Recuerdo claramente la primera vez que preparé este plato de pollo griego con arroz de limón y garbanzos. Fue durante una tarde lluviosa cuando anhelaba los sabores mediterráneos que había experimentado durante unas vacaciones en las islas griegas. El aroma cítrico del limón mezclado con las hierbas aromáticas llenó mi cocina, transportándome instantáneamente a aquellas playas de aguas cristalinas y cielos infinitamente azules.
Este plato combina la simplicidad de la cocina griega con ingredientes frescos y saludables. La acidez del limón realza el sabor del pollo tierno, mientras que el arroz absorbe todos esos jugos aromáticos creando una base perfecta. Los garbanzos aportan proteína adicional y una textura contrastante que complementa maravillosamente el conjunto. Es uno de esos platos que, a pesar de su sencillez, logra impresionar tanto por su sabor como por su presentación colorida.
En una sartén grande, calienta una cucharada de aceite de oliva a fuego medio. Mientras se calienta, sazona las tiras de pollo con sal, pimienta, ajo en polvo y orégano, asegurándote de que cada pieza quede bien cubierta con las especias. Una vez que el aceite esté caliente, añade el pollo a la sartén. Cocínalo durante aproximadamente 5-7 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que el pollo esté dorado y completamente cocinado por dentro. La textura debe ser jugosa pero firme, sin ningún rastro de color rosado en el centro. Cuando esté listo, retira el pollo de la sartén y reserva en un plato. Este paso es crucial para sellar los jugos dentro del pollo y crear esa deliciosa costra dorada llena de sabor.
En la misma sartén donde cocinaste el pollo, añade la cucharada restante de aceite de oliva. Incorpora el arroz y tuéstalo durante 1-2 minutos, mezclándolo bien para que absorba los sabores del pollo y comience a desprender una agradable fragancia. Este proceso de tostado previo a la cocción ayuda a que los granos de arroz mantengan mejor su forma y textura. A continuación, añade el caldo de pollo, el jugo de limón y la ralladura de limón. Lleva esta mezcla a ebullición a fuego medio-alto. La combinación de estos ingredientes creará la base aromática donde el arroz absorberá todos esos sabores mediterráneos.
Una vez que comience a hervir, reduce el fuego a bajo, cubre la sartén con una tapa y deja que se cocine a fuego lento. Cocina durante aproximadamente 15 minutos o hasta que el arroz esté tierno y haya absorbido todo el líquido. Echa un vistazo ocasionalmente para asegurarte de que se está cocinando correctamente, pero evita remover demasiado el arroz ya que esto puede hacer que se vuelva pegajoso. Al final de este proceso, el arroz debería estar perfectamente cocido, suelto y haber absorbido todos los sabores cítricos del limón.
Después de que el arroz esté cocido, incorpora suavemente los garbanzos, las espinacas frescas y los tomates cherry partidos por la mitad. A continuación, devuelve el pollo cocinado a la sartén y mezcla todo delicadamente para no romper los granos de arroz. Cubre nuevamente la sartén y deja que se cocine durante otros 5 minutos, justo hasta que las espinacas se hayan marchitado y todos los ingredientes estén bien calientes. En este momento, tu cocina debería estar impregnada de un aroma increíble que combina los cítricos del limón, las hierbas aromáticas y el reconfortante olor del arroz cocido.
Retira la sartén del fuego. Espolvorea por encima el queso feta desmenuzado y algunas hierbas frescas para añadir un sabor extra. El calor residual derretirá ligeramente el queso feta, creando pequeños bolsillos de cremosidad salada que contrastan maravillosamente con los sabores frescos del limón. Prueba un poco y ajusta la sazón con más sal y pimienta si crees que es necesario. El equilibrio entre la acidez del limón, la cremosidad del queso feta y las hierbas aromáticas debe ser perfecto en este punto.
Sirve el pollo griego con arroz de limón y garbanzos caliente en platos, decorado con algunos gajos de limón adicionales si lo deseas. Cada porción debe incluir un equilibrio de todos los componentes: tiras de pollo doradas, arroz aromático, garbanzos tiernos, tomates jugosos y espinacas, todo ello coronado con el queso feta desmenuzado y las hierbas frescas. ¡Disfruta de cada delicioso bocado de esta vibrante comida mediterránea!