Print

Delicias de Macarrones con Queso y Pollo Glaseado con Miel y Pimienta

Recuerdo perfectamente la primera vez que preparé estos macarrones con queso y pollo con miel y pimienta. Era una noche lluviosa de otoño cuando mis amigos cancelaron nuestros planes para cenar fuera debido al mal tiempo. Con los ingredientes que tenía en casa, decidí improvisar algo reconfortante pero especial. Al mezclar la cremosidad de unos buenos macarrones con queso y añadirle el toque dulce y picante del pollo glaseado, nació esta receta que ahora es la favorita en todas mis reuniones familiares. Desde entonces, esta combinación se ha convertido en mi plato estrella para sorprender a invitados o simplemente para consentirme después de un largo día.

 

La magia de este plato radica en el contraste de texturas y sabores: lo cremoso de la salsa de queso, lo crujiente del pollo frito, y ese toque agridulce del glaseado con miel y pimienta que eleva esta receta a otro nivel. Sin duda, representa la esencia de lo que yo llamo “comida reconfortante gourmet”.

  • Author: Maria
  • Prep Time: 20 minutos
  • Cook Time: 30 minutos
  • Total Time: 50 minutos
  • Yield: 4 porciones 1x
  • Category: Plato Principal
  • Method: Cocción en estufa, Fritura
  • Cuisine: Fusión americana/internacional

Ingredients

Scale

Para los Macarrones con Queso:

  • 2 tazas de macarrones tipo codo
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 2 cucharadas de harina de trigo
  • 2 tazas de leche entera
  • 1 taza de nata para cocinar (crema para batir)
  • 2 tazas de queso cheddar rallado
  • 1/2 taza de queso mozzarella rallado
  • 1/2 cucharadita de ajo en polvo
  • 1/2 cucharadita de cebolla en polvo
  • Sal y pimienta al gusto

Para el Pollo con Miel y Pimienta:

  • 2 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel, cortadas en trozos pequeños
  • 1 taza de suero de leche (buttermilk)
  • 1 taza de harina de trigo
  • 1 cucharadita de pimentón (paprika)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra
  • Aceite vegetal para freír

Para el Glaseado de Miel y Pimienta:

 

  • 1/3 taza de miel
  • 1 cucharada de salsa de soja
  • 1 cucharadita de pimienta negra recién molida
  • 1/2 cucharadita de hojuelas de chile (opcional)

Instructions

Paso 1: Preparar el Pollo

Comienza sumergiendo los trozos de pollo en el suero de leche durante al menos 20 minutos. Esta marinada no solo añade sabor, sino que también garantiza que la carne quede tierna y jugosa. Mientras tanto, prepara la mezcla para rebozar combinando en un bol la harina, el pimentón, la sal y la pimienta negra.

Pasado el tiempo de marinado, calienta abundante aceite vegetal en una sartén profunda a fuego medio. Retira los trozos de pollo del suero de leche, déjalos escurrir ligeramente y rebózalos en la mezcla de harina, asegurándote de sacudir el exceso. Con cuidado, coloca los trozos en el aceite caliente y fríelos durante aproximadamente 4-5 minutos por cada lado, hasta que estén dorados y crujientes. Una vez fritos, colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Paso 2: Elaborar el Glaseado de Miel y Pimienta

En una cacerola pequeña, combina la miel, la salsa de soja, la pimienta negra recién molida y, si te gusta el picante, las hojuelas de chile. Lleva la mezcla a fuego lento y deja que se cocine durante 2-3 minutos, removiendo frecuentemente para evitar que se queme. La salsa irá espesando ligeramente y los aromas se intensificarán, creando un glaseado aromático e irresistible.

Una vez listo el glaseado, añade los trozos de pollo frito a la cacerola y remuévelos suavemente para cubrirlos uniformemente con la mezcla. El contraste entre el pollo crujiente y el glaseado brillante no solo será visualmente atractivo, sino que también aportará esa combinación perfecta de dulce y picante que caracteriza este plato.

Paso 3: Cocinar los Macarrones y Preparar la Salsa de Queso

Hierve los macarrones siguiendo las instrucciones del paquete hasta que estén al dente. Es importante no cocinarlos demasiado, ya que continuarán absorbiendo algo de la salsa de queso más adelante. Una vez cocidos, escúrrelos bien y resérvalos.

Mientras los macarrones se cocinan, prepara la salsa de queso. En una cacerola mediana, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade la harina y bate enérgicamente durante 1-2 minutos para crear un roux dorado. Este paso es crucial para eliminar el sabor a harina cruda y comenzar a desarrollar los sabores.

A continuación, vierte gradualmente la leche y la nata, sin dejar de remover constantemente para evitar grumos. Reduce el fuego y continúa cocinando la salsa hasta que empiece a espesar, aproximadamente 3-4 minutos. Cuando notes que la salsa comienza a tener consistencia, incorpora los quesos cheddar y mozzarella poco a poco, removiendo hasta conseguir una mezcla suave y homogénea.

Finalmente, sazona la salsa con el ajo en polvo, la cebolla en polvo, sal y pimienta al gusto. La combinación de estos condimentos realzará los sabores del queso, creando una salsa perfectamente equilibrada.

Paso 4: Ensamblar el Plato

Una vez que todos los componentes están listos, incorpora los macarrones cocidos a la salsa de queso, mezclando suavemente para que cada pasta quede bien cubierta. Si la salsa está demasiado espesa, puedes añadir un poco más de leche para conseguir la consistencia deseada.

 

Sirve generosas porciones de macarrones con queso en platos individuales o en una fuente grande. Corona cada porción con los trozos de pollo glaseado con miel y pimienta. Para un toque final, puedes espolvorear un poco de perejil fresco picado o pimienta negra recién molida por encima.

Notes

Un error común al preparar esta receta es cocinar demasiado los macarrones. Recuerda que seguirán cocinándose ligeramente cuando los mezcles con la salsa caliente, así que es mejor dejarlos ligeramente al dente.

Otro fallo frecuente es no precalentar suficientemente el aceite para freír el pollo. Si el aceite no está lo bastante caliente, el rebozado absorberá demasiado aceite y quedará empapado en lugar de crujiente. Comprueba que el aceite está a la temperatura correcta dejando caer un poco de la mezcla de harina; debería burbujear inmediatamente.

La clave para una salsa de queso perfecta está en incorporar el queso fuera del fuego directo o a fuego muy bajo. Si la salsa está demasiado caliente cuando añades el queso, éste podría cortarse, resultando en una textura granulada en lugar de cremosa.

Para el glaseado, vigila constantemente mientras se cocina, ya que la miel puede quemarse rápidamente. Mantén el fuego bajo y remueve frecuentemente para conseguir la consistencia perfecta.

 

Por último, si te sobra plato, guárdalo en el refrigerador hasta 3 días. Para recalentar, añade un poco de leche a los macarrones antes de calentarlos a fuego lento o en el microondas a potencia media, revolviendo ocasionalmente.

Nutrition