Recuerdo vívidamente la primera vez que preparé estas hamburguesas con salsa de cebolla para una cena familiar improvisada. El aroma a cebolla caramelizándose lentamente inundó la cocina mientras la carne se doraba en la sartén. Cuando serví los platos en la mesa, mi padre, quien rara vez hace comentarios sobre la comida, cerró los ojos al dar el primer bocado y suspiró con satisfacción. “Esto me recuerda a los domingos de mi infancia”, dijo con una sonrisa nostálgica. Desde entonces, este plato se ha convertido en nuestro salvavidas culinario, perfecto para esas noches en que necesitamos un abrazo en forma de comida.
En un recipiente grande, mezcla la carne molida, el pan rallado, el huevo, la salsa Worcestershire, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, la sal y la pimienta negra. Combina los ingredientes sin trabajar demasiado la mezcla, ya que esto podría hacer que las hamburguesas queden duras. A continuación, forma hamburguesas ovaladas de tamaño uniforme, con un grosor aproximado de 2 a 2,5 centímetros.
Calienta un poco de aceite o mantequilla en una sartén grande a fuego medio-alto. Una vez caliente, añade las hamburguesas y dóralas durante unos 3-4 minutos por cada lado, hasta que estén doradas. No es necesario cocinarlas completamente en este momento, ya que terminarán de hacerse en la salsa. Retíralas de la sartén y reserva.
En la misma sartén, reduce el fuego a medio y añade un poco más de mantequilla o aceite si es necesario. Incorpora las cebollas en rodajas y cocínalas lentamente, removiendo ocasionalmente, hasta que estén suaves, doradas y empiecen a caramelizarse, aproximadamente 10 minutos. Este proceso aporta un sabor increíble al plato final.
Espolvorea harina sobre las cebollas y mezcla para cubrirlas. Cocina durante aproximadamente 1 minuto para eliminar el sabor a harina cruda. Posteriormente, vierte el caldo de res lentamente mientras remueves constantemente para prevenir grumos. Deja que hierva suavemente y espese ligeramente, lo que debería tomar entre 3 y 5 minutos.
Coloca las hamburguesas doradas nuevamente en la sartén, cubriendo cada una con un poco de salsa y cebollas. Tapa la sartén y reduce el fuego a bajo. Deja que se cocinen suavemente durante unos 15-20 minutos, hasta que las hamburguesas estén completamente cocinadas y hayan absorbido todo ese sabor delicioso.
Antes de servir, prueba la salsa y ajusta el condimento si es necesario. Espolvorea con perejil fresco picado para un toque de frescura y sirve caliente sobre puré de patatas, arroz o tu guarnición favorita.
El secreto para conseguir hamburguesas perfectamente jugosas está en no compactar demasiado la carne al formar las hamburguesas. Trabaja la mezcla lo justo para que se mantenga unida, pero sin presionar excesivamente.
Para una salsa más rica, considera utilizar caldo de res casero o de buena calidad, ya que marcará una diferencia notable en el sabor final del plato. Sin embargo, si solo dispones de cubitos de caldo, asegúrate de ajustar la cantidad de sal en la receta para compensar.
No te preocupes si la salsa parece demasiado espesa o demasiado líquida inicialmente. Siempre puedes añadir más caldo si está muy espesa o dejarla reducir un poco más si está demasiado líquida.
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