Mi primer encuentro con los Crab Rangoon fue en un pequeño restaurante asiático del barrio. Recuerdo perfectamente el crujido al morderlos. El contraste entre la textura crujiente del exterior y el relleno cremoso me conquistó al instante. Desde entonces, me propuse recrearlos en casa para compartirlos con familia y amigos. Este aperitivo se ha convertido en protagonista de mis reuniones.
La combinación de sabores entre el cangrejo y el queso crema es simplemente perfecta. Los wontons crujientes crean un contraste de texturas que resulta adictivo. He perfeccionado esta receta a lo largo de los años. Ahora quiero compartir mis secretos para que puedas disfrutarlos también.
El éxito de esta receta depende de sellar bien los wontons. Asegúrate de que no queden burbujas de aire dentro del relleno. Esto evitará que se abran durante la fritura.
La temperatura del aceite es crucial. Si está demasiado caliente, los wontons se dorarán demasiado rápido sin cocinar el interior. Si está demasiado frío, absorberán demasiado aceite y quedarán grasientos.