Print

Cazuela de Patatas Ralladas con Queso

La primera vez que probé esta cazuela de patatas ralladas fue durante una cena familiar en casa de mi abuela. Mientras el aroma de queso fundido y patatas doradas inundaba la cocina, todos esperábamos impacientes a que saliera del horno. Lo que parecía un simple acompañamiento se convirtió rápidamente en la estrella de la mesa. Desde entonces, esta receta se ha convertido en una tradición imprescindible en nuestras reuniones familiares, especialmente durante los meses fríos cuando el cuerpo pide consuelo en forma de platos calientes y reconfortantes.

 

Entre risas y conversaciones, descubrí que esta cazuela tiene el poder de unir a la familia alrededor de la mesa como pocos platillos logran hacerlo. Con el paso de los años, he adaptado la receta original para encontrar el equilibrio perfecto entre cremosidad, sabor y esa irresistible capa crujiente que todos se pelean por disfrutar.

  • Author: Maria
  • Prep Time: 15 minutos
  • Cook Time: 45 minutos
  • Total Time: 1 hora
  • Yield: 8 porciones 1x
  • Category: Guarnición
  • Method: Horneado
  • Cuisine: Americana

Ingredients

Scale

Para la cazuela:

  • 900g de patatas ralladas congeladas (descongeladas)
  • 1 lata (300g) de sopa cremosa de pollo
  • 1 taza de crema agria
  • 1/2 taza de cebolla finamente picada
  • 2 tazas de queso cheddar rallado (dividido)
  • 1/4 taza de mantequilla derretida
  • Sal y pimienta al gusto

Para la cobertura crujiente (opcional):

  • 1 taza de copos de maíz (corn flakes)
  • 2 cucharadas de mantequilla derretida (para mezclar con los copos)

Para servir (sugerencias):

 

  • Cebollino fresco picado
  • Una cucharada de crema agria adicional
  • Bacon crujiente desmenuzado

Instructions

Preparación inicial

  1. Comienza precalentando el horno a 175°C (350°F). Este paso es fundamental para asegurar que la cazuela se cocine de manera uniforme y desarrolle ese precioso tono dorado en la superficie.
  2. Mientras el horno se calienta, saca las patatas ralladas congeladas del congelador para que se descongelen. Si tienes prisa, puedes colocarlas en un colador y pasarlas bajo agua tibia, escurriéndolas bien después para eliminar el exceso de humedad.

Preparación de la mezcla

  1. En un recipiente grande, combina las patatas ralladas ya descongeladas con la sopa cremosa de pollo y la crema agria. Utiliza una espátula de silicona para integrar bien estos ingredientes, que constituyen la base cremosa de la cazuela.
  2. Añade la cebolla finamente picada, asegurándote de que los trozos sean pequeños para que se distribuyan uniformemente y aporten sabor sin dominar la textura del plato.
  3. Incorpora la mitad del queso cheddar rallado (1 taza) a la mezcla. Este queso se fundirá dentro de la cazuela, creando bolsillos de deliciosa cremosidad entre las patatas.
  4. Vierte la mantequilla derretida sobre la mezcla y sazona con sal y pimienta al gusto. Ten en cuenta que tanto la sopa como el queso ya contienen sal, así que añade con moderación.
  5. Mezcla todos estos ingredientes cuidadosamente hasta conseguir una combinación homogénea donde las patatas estén bien cubiertas por la mezcla cremosa.

Montaje de la cazuela

  1. Toma una fuente de horno rectangular de aproximadamente 23×33 cm (9×13 pulgadas) y engrásala ligeramente con mantequilla o aceite en spray para evitar que la cazuela se pegue.
  2. Vierte la mezcla de patatas en la fuente, distribuyéndola de manera uniforme con la espátula. Presiona suavemente para compactar ligeramente la mezcla, lo que ayudará a que la cazuela mantenga su forma al servir.
  3. Espolvorea la taza restante de queso cheddar rallado sobre toda la superficie, asegurándote de cubrir toda la cazuela para conseguir esa irresistible capa dorada y fundida.

Preparación de la cobertura crujiente (opcional)

  1. Si optas por añadir la cobertura crujiente, coloca los copos de maíz en una bolsa de plástico hermética y aplasta ligeramente con las manos o con un rodillo. No los pulverices; lo ideal es mantener trozos pequeños pero reconocibles.
  2. Mezcla los copos triturados con las 2 cucharadas de mantequilla derretida en un recipiente pequeño hasta que estén ligeramente humedecidos.
  3. Espolvorea esta mezcla uniformemente sobre la capa de queso, creando una cobertura que aportará un contraste crujiente con el interior cremoso.

Horneado

  1. Coloca la fuente en el horno precalentado, situándola en la rejilla central para asegurar un horneado uniforme.
  2. Hornea durante 45-50 minutos, hasta que observes que los bordes burbujean y la superficie adquiere un atractivo color dorado. Durante los últimos 15 minutos, vigila la cazuela para evitar que la parte superior se queme.

Presentación y servicio

 

  1. Al sacar la cazuela del horno, déjala reposar durante 5-10 minutos antes de servir. Este reposo permite que se asiente y facilita su servicio en porciones definidas.
  2. Si deseas realzar la presentación, espolvorea cebollino fresco picado sobre la superficie justo antes de llevar a la mesa.

Notes

  • El secreto para una cazuela perfecta está en escurrir bien las patatas ralladas después de descongelarlas. El exceso de humedad puede hacer que la cazuela quede aguada.
  • Si no encuentras sopa cremosa de pollo, puedes sustituirla por sopa cremosa de champiñones o de vegetales para una versión vegetariana.
  • Para una textura más ligera, puedes sustituir parte de la crema agria por yogur griego natural, aunque esto modificará ligeramente el sabor final.
  • La cebolla puede saltearse brevemente antes de incorporarla a la mezcla si prefieres un sabor más suave y dulce.
  • Para una versión más económica, puedes utilizar queso rallado genérico en lugar de cheddar, aunque este último aporta un sabor más intenso y funde mejor.

 

  • Si no tienes copos de maíz para la cobertura, puedes utilizar patatas fritas trituradas o pan rallado mezclado con mantequilla derretida y un poco de parmesano.

Nutrition