Preparación de la masa

1. En un recipiente grande, mezcla la harina y la sal con un batidor de mano. Añade la mantequilla en cubos y utiliza las puntas de los dedos para trabajarla en la mezcla de harina hasta que los trozos tengan aproximadamente el tamaño de guisantes. Si la mantequilla parece demasiado blanda en algún momento, coloca el recipiente en el refrigerador durante unos 5 minutos.
2. Vierte el vinagre de sidra de manzana y ¼ de taza de agua helada, usando un tenedor para mezclar el líquido con los ingredientes secos hasta formar una masa desigual. Amasa ligeramente hasta que se forme una bola de masa, luego dale forma de disco, envuélvela bien en papel film y refrigera durante al menos 2 horas.

Preparación de los ingredientes

3. Precalienta el horno a 400°F (200°C). Espolvorea generosamente las rodajas de tomate con sal y luego transfiérelas a un plato forrado con papel absorbente para que parte de la humedad se drene mientras cocinas el tocino. Este paso es crucial para evitar que la masa quede empapada.
4. En una sartén mediana, añade el tocino y cocínalo a fuego medio hasta que esté crujiente, aproximadamente 8 a 10 minutos. Transfiérelo a otro plato forrado con papel absorbente para que se enfríe ligeramente antes de romperlo en trozos del tamaño de un bocado.

Montaje de la galette

5. Sobre una hoja de papel pergamino ligeramente enharinada, estira la masa formando un círculo irregular de aproximadamente 14 pulgadas (35 cm) de diámetro y ⅛ de pulgada (3 mm) de grosor. Dispón las rodajas de tomate y los trozos de tocino de manera irregular sobre la masa, dejando un borde de aproximadamente 1½ pulgadas (4 cm).
6. Dobla los bordes de la masa hacia arriba y sobre el relleno, creando pliegues naturales a medida que avanzas. Barniza los bordes con huevo batido y espolvorea con sal y pimienta. Refrigera durante 10 minutos para asegurar que la masa mantenga su forma durante el horneado.

Horneado y presentación

7. Hornea la galette hasta que la masa esté dorada y completamente cocida, aproximadamente 50 a 60 minutos. Deja enfriar ligeramente sobre la bandeja de hornear.
8. Transfiere a una tabla de cortar o a una fuente de servir, cubre con la rúcula fresca, rocía con aceite de oliva y decora con sal en escamas antes de cortar y servir. La combinación de la masa caliente con la rúcula fresca crea un delicioso contraste de temperaturas y texturas.