Esta tarta de queso con lima es un equilibrio perfecto entre cremosidad y acidez, con una base crujiente de galleta y un relleno sedoso con el característico toque cítrico de las limas. Coronada con una ligera capa de nata montada, es un postre refrescante ideal para cualquier ocasión especial o simplemente para darse un capricho.
Author:Maria
Prep Time:20 minutos
Cook Time:45-50 minutos
Total Time:5 horas (incluye tiempo de enfriamiento)
Yield:8-10 porciones 1x
Category:Postre
Method:Horneado
Cuisine:Americana, Fusión
Diet:Vegetarian
Ingredients
Scale
Para la base:
1½ tazas de galletas graham trituradas (o digestive)
¼ taza de azúcar blanca
½ taza de mantequilla sin sal, derretida
Para el relleno:
450 g (2 paquetes) de queso crema, a temperatura ambiente
1 taza de azúcar blanca
3 huevos grandes
½ taza de crema agria (o nata agria)
⅓ taza de zumo de lima (preferiblemente recién exprimido)
1 cucharada de ralladura de lima
1 cucharadita de extracto de vainilla
Para la cobertura (opcional):
1 taza de nata para montar fría
2 cucharadas de azúcar glas (ajustar al gusto)
1 cucharadita de extracto de vainilla
Ralladura de lima (para decorar)
Rodajas de lima (para decorar)
Instructions
Preparación de la base
Precalienta el horno a 170°C (325°F) y coloca la rejilla en la posición central. Mientras tanto, engrasa ligeramente un molde desmontable de 23 cm (9 pulgadas).
Prepara la mezcla de galletas. En un recipiente mediano, combina las galletas graham trituradas con el azúcar. Posteriormente, incorpora la mantequilla derretida y mezcla hasta obtener una textura similar a la arena húmeda. Todos los trozos de galleta deben quedar humedecidos.
Forma la base. Vierte la mezcla en el molde preparado. Con ayuda del dorso de una cuchara o la base de un vaso, presiona firmemente para crear una capa uniforme que cubra el fondo y aproximadamente 2 cm de los laterales del molde.
Pre-hornea la base. Introduce el molde en el horno precalentado durante 10 minutos hasta que la base adquiera un ligero tono dorado. Una vez horneada, retírala y déjala enfriar mientras preparas el relleno. No apagues el horno.
Elaboración del relleno
Bate el queso crema. En un recipiente grande, bate el queso crema con las varillas eléctricas a velocidad media hasta conseguir una textura suave y cremosa, aproximadamente durante 2-3 minutos.
Incorpora el azúcar. Añade gradualmente el azúcar mientras continúas batiendo a velocidad media. Raspa las paredes del recipiente con una espátula para asegurar que todo se integre homogéneamente.
Añade los huevos. Incorpora los huevos uno a uno, batiendo a velocidad baja después de cada adición hasta que estén completamente integrados. Es importante no sobrebatir en este punto para evitar incorporar demasiado aire.
Agrega los ingredientes ácidos y aromáticos. Incorpora la crema agria, el zumo de lima, la ralladura y el extracto de vainilla. Mezcla a velocidad baja hasta que todos los ingredientes estén perfectamente combinados, formando una mezcla homogénea y sedosa.
Horneado de la tarta
Vierte el relleno. Sobre la base pre-horneada y parcialmente enfriada, vierte cuidadosamente la mezcla del relleno. Alisa la superficie con una espátula para eliminar posibles burbujas de aire.
Prepara un baño María (opcional pero recomendado). Para un horneado más uniforme y evitar grietas, coloca el molde dentro de una bandeja más grande. Vierte agua caliente en la bandeja exterior hasta que alcance aproximadamente 2-3 cm de altura.
Hornea la tarta. Introduce el conjunto en el horno precalentado y hornea durante 45-50 minutos. La tarta estará lista cuando los bordes estén firmes pero el centro aún presente un ligero temblor al mover suavemente el molde.
Enfriamiento gradual. Cuando finalice el tiempo de horneado, apaga el horno y deja la puerta entreabierta, permitiendo que la tarta se enfríe lentamente dentro del horno durante aproximadamente una hora. Este paso ayuda a prevenir que la superficie se agriete.
Preparación de la cobertura
Enfría los utensilios. Coloca el recipiente donde montarás la nata y las varillas en el congelador durante 15 minutos para que estén bien fríos.
Monta la nata. En el recipiente frío, vierte la nata para montar y comienza a batir a velocidad media-baja. Cuando empiece a espesar, aumenta gradualmente la velocidad.
Incorpora el azúcar y la vainilla. Cuando la nata comience a formar picos suaves, añade el azúcar glas y el extracto de vainilla. Continúa batiendo hasta conseguir picos firmes, teniendo cuidado de no excederte para evitar que se corte.
Montaje final y enfriamiento
Aplica la cobertura. Una vez que la tarta esté completamente fría, desmóldala con cuidado. Decora la superficie con la nata montada, ya sea cubriéndola por completo o creando un diseño decorativo.
Añade los elementos decorativos. Espolvorea con ralladura de lima fresca y coloca algunas rodajas finas de lima para un toque visual atractivo.
Refrigera. Introduce la tarta en la nevera y déjala reposar durante al menos 4 horas, aunque idealmente toda la noche, para que los sabores se asienten perfectamente y la textura sea óptima.
Notes
Molde adecuado: Para mejores resultados, utiliza un molde desmontable de alta calidad. Si no tienes uno, forra el interior de un molde regular con papel de aluminio o papel de hornear que sobresalga por los lados para facilitar la extracción.
Temperatura del horno: Si tu horno calienta de forma desigual, gira la tarta a mitad del tiempo de horneado para asegurar una cocción uniforme.
Consistencia perfecta: La tarta de queso estará lista cuando los bordes estén firmes pero el centro aún tiemble ligeramente al mover el molde. Recuerda que continuará cocinándose mientras se enfría.
Prevención de grietas: Además del baño María, evita abrir la puerta del horno durante los primeros 30 minutos de cocción. Los cambios bruscos de temperatura son la principal causa de grietas en la superficie.
Conservación: Esta tarta se mantiene en perfectas condiciones en la nevera durante 4-5 días cubierta ligeramente. También puede congelarse (sin la cobertura de nata) hasta por 2 meses; descongela lentamente en la nevera antes de servir.
Limas vs limones: Si no encuentras limas, puedes sustituirlas por limones, aunque el sabor será diferente. Las limas aportan un toque más aromático y menos ácido que los limones.