El intenso calor del verano siempre me transporta a mis veranos en Grecia, donde descubrí esta maravillosa combinación de pepinos crujientes y queso feta cremoso. Durante aquellos días calurosos, esta ensalada aparecía constantemente en nuestra mesa familiar como un oasis refrescante. Con el paso del tiempo, he adaptado esta receta mediterránea tradicional a mi propio estilo, añadiendo toques personales que realzan sus sabores naturales. La simplicidad de sus ingredientes contrasta con la explosión de sabores que ofrece, convirtiéndola en mi opción predilecta para días soleados.
Esta ensalada mediterránea no solo es deliciosa sino también extremadamente saludable. El pepino aporta hidratación y vitaminas, mientras que el queso feta proporciona calcio y proteínas. Para lograr el mejor resultado, utiliza aceite de oliva virgen extra de buena calidad, ya que su sabor destacará en el aderezo.
Una técnica que personalmente recomiendo es cortar los pepinos en rodajas finas utilizando una mandolina, lo que permite obtener un grosor uniforme y una presentación más elegante. Si prefieres una versión menos intensa, puedes remojar brevemente la cebolla roja en agua fría para suavizar su sabor.
Esta receta forma parte de mi colección de platos mediterráneos que he recopilado durante años. Disfrútenla tanto como yo lo hago cada verano cuando necesito un acompañamiento ligero y refrescante.