La primera vez que preparé estos sándwiches de desayuno fue para sorprender a mi familia un domingo especial. Mientras la casa se llenaba con el aroma del bacon recién cocinado y los croissants calentándose en el horno, supe que había creado algo extraordinario. La combinación del croissant mantecoso y crujiente con la explosión de sabores de la salsa de mostaza y jarabe de arce resultó ser una revelación culinaria en nuestra mesa.
Durante años, he ido perfeccionando esta receta hasta conseguir el equilibrio perfecto entre lo dulce y lo salado, convirtiéndola en la estrella indiscutible de nuestros desayunos especiales. Estos sándwiches han sido testigos de momentos familiares inolvidables, desde cumpleaños hasta celebraciones más íntimas, ganándose un lugar privilegiado en nuestro recetario familiar.
4 croissants grandes frescos
4 huevos grandes
8 lonchas de bacon cocido
2 cucharadas de jarabe de arce
1 cucharada de mostaza Dijon
4 lonchas de queso cheddar
1 cucharada de mantequilla
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de pimienta negra
Paso 01 Precalienta el horno a 175°C (350°F) si planeas calentar los sándwiches al final. Mientras tanto, corta los croissants por la mitad horizontalmente, teniendo cuidado de no separarlos completamente para mantener la forma del sándwich.
Paso 02 En una sartén a fuego medio-alto, cocina el bacon hasta que esté crujiente, aproximadamente 3-4 minutos por cada lado. Durante la cocción, puedes presionar ligeramente las lonchas para asegurar una cocción uniforme. Una vez listo, coloca el bacon sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa y resérvalo.
Paso 03 En un cazo pequeño a fuego bajo, combina el jarabe de arce y la mostaza Dijon. Remueve constantemente hasta que los ingredientes estén perfectamente integrados y la mezcla comience a espesar ligeramente, aproximadamente 2-3 minutos. Después, retira del fuego y deja que la salsa se enfríe un poco para que desarrolle más consistencia.
Paso 04 En un bol mediano, bate los huevos enérgicamente junto con la sal y la pimienta hasta que estén bien combinados y ligeramente espumosos. A continuación, derrite la mantequilla en una sartén a fuego medio y vierte la mezcla de huevos. Con una espátula de silicona, revuelve suavemente desde los bordes hacia el centro mientras se cocinan, creando huevos revueltos esponjosos y cremosos. Retira del fuego cuando estén casi cuajados, ya que seguirán cocinándose un poco más con el calor residual.
Paso 05 Extiende generosamente la salsa de mostaza y jarabe de arce sobre la mitad inferior de cada croissant. Seguidamente, coloca dos lonchas de bacon crujiente, formando una capa uniforme. Distribuye los huevos revueltos equitativamente entre los cuatro sándwiches y coloca una loncha de queso cheddar sobre los huevos todavía calientes para que comience a derretirse ligeramente. Finalmente, cubre con la mitad superior del croissant.
Paso 06 Si deseas servir los sándwiches calientes (altamente recomendado), colócalos en una bandeja de horno y caliéntalos a 175°C durante 5 minutos, o hasta que el queso esté completamente derretido y el croissant ligeramente tostado. Posteriormente, sírvelos inmediatamente para disfrutar de toda su deliciosa complejidad de sabores y texturas.