Una fría tarde de invierno durante mis años universitarios descubrí esta receta de conchas de pasta con pollo y brócoli. Desde entonces, se ha convertido en uno de mis platos favoritos para esas noches entre semana cuando necesito algo reconfortante pero nutritivo. Recuerdo perfectamente cómo el aroma del queso derretido llenaba mi pequeño apartamento mientras preparaba este plato por primera vez.
Con el tiempo, he ido perfeccionando la receta hasta conseguir el equilibrio perfecto entre cremosidad y sabor. La combinación del queso cheddar con las conchas de pasta, que atrapan la salsa en su interior, crea una experiencia gastronómica que todos en mi familia esperan con ansias cuando anuncio que está en el menú semanal.
Por qué amarás esta receta
Esta preparación de conchas de pasta con pollo y brócoli destaca por varios motivos que la convierten en una opción irresistible para cualquier día de la semana. Por un lado, la cremosidad de la salsa casera de queso supera con creces cualquier versión comercial que hayas probado antes, sin conservantes ni aditivos artificiales.
Además, este plato ofrece un equilibrio nutricional perfecto al combinar proteína magra del pollo, fibra y vitaminas del brócoli, y la energía de los carbohidratos en la pasta. De este modo, disfrutarás de una comida completa en un solo recipiente, reduciendo el tiempo de preparación y limpieza posterior.
A su vez, la versatilidad de la receta permite adaptarla según los ingredientes que tengas disponibles en tu refrigerador. Mientras mantengas la técnica básica para la salsa de queso, podrás experimentar con diferentes vegetales o quesos según tu preferencia o la temporada.

Ingredientes
Componentes principales:
- 225 g (8 onzas) de pasta en forma de conchas medianas
- 3 tazas de brócoli, cortado en floretes
- 2 pechugas de pollo, cocidas y cortadas en cubos
- 2 cucharadas de mantequilla sin sal
- ¼ de taza de harina de trigo
- 1 taza de leche
- 1 taza de caldo de pollo
- ¼ de cucharadita de ajo en polvo
- ¼ de cucharadita de pimienta negra
- ⅛ de cucharadita de sal
- 2 tazas de queso cheddar fuerte, rallado
Para servir (opcional):
- Perejil fresco picado
- Un toque de pimienta negra recién molida
- Queso parmesano rallado
Instrucciones paso a paso
Preparación inicial
- Llena una olla grande con agua y añade una generosa cantidad de sal. Lleva el agua a ebullición a fuego alto.
- Mientras tanto, prepara todos los ingredientes: corta el brócoli en floretes pequeños y uniformes, asegurándote de que sean de tamaño similar para una cocción pareja.
- Si aún no tienes el pollo cocido, puedes prepararlo rápidamente salteándolo en una sartén con un poco de aceite, sal y pimienta hasta que esté completamente cocido y dorado. Luego, córtalo en cubos de aproximadamente 1 cm.
Cocción de la pasta y el brócoli
- Una vez que el agua esté hirviendo vigorosamente, añade la pasta y cocina según las instrucciones del paquete, generalmente entre 8-10 minutos para que quede al dente.
- Durante los últimos 2-3 minutos de cocción de la pasta, incorpora los floretes de brócoli a la misma olla. Esta técnica permite ahorrar tiempo y utensilios.
- Cuando tanto la pasta como el brócoli estén cocidos, escúrrelos bien en un colador y reserva. El brócoli debería estar tierno pero manteniendo un bonito color verde brillante.
Preparación de la salsa de queso
- Mientras la pasta y el brócoli se escurren, derrite la mantequilla en una sartén grande o cacerola a fuego medio.
- Una vez derretida, añade la harina y cocina durante aproximadamente un minuto, removiendo constantemente con una cuchara de madera para crear una roux. Este paso es crucial para eliminar el sabor a harina cruda.
- Gradualmente, vierte la leche y el caldo de pollo mientras bates enérgicamente con un batidor para evitar la formación de grumos. Es recomendable añadir los líquidos poco a poco, asegurándote de que se integran completamente antes de añadir más.
- Sazona la mezcla con el ajo en polvo, la pimienta y la sal. Continúa cocinando a fuego medio, removiendo constantemente, hasta que la salsa burbujee y espese, aproximadamente 3-5 minutos.
- Cuando la salsa haya alcanzado la consistencia deseada (debe cubrir el dorso de una cuchara), retira la sartén del fuego y añade el queso cheddar rallado. Remueve hasta que el queso se derrita por completo y la salsa quede suave y homogénea.
Montaje final
- Añade la pasta, el brócoli escurrido y los cubos de pollo a la sartén con la salsa de queso.
- Mezcla suavemente todos los ingredientes hasta que estén completamente cubiertos por la salsa. Si notas que la salsa está demasiado espesa, añade un poco más de leche, una cucharada a la vez, hasta alcanzar la consistencia deseada.
- Prueba y ajusta el punto de sal y pimienta según tu preferencia.
Sugerencias para servir
- Este plato versátil puede presentarse de diversas maneras según la ocasión. Para una cena familiar casual, sirve directamente desde la sartén en platos hondos precalentados, espolvoreando un poco de perejil fresco picado por encima para añadir color y frescura.
- Si deseas elevar la presentación para una ocasión especial, puedes transferir la mezcla a una fuente de horno, cubrir con un poco más de queso cheddar rallado y gratinar brevemente bajo el grill hasta que se dore ligeramente. Este paso adicional crea una deliciosa costra dorada que contrasta con la cremosidad interior.
- Para complementar este plato principal, una ensalada verde sencilla con vinagreta cítrica ofrece un contrapunto refrescante a la riqueza de la salsa de queso. Alternativamente, un pan crujiente de masa fermentada es perfecto para recoger hasta la última gota de esa irresistible salsa.
Variaciones de la receta
Versión vegetariana
Sustituye el pollo por 1 taza de garbanzos cocidos o 200 g de tofu firme previamente salteado con las mismas especias. El caldo de pollo puede reemplazarse por caldo de verduras manteniendo el mismo sabor reconfortante.
Versión picante
Añade 1/4 de cucharadita de hojuelas de chile rojo al preparar la roux, o incorpora 2 cucharadas de salsa búfalo al mezclar los ingredientes finales. Para un toque adicional, usa queso pepper jack en lugar de parte del cheddar.
Versión con más verduras
Enriquece el valor nutricional añadiendo 1 taza de espinacas baby, 1/2 taza de pimientos rojos cortados en dados o 1/2 taza de guisantes dulces durante los últimos minutos de cocción. Estas verduras añaden color, textura y nutrientes adicionales al plato.
Consejos para preparar con anticipación
Esta receta es ideal para preparar con anticipación, especialmente para esas semanas ocupadas. Para ello:
- Cocina la pasta al dente, ligeramente menos de lo indicado en el paquete, ya que continuará cocinándose cuando la recalientes.
- Puedes preparar todos los componentes con un día de antelación: cocina el pollo, blanquea el brócoli brevemente (solo 1 minuto) y prepara la salsa de queso por separado. Refrigera cada elemento en recipientes herméticos.
- Para recalentar correctamente, combina todos los ingredientes en una cacerola a fuego medio-bajo, añadiendo un poco de leche adicional para reavivar la salsa que probablemente se habrá espesado en la refrigeración.
- Este plato se mantiene bien en el refrigerador durante 3-4 días, aunque la pasta tiende a absorber la salsa con el tiempo, por lo que siempre es recomendable tener a mano un poco de leche para ajustar la consistencia al recalentar.
Notas adicionales
- La elección del queso es fundamental para el éxito de esta receta. Un cheddar añejo de buena calidad proporcionará el mejor sabor, aunque también puedes experimentar con mezclas como cheddar y monterey jack para obtener una textura aún más cremosa.
- Si prefieres un brócoli más crujiente, reduce el tiempo de cocción a solo 1 minuto en el agua hirviendo, o incluso considera añadirlo directamente a la salsa y dejarlo cocinar allí durante los últimos minutos.
- Para aquellos que siguen una dieta con conciencia calórica, se puede utilizar leche desnatada y reducir la cantidad de queso a 1½ tazas, manteniendo gran parte del sabor pero disminuyendo el contenido graso.
- Esta receta funciona especialmente bien con pastas que puedan “atrapar” la salsa, como conchas, coditos o fusilli. Evita las pastas largas como espaguetis o linguini para esta preparación específica.

Preguntas frecuentes
¿Puedo usar pollo crudo directamente en la receta?
No es recomendable añadir pollo crudo directamente a la salsa. Es importante cocinar completamente el pollo antes de incorporarlo al plato para garantizar la seguridad alimentaria. Si tienes prisa, puedes utilizar pollo rostizado comprado o sobras de pollo de otra comida.
¿Cómo puedo evitar que mi salsa de queso quede grumosa?
El secreto para una salsa suave está en añadir los líquidos gradualmente a la roux mientras bates constantemente. Además, retirar la sartén del fuego antes de añadir el queso y asegurarte de que está bien rallado (el queso pre-rallado comercial suele contener almidones que pueden afectar la textura) ayudará a conseguir una mezcla perfectamente cremosa.
¿Se puede congelar este plato?
Aunque es posible congelar las sobras, la textura puede cambiar ligeramente al descongelar debido a que la salsa con base de lácteos tiende a separarse. Para mejores resultados, descongela lentamente en el refrigerador y recalienta a fuego bajo, añadiendo un poco de leche fresca para recuperar la cremosidad.
¿Qué puedo usar si no tengo caldo de pollo?
Un buen sustituto es disolver una pastilla de caldo en agua caliente. Como alternativa, puedes usar agua con un poco más de sal y una cucharada de mantequilla adicional, aunque el sabor será menos intenso.
¿Cómo puedo hacer esta receta más saludable?
Para una versión más ligera, utiliza pasta integral que aporta más fibra, leche desnatada en lugar de entera, y aumenta la proporción de brócoli respecto a la pasta. También puedes reducir ligeramente la cantidad de queso o usar una variedad light, aunque esto afectará algo la cremosidad de la salsa.
PrintConchas de Pasta con Pollo y Brócoli al Queso
Una fría tarde de invierno durante mis años universitarios descubrí esta receta de conchas de pasta con pollo y brócoli. Desde entonces, se ha convertido en uno de mis platos favoritos para esas noches entre semana cuando necesito algo reconfortante pero nutritivo. Recuerdo perfectamente cómo el aroma del queso derretido llenaba mi pequeño apartamento mientras preparaba este plato por primera vez.
Con el tiempo, he ido perfeccionando la receta hasta conseguir el equilibrio perfecto entre cremosidad y sabor. La combinación del queso cheddar con las conchas de pasta, que atrapan la salsa en su interior, crea una experiencia gastronómica que todos en mi familia esperan con ansias cuando anuncio que está en el menú semanal.
- Prep Time: 10 minutos
- Cook Time: 20 minutos
- Total Time: 30 minutos
- Yield: 4 porciones 1x
- Category: Plato Principal
- Method: Cocción en estufa, Hervido
- Cuisine: Americana
Ingredients
Componentes principales:
- 225 g (8 onzas) de pasta en forma de conchas medianas
- 3 tazas de brócoli, cortado en floretes
- 2 pechugas de pollo, cocidas y cortadas en cubos
- 2 cucharadas de mantequilla sin sal
- ¼ de taza de harina de trigo
- 1 taza de leche
- 1 taza de caldo de pollo
- ¼ de cucharadita de ajo en polvo
- ¼ de cucharadita de pimienta negra
- ⅛ de cucharadita de sal
- 2 tazas de queso cheddar fuerte, rallado
Para servir (opcional):
- Perejil fresco picado
- Un toque de pimienta negra recién molida
- Queso parmesano rallado
Instructions
Preparación inicial
- Llena una olla grande con agua y añade una generosa cantidad de sal. Lleva el agua a ebullición a fuego alto.
- Mientras tanto, prepara todos los ingredientes: corta el brócoli en floretes pequeños y uniformes, asegurándote de que sean de tamaño similar para una cocción pareja.
- Si aún no tienes el pollo cocido, puedes prepararlo rápidamente salteándolo en una sartén con un poco de aceite, sal y pimienta hasta que esté completamente cocido y dorado. Luego, córtalo en cubos de aproximadamente 1 cm.
Cocción de la pasta y el brócoli
- Una vez que el agua esté hirviendo vigorosamente, añade la pasta y cocina según las instrucciones del paquete, generalmente entre 8-10 minutos para que quede al dente.
- Durante los últimos 2-3 minutos de cocción de la pasta, incorpora los floretes de brócoli a la misma olla. Esta técnica permite ahorrar tiempo y utensilios.
- Cuando tanto la pasta como el brócoli estén cocidos, escúrrelos bien en un colador y reserva. El brócoli debería estar tierno pero manteniendo un bonito color verde brillante.
Preparación de la salsa de queso
- Mientras la pasta y el brócoli se escurren, derrite la mantequilla en una sartén grande o cacerola a fuego medio.
- Una vez derretida, añade la harina y cocina durante aproximadamente un minuto, removiendo constantemente con una cuchara de madera para crear una roux. Este paso es crucial para eliminar el sabor a harina cruda.
- Gradualmente, vierte la leche y el caldo de pollo mientras bates enérgicamente con un batidor para evitar la formación de grumos. Es recomendable añadir los líquidos poco a poco, asegurándote de que se integran completamente antes de añadir más.
- Sazona la mezcla con el ajo en polvo, la pimienta y la sal. Continúa cocinando a fuego medio, removiendo constantemente, hasta que la salsa burbujee y espese, aproximadamente 3-5 minutos.
- Cuando la salsa haya alcanzado la consistencia deseada (debe cubrir el dorso de una cuchara), retira la sartén del fuego y añade el queso cheddar rallado. Remueve hasta que el queso se derrita por completo y la salsa quede suave y homogénea.
Montaje final
- Añade la pasta, el brócoli escurrido y los cubos de pollo a la sartén con la salsa de queso.
- Mezcla suavemente todos los ingredientes hasta que estén completamente cubiertos por la salsa. Si notas que la salsa está demasiado espesa, añade un poco más de leche, una cucharada a la vez, hasta alcanzar la consistencia deseada.
- Prueba y ajusta el punto de sal y pimienta según tu preferencia.
Notes
- La elección del queso es fundamental para el éxito de esta receta. Un cheddar añejo de buena calidad proporcionará el mejor sabor, aunque también puedes experimentar con mezclas como cheddar y monterey jack para obtener una textura aún más cremosa.
- Si prefieres un brócoli más crujiente, reduce el tiempo de cocción a solo 1 minuto en el agua hirviendo, o incluso considera añadirlo directamente a la salsa y dejarlo cocinar allí durante los últimos minutos.
- Para aquellos que siguen una dieta con conciencia calórica, se puede utilizar leche desnatada y reducir la cantidad de queso a 1½ tazas, manteniendo gran parte del sabor pero disminuyendo el contenido graso.
- Esta receta funciona especialmente bien con pastas que puedan “atrapar” la salsa, como conchas, coditos o fusilli. Evita las pastas largas como espaguetis o linguini para esta preparación específica.
Nutrition
- Serving Size: por porción
- Calories: 450
- Sodium: 500mg
- Fat: 20g
- Carbohydrates: 40g
- Protein: 28g