La primera vez que probé el Pollo Huli Huli fue durante un viaje a Hawái, y fue un descubrimiento que cambió mi forma de entender las barbacoas. El nombre “Huli Huli” significa “dar la vuelta” en hawaiano, haciendo referencia a la técnica tradicional de girar constantemente el pollo mientras se cocina sobre llamas abiertas. El aroma dulce y ahumado que desprendía mientras se asaba a la parrilla me transportó inmediatamente al paraíso tropical.
Esta receta combina la dulzura del jugo de piña y el azúcar moreno con el umami profundo de la salsa de soja, creando un equilibrio perfecto de sabores que hace que cada bocado sea una experiencia inolvidable. Desde entonces, he perfeccionado mi versión en casa para revivir aquellas sensaciones, incluso en los días más fríos del invierno.
En un recipiente grande, mezcla la salsa de soja, el jugo de piña, el azúcar moreno, el kétchup, el vinagre de arroz, el ajo picado y el jengibre rallado. Bate todos los ingredientes hasta que el azúcar se disuelva completamente. Esta mezcla aromática será la base que aportará esos sabores tropicales tan característicos del Pollo Huli Huli. El contraste entre los elementos dulces y salados crea una profundidad de sabor increíble.
Coloca los muslos de pollo en una bolsa de plástico con cierre hermético o en un recipiente poco profundo. Vierte la marinada sobre el pollo, asegurándote de que quede bien cubierto por todos lados. Cierra la bolsa herméticamente o cubre el recipiente con papel film y refrigera. Deja marinar el pollo durante al menos 2 horas, aunque para conseguir el máximo sabor, lo ideal es dejarlo toda la noche. Durante este tiempo, los ácidos del jugo de piña y el vinagre ablandarán las fibras de la carne, mientras que los azúcares y especias penetrarán profundamente.
Cuando estés listo para cocinar, precalienta la parrilla a fuego medio-alto (aproximadamente 180-200°C). Si utilizas una parrilla de carbón, espera hasta que las brasas estén cubiertas de ceniza blanca. Mientras tanto, saca el pollo de la marinada dejando que el exceso escurra. Reserva la marinada sobrante para utilizarla durante la cocción. Este proceso de escurrido es importante para evitar llamaradas excesivas en la parrilla.
Coloca los muslos de pollo en la parrilla caliente. Cocínalos durante aproximadamente 6-8 minutos por cada lado, hasta que la temperatura interna alcance los 75°C. Durante los últimos 5 minutos de cocción, unta el pollo con la marinada reservada para intensificar el sabor. Este baño final con la marinada crea una glaseado brillante y caramelizado en la superficie del pollo que es irresistible. Sin embargo, asegúrate de dejar de untar al menos 5 minutos antes de terminar la cocción para permitir que cualquier bacteria presente en la marinada se elimine por completo.
Mientras el pollo se está cocinando, aprovecha para colocar las rodajas de piña en la parrilla. Cocínalas durante unos 2-3 minutos por cada lado hasta que muestren marcas de parrilla y estén ligeramente caramelizadas. El calor de la parrilla intensifica el dulzor natural de la piña, creando un contrapunto perfecto para el pollo sazonado. Estas piñas no solo son un acompañamiento delicioso sino que también añaden un toque visual muy atractivo al plato.
Una vez que el pollo esté bien cocinado, retíralo de la parrilla y déjalo reposar durante unos minutos antes de servir. Este reposo permite que los jugos se redistribuyan por toda la carne, asegurando que cada bocado sea jugoso y sabroso. Sirve el Pollo Huli Huli espolvoreado con cebolletas picadas y semillas de sésamo si lo deseas. Acompaña con las rodajas de piña asada y arroz a un lado para completar la comida. ¡Disfruta de esta festiva y tropical delicia!
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