Ensalada Caprese con Pollo y Pesto

La primera vez que preparé esta Ensalada Caprese con Pollo y Pesto fue durante una tarde de verano cuando necesitaba algo fresco, sustancioso y rápido. Desde ese momento, este plato se convirtió en mi salvación para esas ocasiones en que deseo impresionar con poco esfuerzo. La combinación del pesto aromático bañando cada bocado de pollo jugoso, junto con los tomates dulces y la mozzarella cremosa, crea una sinfonía de sabores mediterráneos que transportan directamente a una terraza italiana. Lo mejor de todo es que este festín para los sentidos está listo en apenas 20 minutos, convirtiéndolo en mi aliado perfecto para cenas entre semana cuando el tiempo apremia pero no quiero renunciar al sabor.

Razones para amar esta receta

Esta ensalada no es simplemente otra receta más, sino que ofrece múltiples razones que la convierten en un plato excepcional:

• El pesto casero marca una diferencia abismal comparado con las versiones comerciales, aportando frescura y un sabor intenso a albahaca.
• La combinación de colores vibrantes convierte cada plato en una obra de arte comestible que impresiona a cualquier invitado.
• Con 62 gramos de proteína por porción, resulta increíblemente saciante a pesar de ser una ensalada.
• La versatilidad de este plato permite disfrutarlo como almuerzo ligero o cena sustanciosa sin complicaciones.
• Además, se prepara en un solo sartén (aparte del procesador para el pesto), minimizando la limpieza posterior.
• La reducción balsámica añade un toque de elegancia y un contraste dulce-ácido que eleva todos los sabores.

Ingredientes

Para el Pesto

• 1 taza de hojas de albahaca fresca bien compactadas (aproximadamente un envase de 115 g)
• ¼ taza de piñones
• ¼ taza de queso parmesano recién rallado
• 1 a 3 dientes de ajo, al gusto
• 1 cucharadita de jugo de limón
• 1 cucharadita de sal kosher, más al gusto si se desea
• ½ cucharadita de pimienta negra recién molida, o al gusto
• ⅓ a ½ taza de aceite de oliva virgen extra de calidad

Para el Pollo

• 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• aproximadamente 570 g de pechuga de pollo sin piel ni hueso, cortada en trozos pequeños
• ½ cucharadita de sal kosher, o al gusto
• ½ cucharadita de pimienta negra recién molida, o al gusto
• ⅓ taza de pesto

Para la Ensalada Caprese

• 1 ½ tazas de tomates cherry o uva, cortados por la mitad si se desea
• un envase de 225 g de “perlas” de mozzarella fresca o bolitas pequeñas de mozzarella, escurridas
• aproximadamente 10 hojas de albahaca fresca, rasgadas por la mitad
• 1 a 2 cucharadas de reducción de vinagre balsámico o glaseado balsámico para rociar, o al gusto

Instrucciones paso a paso

Preparación del Pesto

1. En el vaso de un procesador de alimentos equipado con la cuchilla en S, coloca las hojas de albahaca, los piñones, el queso parmesano, el ajo, el jugo de limón (ayuda a que el pesto no se oxide tan rápidamente), la sal y la pimienta.
2. Procesa a velocidad alta momentáneamente para descomponer los ingredientes hasta obtener una pasta gruesa.
3. Con el motor en marcha, vierte lentamente el aceite de oliva en forma de hilo hasta que el pesto quede suave y emulsionado. Reserva.

Preparación del Pollo

1. En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto.
2. Añade el pollo cortado en trozos pequeños, sazona con sal y pimienta, y cocina removiendo y volteando intermitentemente para que el pollo se cocine de manera uniforme.
3. Cuando el pollo esté cocinado aproximadamente al 90%, añade el pesto y remueve para combinar todos los ingredientes.
4. Reduce el fuego a bajo y deja que el pollo se cocine a fuego lento en el pesto durante unos 2 a 3 minutos más, o hasta que esté completamente cocinado (temperatura interna de 74°C).

Montaje de la Ensalada Caprese

1. En un recipiente grande, coloca el pollo junto con el pesto y los jugos de la sartén.
2. Añade los tomates cortados por la mitad y las bolitas de mozzarella escurridas.
3. Incorpora las hojas de albahaca rasgadas, distribuyéndolas por toda la ensalada.
4. Rocía uniformemente con la reducción de vinagre balsámico al gusto.
5. Mezcla suavemente todos los ingredientes y sirve inmediatamente para disfrutar de todos los sabores en su punto óptimo.

Sugerencias para servir

Esta ensalada es un plato completo en sí mismo, pero puedes realzar la experiencia sirviéndola sobre una cama de rúcula ligeramente aliñada con aceite de oliva y limón para añadir un toque picante y fresco. Para ocasiones más formales, acompaña con pan de ajo casero o focaccia tibia para sumergir en los jugos aromáticos del pesto. Si deseas una presentación más elegante, sirve la ensalada en platos individuales y decora con hojas enteras de albahaca fresca y un hilo adicional de reducción balsámica alrededor del plato.

Variaciones de la receta

Versión vegetariana

Sustituye el pollo por garbanzos asados o tofu firme previamente marinado en pesto y salteado hasta dorarse. Esta alternativa aporta proteína vegetal manteniendo la esencia mediterránea del plato.

Versión invernal

Durante los meses más fríos, puedes transformar esta ensalada en una opción más reconfortante añadiendo verduras asadas como calabacín, berenjena y pimientos, además de servir el pollo y las verduras calientes sobre la mozzarella para que se derrita ligeramente.

Versión con pasta

Convierte esta ensalada en un plato más sustancioso incorporando 250 g de pasta corta cocida al dente, como farfalle o penne. Mezcla la pasta caliente con el pollo y el pesto, luego añade los tomates y la mozzarella al final para que no se derritan completamente.

Consejos para preparar con anticipación

Esta receta permite cierta preparación previa para facilitar la elaboración en momentos de poco tiempo:

• El pesto puede prepararse con hasta 3 días de antelación y conservarse en un recipiente hermético en el refrigerador, cubierto con una fina capa de aceite de oliva para evitar la oxidación.
• El pollo puede cortarse en cubos y marinarse ligeramente en aceite, sal y pimienta hasta 24 horas antes de cocinar.
• Los tomates pueden cortarse por la mitad y la mozzarella escurrirse con anticipación, guardándose en recipientes separados en el refrigerador.
• Sin embargo, para disfrutar de la máxima frescura, el montaje final debe realizarse justo antes de servir.

Notas

• El pesto adicional se conservará en el refrigerador en un recipiente hermético hasta 3 días, teniendo en cuenta que se oxidará con el paso del tiempo aunque el jugo de limón ayuda a minimizar este efecto.
• Para un pesto más económico, puedes sustituir los piñones por nueces o almendras.
• Si no dispones de reducción balsámica, puedes hacer una casera hirviendo a fuego lento 1 taza de vinagre balsámico hasta que se reduzca a 1/4 de su volumen original y adquiera consistencia de jarabe.
• Para una versión más ligera, puedes usar mozzarella light y reducir la cantidad de aceite en el pesto a 1/4 de taza.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar pesto comprado en tienda?

Sí, aunque el sabor del pesto casero es insuperable, puedes usar aproximadamente 1/2 taza de pesto comercial de buena calidad como alternativa rápida cuando el tiempo apremia.

¿Cómo evito que mi pesto se oscurezca?

El jugo de limón en la receta ayuda a reducir la oxidación. Además, puedes cubrir la superficie del pesto con una fina capa de aceite de oliva antes de refrigerarlo y guardarlo en un recipiente hermético con el mínimo contacto con el aire.

¿Qué puedo hacer si no encuentro “perlas” de mozzarella?

Puedes utilizar una bola grande de mozzarella fresca y cortarla en cubos pequeños de aproximadamente 1 cm. Lo importante es usar queso fresco y no el tipo deshidratado para pizza.

¿La ensalada se puede preparar con anticipación para un picnic?

Para llevar esta ensalada a un picnic, te recomiendo mantener todos los componentes separados y ensamblarlos en el último momento. Lleva el pollo con pesto en un recipiente hermético, los tomates y la mozzarella en otro, y la albahaca y la reducción balsámica aparte. Monta la ensalada justo antes de servir para mantener las texturas óptimas.

¿Se puede calentar las sobras?

Esta ensalada está diseñada para disfrutarse fresca, pero si tienes sobras, puedes recalentarlas ligeramente solo la parte del pollo con pesto y luego añadir mozzarella y tomates frescos. Evita calentar la mozzarella y los tomates ya que cambiarían su textura considerablemente.

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