Mi amor por la pasta con queso comenzó en la infancia. Fue durante un viaje a Nueva York donde descubrí esta gloriosa versión de cavatappi con queso y tocino. La probé en un pequeño restaurante familiar. Desde entonces, he perfeccionado esta receta en mi propia cocina. Se ha convertido en el plato favorito para nuestras reuniones familiares de los domingos. La pasta cavatappi en espiral atrapa perfectamente la cremosa salsa. El tocino crujiente y la mezcla de quesos derretidos crean una experiencia verdaderamente reconfortante. Nos transporta inmediatamente a los recuerdos más cálidos de nuestra vida.
Precalienta el horno a 200°C (400°F). Llena una olla grande con agua y sal. Ponla a fuego alto hasta que hierva. Añade la pasta cavatappi cuando el agua esté hirviendo. Cocínala según las instrucciones del paquete hasta que esté al dente. La pasta debe quedar un poco firme. Seguirá cocinándose durante el horneado. Escúrrela bien usando un colador y resérvala.
Vierte la leche en una cacerola grande. Añade la sopa condensada de tocino. Mezcla con un batidor de mano hasta que no queden grumos. Este paso es crucial para una salsa homogénea. Lleva la mezcla a ebullición a fuego medio. Remueve constantemente para evitar que se pegue. Retira la cacerola del fuego en cuanto comience a hervir. Así evitarás que la leche se queme.
Añade la pasta escurrida a la cacerola con la salsa. Mezcla suavemente con una espátula. Asegúrate de que toda la pasta quede cubierta con salsa. Incorpora la cebolla en polvo, el ajo en polvo, la pimienta y la sal. Añade una taza de queso mozzarella rallado y una taza de parmesano. Continúa mezclando a fuego muy bajo. Espera hasta que los quesos se derritan por completo. La salsa debe adquirir una consistencia suave y uniforme.
Engrasa ligeramente un molde para hornear de 23 x 33 cm. Vierte la mezcla de pasta en el molde. Distribúyela uniformemente con la espátula. Espolvorea el resto del queso parmesano rallado por encima. Añade luego el queso mozzarella. Distribuye los trocitos de tocino por toda la superficie. Asegúrate de que cubran toda la pasta.
Hornea durante 14-16 minutos. El queso debe derretirse completamente. Los bordes comenzarán a burbujear con un tono dorado. Retira del horno y deja reposar 2-3 minutos antes de servir. Esto permite que los sabores se asienten.
Esta cremosa pasta es muy versátil. Sírvela como plato principal con una ensalada verde fresca. El contraste entre lo cremoso de la pasta y lo crujiente de la ensalada es perfecto. Una vinagreta balsámica ligera contrarresta la riqueza del plato.
Para una cena con amigos, sirve porciones pequeñas como primer plato. Luego puedes ofrecer pollo a la parrilla o pescado al horno. También funciona como acompañamiento para carnes asadas o hamburguesas gourmet.
Añade brócoli o espárragos al vapor como guarnición. Aportarán color y nutrientes. Complementan perfectamente los sabores intensos de la pasta con queso.
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