La primera vez que probé un auténtico gyro griego fue durante un viaje familiar a un pequeño restaurante en el barrio griego de nuestra ciudad. El aroma de las especias, la frescura de las verduras y esa inconfundible salsa tzatziki me transportaron inmediatamente a las costas del Mediterráneo. Desde entonces, he perfeccionado esta receta para recrear esa experiencia mágica en mi propia cocina, convirtiendo estos Gyros de Pollo Griegos en uno de nuestros platos favoritos para almuerzos y cenas especiales.
Comienza mezclando en un tazón mediano el aceite de oliva, jugo de limón, ajo picado, orégano, comino, sal y pimienta. Bate vigorosamente hasta obtener una mezcla homogénea. Posteriormente, añade las tiras de pollo y mezcla cuidadosamente para asegurar que cada pieza quede completamente cubierta con el marinado.
Cubre el tazón con film transparente y refrigera durante al menos 30 minutos. Sin embargo, para obtener sabores más profundos e intensos, recomiendo marinar durante toda la noche. El ácido del limón y las enzimas del ajo trabajarán gradualmente para ablandar las fibras del pollo mientras infunden los sabores mediterráneos.
Mientras el pollo marina, prepara la salsa tzatziki combinando el yogur griego con el pepino previamente rallado y escurrido. Es crucial eliminar el exceso de agua del pepino prensándolo suavemente con toallas de papel. Seguidamente, incorpora el ajo picado, jugo de limón, aceite de oliva y eneldo fresco. Mezcla delicadamente y sazona con sal y pimienta al gusto.
Calienta una sartén grande o plancha a fuego medio-alto. Una vez que esté bien caliente, añade el pollo marinado, evitando sobrecargar la sartén. Cocina durante 4-5 minutos por cada lado, hasta que el pollo desarrolle un hermoso color dorado y esté completamente cocido por dentro. La temperatura interna debe alcanzar 74°C.
Mientras el pollo reposa, calienta los panes pita colocándolos en una sartén seca durante 1-2 minutos por cada lado. Alternativamente, envuélvelos en papel aluminio y caliéntalos en el horno a 180°C durante 5 minutos. Los pitas deben estar tibios y flexibles para facilitar el enrollado.
Coloca cada pita caliente sobre una superficie plana. Posteriormente, distribuye el pollo cocido en el centro, dejando espacio en los bordes para facilitar el enrollado. Añade las verduras frescas en capas: primero los tomates, luego la cebolla morada, seguida del pepino picado.
Espolvorea generosamente el queso feta desmenuzado sobre las verduras. El calor residual del pita y el pollo comenzará a ablandar ligeramente el queso. Finalmente, añade el perejil fresco picado para aportar color y frescura adicional.
Rocía o extiende cuidadosamente la salsa tzatziki sobre todos los ingredientes. No uses demasiada cantidad inicialmente, ya que siempre puedes añadir más según las preferencias individuales.
Utiliza exclusivamente yogur griego auténtico para la salsa tzatziki. Su consistencia espesa y su sabor tangy son fundamentales para lograr la textura y el sabor tradicionales. Evita yogures regulares, ya que su mayor contenido de agua diluirá la salsa.
Después de rallar el pepino, colócalo en un colador con sal durante 15 minutos. Posteriormente, presiónalo suavemente con toallas de papel para eliminar el exceso de humedad. Este paso previene que la salsa tzatziki se vuelva acuosa.
Invierte en un termómetro de carne para garantizar que el pollo alcance exactamente 74°C. Un pollo sobrecocido se vuelve seco y pierde la jugosidad característica de un buen gyro.