Hay días en los que llegas a casa agotado, con hambre y necesitas algo reconfortante que no requiera horas en la cocina ni una montaña de platos por lavar. Esta pasta cremosa con carne en una sola olla se ha convertido en mi receta de emergencia favorita, esa que siempre me saca de apuros cuando el tiempo es oro. La primera vez que la preparé fue una noche de martes caótica, cuando mis hijos llegaron hambrientos de sus actividades extraescolares y mi esposo trabajaba hasta tarde. En solo 35 minutos, transformé ingredientes básicos en una cena que desapareció del plato en tiempo récord.
Calienta el aceite en una olla holandesa grande (o una olla pesada con tapa) a fuego medio-alto. Una vez que el aceite esté caliente pero no humeando, agrega la cebolla cortada en cubitos. Cocina durante 4-6 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que la cebolla esté translúcida y suave.
Incorpora el ajo picado y cocina por 1 minuto adicional hasta que desprenda su aroma característico. Ten cuidado de no quemar el ajo, ya que puede volverse amargo.
Añade la carne molida a la olla, rompiendo los grumos con una cuchara de madera. Mientras la carne se cocina, espolvorea el condimento italiano, sal, pimienta negra y hojuelas de chile rojo si las usas. Cocina durante 5-7 minutos hasta que la carne esté completamente dorada y no queden partes rosadas.
La clave aquí es permitir que la carne desarrolle un buen color dorado, lo que añade profundidad de sabor al plato final.
Vierte el caldo de res y los tomates triturados en la olla. Remueve bien para combinar todos los ingredientes, asegurándote de raspar cualquier bit dorado del fondo de la olla, ya que estos aportan mucho sabor.
Aumenta el fuego para llevar la mezcla a hervor suave. Este paso es crucial para comenzar el proceso de reducción que concentrará los sabores.
Agrega la pasta seca directamente a la olla y reduce el fuego a medio. Cubre la olla y cocina durante 9-12 minutos, removiendo ocasionalmente para evitar que la pasta se pegue. La pasta debe quedar al dente, ya que continuará cocinándose ligeramente con el calor residual.
Durante este tiempo, la pasta absorberá parte del líquido mientras libera almidón, creando naturalmente una textura más espesa y cremosa.
Retira la olla del fuego una vez que la pasta esté cocida. Inmediatamente, incorpora la crema espesa y la mitad del queso parmesano, mezclando suavemente hasta que todo esté bien combinado.
Si la salsa parece demasiado espesa, añade caldo de res cucharada por cucharada hasta alcanzar la consistencia deseada. Por el contrario, si está demasiado líquida, regresa la olla al fuego medio por unos minutos adicionales.
La clave para una pasta perfecta en una olla es mantener suficiente líquido durante la cocción. Si notas que se está secando demasiado rápido, añade más caldo gradualmente. Por otro lado, no temas si inicialmente parece muy líquida; la pasta continuará espesando la salsa.
Las formas de pasta con superficies rugosas o curvas (como fusilli o rotini) son ideales porque retienen mejor la salsa cremosa. Evita pastas muy delicadas como angel hair, que pueden romperse con el método de cocción en una olla.
Esta receta proporciona un equilibrio excelente de macronutrientes, con proteína de alta calidad de la carne, carbohidratos energéticos de la pasta, y grasas satisfactorias de la crema y el queso. Además, los tomates aportan licopeno y antioxidantes beneficiosos para la salud.