con el resto de ingredientes.
Antes de escurrir la pasta, reserva 1/2 taza del agua de cocción. Este líquido con almidón será útil más adelante para crear una salsa sedosa que se adhiera perfectamente a la pasta.
Escurre la pasta pero no la enjuagues, ya que el almidón de su superficie ayudará a que los sabores se integren mejor.
Preparación de los aromáticos
Mientras la pasta se cocina, calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio-bajo. El objetivo no es freír sino infusionar el aceite con sabor.
Añade el ajo picado y sofríelo durante aproximadamente 1 minuto, hasta que esté fragante pero sin llegar a dorarse. El ajo quemado puede añadir un sabor amargo indeseado al plato.
Retira la sartén del fuego y deja que el aceite infusionado con ajo se enfríe ligeramente.
Montaje del plato
En un bol grande, mezcla la pasta recién escurrida con el aceite infusionado con ajo, asegurándote de que cada trozo de pasta quede ligeramente cubierto.
Añade los tomates cherry, las aceitunas Kalamata y la cebolla roja. El calor residual de la pasta suavizará ligeramente estos ingredientes, liberando sus sabores sin cocinarlos completamente.
Incorpora la ralladura de limón y el jugo, que añadirán un brillante toque cítrico que equilibra la riqueza del aceite de oliva y el queso.
Finalización
Mezcla suavemente las hierbas frescas: albahaca y perejil. Es importante añadirlas al final para preservar su color vibrante y aroma.
Sazona con sal y pimienta al gusto. Recuerda que las aceitunas y el queso parmesano ya aportan salinidad, así que prueba antes de añadir toda la sal.
Si la pasta está demasiado seca, añade un poco del agua de cocción reservada, cucharada a cucharada, hasta conseguir la consistencia deseada.
Finaliza espolvoreando generosamente con queso parmesano rallado, que se derretirá ligeramente sobre la pasta caliente.
Notes
La calidad de los ingredientes marca una gran diferencia en este plato sencillo. Utiliza el mejor aceite de oliva virgen extra que puedas permitirte y, si es posible, tomates cultivados localmente en temporada.
Aunque la receta especifica fusilli o penne, puedes experimentar con otras formas de pasta. Las formas con recovecos como los orecchiette o farfalle atrapan deliciosamente los trozos más pequeños de ingredientes.
Si no encuentras aceitunas Kalamata, puedes sustituirlas por otras aceitunas negras mediterráneas, aunque el sabor distintivo de las Kalamata es difícil de replicar.
Para un plato más sustancioso, considera añadir cubitos de mozzarella fresca o queso feta desmenuzado justo antes de servir.