¿Alguna vez te has preguntado cómo reinventar un plato clásico para hacerlo aún más delicioso? La primera vez que probé esta variación de la clásica ensalada Caprese fue en una cena de verano en casa de mi amiga Laura, chef aficionada con un don para las combinaciones inesperadas. Desde el primer bocado, la combinación de fresas dulces con la cremosidad del queso mozzarella me conquistó por completo. Este plato fusiona a la perfección la dulzura natural de las fresas con los sabores tradicionales de la mozzarella y la albahaca, todo realzado con una rica reducción de vinagre balsámico. Sin duda, es una opción perfecta para reuniones veraniegas o como un almuerzo ligero que sorprenderá a todos tus invitados.
Razones para amar esta receta
Esta deliciosa ensalada merece un lugar especial en tu repertorio culinario por varios motivos. En primer lugar, ofrece una experiencia gustativa única donde lo dulce y lo salado se equilibran perfectamente. Además, es increíblemente versátil, ya que funciona tanto como aperitivo elegante como acompañamiento para casi cualquier plato principal. Por otra parte, su preparación no requiere cocción, lo que la convierte en una opción ideal para los días calurosos de verano cuando prefieres no encender la estufa. Finalmente, su presentación colorida y vibrante la hace perfecta para impresionar a tus invitados sin apenas esfuerzo.
Ingredientes
Ingredientes principales:
- 500 g de fresas maduras y jugosas
- 250 g de queso mozzarella fresca
- 15-20 hojas de albahaca fresca
- 4 cucharadas de reducción de vinagre balsámico
Ingredientes opcionales para variaciones:
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra de buena calidad
- Pimienta negra recién molida al gusto
- Una pizca de sal marina en escamas
- 2 cucharadas de miel (para endulzar la reducción de balsámico casera)
- 50 g de piñones tostados

Instrucciones paso a paso
Preparación de los ingredientes
- Lava cuidadosamente las fresas bajo agua fría para eliminar cualquier residuo o pesticida. Sécalas suavemente con papel absorbente para evitar que queden demasiado húmedas.
- Retira los tallos verdes de las fresas y córtalas en rodajas finas, de aproximadamente 0,5 cm de grosor. Las rodajas delgadas se mezclarán mejor con la mozzarella y permitirán una presentación más elegante.
- Escurre bien la mozzarella fresca y sécala ligeramente con papel absorbente para eliminar el exceso de líquido, evitando así que la ensalada quede aguada.
- Si estás usando una pieza grande de mozzarella, córtala en rodajas similares al grosor de las fresas. Si utilizas perlas de mozzarella pequeñas, puedes dejarlas enteras o cortarlas por la mitad.
- Lava las hojas de albahaca y sécalas suavemente. Reserva algunas hojas enteras para decorar y corta el resto en tiras finas (chiffonade) para distribuir mejor el sabor.
Preparación de la reducción de balsámico (opcional)
Si deseas preparar tu propia reducción de balsámico en lugar de usar una comprada:
- Vierte 1 taza de vinagre balsámico en una cacerola pequeña a fuego medio-bajo.
- Opcionalmente, añade 2 cucharadas de miel para darle más dulzor.
- Deja que se reduzca lentamente, removiendo ocasionalmente, hasta que el líquido disminuya a la mitad y adquiera una consistencia similar a la del sirope.
- Retira del fuego y deja enfriar completamente antes de usar. La reducción espesará un poco más al enfriarse.
Montaje de la ensalada
- En un plato grande y plano o una fuente de servir, comienza a alternar rodajas de fresa y mozzarella, creando un patrón circular desde el exterior hacia el centro del plato.
- Distribuye las tiras de albahaca por encima de las rodajas de fresa y mozzarella, reservando algunas hojas enteras para decorar.
- Justo antes de servir, rocía generosamente con la reducción de balsámico. La cantidad dependerá de tus preferencias, pero recomiendo ser generoso ya que el contraste entre lo dulce y lo ácido es lo que hace especial a esta ensalada.
- Si decides usar los ingredientes opcionales, añade un ligero chorrito de aceite de oliva, una pizca de sal marina en escamas y un toque de pimienta negra recién molida.
- Decora con las hojas de albahaca enteras reservadas y, si los utilizas, espolvorea los piñones tostados por encima para añadir textura.
Sugerencias para servir
Esta vibrante ensalada puede presentarse de diversas maneras según la ocasión. Para una cena formal, puedes servir porciones individuales en platos pequeños como primer plato. En un buffet o comida informal, presenta la ensalada completa en una fuente grande para que los invitados se sirvan. Asimismo, resulta ideal acompañada de pan rústico tostado o focaccia para absorber los jugos y la reducción de balsámico. Para convertirla en un plato más sustancioso, puedes servirla junto a una proteína ligera como pollo a la parrilla o incluso añadir unos trozos de jamón serrano crujiente por encima.
Variaciones de la receta
Versión con melocotones
Durante la temporada de melocotones, puedes sustituir las fresas por melocotones maduros pero firmes. Pela los melocotones y córtalos en rodajas finas. Esta variación ofrece una dulzura diferente que combina maravillosamente con la mozzarella.
Versión con burrata
Para una versión más indulgente, reemplaza la mozzarella regular por burrata. Coloca una bola de burrata entera en el centro del plato y dispón las fresas alrededor. Al cortar la burrata, su interior cremoso se mezclará con los demás ingredientes creando una textura increíble.
Versión con arúgula
Incorpora un lecho de arúgula fresca bajo las rodajas de fresa y mozzarella. El sabor ligeramente picante y peppeado de la arúgula contrasta perfectamente con la dulzura de las fresas y la suavidad de la mozzarella.
Consejos para preparar con anticipación
Aunque esta ensalada es mejor cuando se prepara justo antes de servir, hay algunos elementos que puedes adelantar:
- Reducción de balsámico: Puedes preparar la reducción con varios días de antelación y guardarla en un recipiente hermético a temperatura ambiente.
- Fresas: Puedes lavar y cortar las fresas hasta 2 horas antes, manteniéndolas refrigeradas. Sin embargo, no las cortes con demasiada anticipación, ya que pueden ablandarse y soltar demasiado jugo.
- Mozzarella: Puedes cortarla hasta 4 horas antes y mantenerla en el refrigerador, bien tapada para evitar que se seque.
- Montaje: Recomiendo montar la ensalada justo antes de servir y añadir la reducción de balsámico, el aceite y las hierbas en el último momento para mantener la frescura y evitar que las hojas de albahaca se marchiten.
Notas
- Para obtener el mejor sabor, asegúrate de que las fresas estén en su punto óptimo de maduración: rojas, fragantes y ligeramente firmes.
- La mozzarella fresca de búfala ofrece un sabor más intenso que la de vaca, pero ambas funcionan perfectamente en esta receta.
- Para una presentación más elegante, puedes utilizar un aro de emplatar y crear capas alternadas de fresa y mozzarella.
- Si tienes dificultades para encontrar reducción de balsámico y no quieres hacerla tú mismo, puedes utilizar vinagre balsámico de buena calidad mezclado con una cucharadita de miel.
- Esta ensalada es extremadamente versátil y puedes adaptarla según los ingredientes de temporada disponibles.

Preguntas frecuentes
¿Puedo preparar esta ensalada con antelación para una fiesta?
Aunque es preferible montarla justo antes de servir para mantener la frescura de los ingredientes, puedes tener todos los componentes preparados por separado y ensamblarla en el último momento. No añadas la reducción de balsámico ni las hojas de albahaca hasta que vayas a servir.
¿Qué puedo usar si no encuentro fresas de buena calidad?
Las frambuesas o los arándanos pueden ser una excelente alternativa. También puedes optar por frutas de temporada como melocotones, nectarinas o incluso higos cuando están en su mejor momento.
¿Es necesario usar mozzarella fresca?
Sí, la mozzarella fresca es fundamental para esta receta por su textura suave y sabor delicado. La mozzarella procesada para pizza no funcionaría bien en este plato ya que tiene una textura más firme y un sabor diferente.
¿Cómo sé si mi reducción de balsámico está en el punto correcto?
La reducción estará lista cuando cubra el dorso de una cuchara y puedas trazar una línea con el dedo que permanezca definida. Recuerda que espesará un poco más al enfriarse, así que no la reduzcas demasiado.
¿Esta ensalada es apta para vegetarianos?
Sí, esta receta es completamente vegetariana. Para una versión vegana, simplemente sustituye la mozzarella por un queso vegano tipo feta o por tofu sedoso firme ligeramente sazonado.
PrintEnsalada Caprese con Fresas y Balsámico
¿Alguna vez te has preguntado cómo reinventar un plato clásico para hacerlo aún más delicioso? La primera vez que probé esta variación de la clásica ensalada Caprese fue en una cena de verano en casa de mi amiga Laura, chef aficionada con un don para las combinaciones inesperadas. Desde el primer bocado, la combinación de fresas dulces con la cremosidad del queso mozzarella me conquistó por completo. Este plato fusiona a la perfección la dulzura natural de las fresas con los sabores tradicionales de la mozzarella y la albahaca, todo realzado con una rica reducción de vinagre balsámico. Sin duda, es una opción perfecta para reuniones veraniegas o como un almuerzo ligero que sorprenderá a todos tus invitados.
- Prep Time: 15 minutos
- Cook Time: 0 minutos (10 minutos si preparas tu propia reducción de balsámico)
- Total Time: 15-25 minutos
- Yield: 4 porciones 1x
- Category: Ensalada
- Method: Sin cocción
- Cuisine: Fusión Italiana
- Diet: Vegetarian
Ingredients
Ingredientes principales:
- 500 g de fresas maduras y jugosas
- 250 g de queso mozzarella fresca
- 15–20 hojas de albahaca fresca
- 4 cucharadas de reducción de vinagre balsámico
Ingredientes opcionales para variaciones:
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra de buena calidad
- Pimienta negra recién molida al gusto
- Una pizca de sal marina en escamas
- 2 cucharadas de miel (para endulzar la reducción de balsámico casera)
- 50 g de piñones tostados
Instructions
Preparación de los ingredientes
- Lava cuidadosamente las fresas bajo agua fría para eliminar cualquier residuo o pesticida. Sécalas suavemente con papel absorbente para evitar que queden demasiado húmedas.
- Retira los tallos verdes de las fresas y córtalas en rodajas finas, de aproximadamente 0,5 cm de grosor. Las rodajas delgadas se mezclarán mejor con la mozzarella y permitirán una presentación más elegante.
- Escurre bien la mozzarella fresca y sécala ligeramente con papel absorbente para eliminar el exceso de líquido, evitando así que la ensalada quede aguada.
- Si estás usando una pieza grande de mozzarella, córtala en rodajas similares al grosor de las fresas. Si utilizas perlas de mozzarella pequeñas, puedes dejarlas enteras o cortarlas por la mitad.
- Lava las hojas de albahaca y sécalas suavemente. Reserva algunas hojas enteras para decorar y corta el resto en tiras finas (chiffonade) para distribuir mejor el sabor.
Preparación de la reducción de balsámico (opcional)
Si deseas preparar tu propia reducción de balsámico en lugar de usar una comprada:
- Vierte 1 taza de vinagre balsámico en una cacerola pequeña a fuego medio-bajo.
- Opcionalmente, añade 2 cucharadas de miel para darle más dulzor.
- Deja que se reduzca lentamente, removiendo ocasionalmente, hasta que el líquido disminuya a la mitad y adquiera una consistencia similar a la del sirope.
- Retira del fuego y deja enfriar completamente antes de usar. La reducción espesará un poco más al enfriarse.
Montaje de la ensalada
- En un plato grande y plano o una fuente de servir, comienza a alternar rodajas de fresa y mozzarella, creando un patrón circular desde el exterior hacia el centro del plato.
- Distribuye las tiras de albahaca por encima de las rodajas de fresa y mozzarella, reservando algunas hojas enteras para decorar.
- Justo antes de servir, rocía generosamente con la reducción de balsámico. La cantidad dependerá de tus preferencias, pero recomiendo ser generoso ya que el contraste entre lo dulce y lo ácido es lo que hace especial a esta ensalada.
- Si decides usar los ingredientes opcionales, añade un ligero chorrito de aceite de oliva, una pizca de sal marina en escamas y un toque de pimienta negra recién molida.
- Decora con las hojas de albahaca enteras reservadas y, si los utilizas, espolvorea los piñones tostados por encima para añadir textura.
Notes
- Para obtener el mejor sabor, asegúrate de que las fresas estén en su punto óptimo de maduración: rojas, fragantes y ligeramente firmes.
- La mozzarella fresca de búfala ofrece un sabor más intenso que la de vaca, pero ambas funcionan perfectamente en esta receta.
- Para una presentación más elegante, puedes utilizar un aro de emplatar y crear capas alternadas de fresa y mozzarella.
- Si tienes dificultades para encontrar reducción de balsámico y no quieres hacerla tú mismo, puedes utilizar vinagre balsámico de buena calidad mezclado con una cucharadita de miel.
- Esta ensalada es extremadamente versátil y puedes adaptarla según los ingredientes de temporada disponibles.
Nutrition
- Serving Size: 1 porción
- Calories: 210 kcal
- Sugar: 9g
- Sodium: 120mg
- Fat: 14g
- Saturated Fat: 7g
- Unsaturated Fat: 7g
- Trans Fat: 0g
- Carbohydrates: 12g
- Fiber: 2g
- Protein: 11g
- Cholesterol: 35mg