Durante mi último viaje a Grecia, me enamoré perdidamente de una pequeña taberna en Santorini donde servían la ensalada de pollo más deliciosa que había probado en mi vida. El secreto estaba en su cremoso tzatziki casero y la perfecta combinación de ingredientes frescos que transportaban cada bocado directamente a las costas del mar Egeo.
Ahora, en mi cocina, he recreado esa magia mediterránea. Esta ensalada de pollo con tzatziki se ha convertido en mi refugio culinario cuando busco algo saludable, satisfactorio y lleno de sabor. Además, es perfecta para esos días calurosos de verano cuando deseas algo fresco pero nutritivo.
Primero, combina el aceite de oliva, jugo de limón, ajo picado, orégano, sal y pimienta en un tazón grande. Mezcla bien todos los ingredientes hasta obtener una marinada homogénea.
Luego, corta las pechugas de pollo en tiras medianas y colócalas en la marinada. Asegúrate de que cada pieza esté bien cubierta. Cubre el recipiente y refrigera durante al menos 30 minutos, aunque idealmente 2 horas para mejor sabor.
Mientras tanto, ralla el pepino y colócalo en un colador con una pizca de sal. Deja reposar durante 15 minutos para que elimine el exceso de agua. Posteriormente, exprime con las manos para extraer todo el líquido posible.
En un tazón mediano, combina el yogur griego, el pepino escurrido, el ajo machacado y el eneldo fresco. Añade el aceite de oliva y el vinagre, mezclando suavemente hasta integrar todos los ingredientes. Sazona con sal al gusto y refrigera hasta el momento de servir.
Calienta una sartén grande o plancha a fuego medio-alto. Cocina las tiras de pollo marinado durante 6-8 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y completamente cocidas (temperatura interna de 74°C).
Una vez cocido, retira el pollo de la sartén y déjalo reposar durante 5 minutos antes de cortarlo en trozos más pequeños. Esto ayudará a mantener los jugos y la ternura.
Distribuye la mezcla de lechugas en platos individuales o en un tazón grande para compartir. Posteriormente, añade los tomates cortados, las rodajas de pepino y la cebolla roja de manera uniforme sobre las hojas verdes.
Coloca el pollo tibio sobre la ensalada, seguido del queso feta desmenuzado y las aceitunas Kalamata. Finalmente, sirve generosas cucharadas de tzatziki sobre cada porción o colócalo en un recipiente aparte para que cada comensal se sirva a su gusto.
Temperatura del pollo: Siempre verifica que el pollo alcance una temperatura interna de 74°C para garantizar que esté completamente cocido y seguro para el consumo.
Calidad del yogur: Utiliza yogur griego auténtico y espeso para el tzatziki. Evita yogures con espesantes artificiales, ya que pueden alterar la textura cremosa característica.
Frescura de las hierbas: El eneldo fresco marca una diferencia significativa en el sabor del tzatziki. Si no tienes eneldo fresco disponible, puedes sustituirlo por perejil fresco o una pequeña cantidad de eneldo seco.
Drenado del pepino: No omitas el paso de escurrir el pepino rallado, ya que el exceso de agua puede hacer que el tzatziki quede demasiado líquido y diluya los sabores.