Cazuela de Patatas Ralladas con Queso

La primera vez que probé esta cazuela de patatas ralladas fue durante una cena familiar en casa de mi abuela. Mientras el aroma de queso fundido y patatas doradas inundaba la cocina, todos esperábamos impacientes a que saliera del horno. Lo que parecía un simple acompañamiento se convirtió rápidamente en la estrella de la mesa. Desde entonces, esta receta se ha convertido en una tradición imprescindible en nuestras reuniones familiares, especialmente durante los meses fríos cuando el cuerpo pide consuelo en forma de platos calientes y reconfortantes.

Entre risas y conversaciones, descubrí que esta cazuela tiene el poder de unir a la familia alrededor de la mesa como pocos platillos logran hacerlo. Con el paso de los años, he adaptado la receta original para encontrar el equilibrio perfecto entre cremosidad, sabor y esa irresistible capa crujiente que todos se pelean por disfrutar.

Por qué amarás esta receta

Esta cazuela de patatas ralladas con queso tiene cualidades que la convierten en un plato absolutamente adictivo:

  • La combinación de texturas es sublime: cremosa por dentro y crujiente por fuera
  • El sabor del queso cheddar se intensifica durante el horneado, creando capas de sabor
  • Es increíblemente versátil, perfecta como guarnición o como plato principal
  • Se puede preparar con anticipación, facilitando la organización de comidas
  • Resulta reconfortante y satisfactoria, ideal para días fríos o cuando necesitas consuelo culinario
  • Su aspecto dorado y burbujeante la convierte en la estrella de cualquier mesa

Ingredientes

Para la cazuela:

  • 900g de patatas ralladas congeladas (descongeladas)
  • 1 lata (300g) de sopa cremosa de pollo
  • 1 taza de crema agria
  • 1/2 taza de cebolla finamente picada
  • 2 tazas de queso cheddar rallado (dividido)
  • 1/4 taza de mantequilla derretida
  • Sal y pimienta al gusto

La cobertura crujiente (opcional):

  • 1 taza de copos de maíz (corn flakes)
  • 2 cucharadas de mantequilla derretida (para mezclar con los copos)

Servir (sugerencias):

  • Cebollino fresco picado
  • Una cucharada de crema agria adicional
  • Bacon crujiente desmenuzado

Instrucciones paso a paso

Preparación inicial

  1. Comienza precalentando el horno a 175°C (350°F). Este paso es fundamental para asegurar que la cazuela se cocine de manera uniforme y desarrolle ese precioso tono dorado en la superficie.
  2. Mientras el horno se calienta, saca las patatas ralladas congeladas del congelador para que se descongelen. Si tienes prisa, puedes colocarlas en un colador y pasarlas bajo agua tibia, escurriéndolas bien después para eliminar el exceso de humedad.

Preparación de la mezcla

  1. En un recipiente grande, combina las patatas ralladas ya descongeladas con la sopa cremosa de pollo y la crema agria. Utiliza una espátula de silicona para integrar bien estos ingredientes, que constituyen la base cremosa de la cazuela.
  2. Añade la cebolla finamente picada, asegurándote de que los trozos sean pequeños para que se distribuyan uniformemente y aporten sabor sin dominar la textura del plato.
  3. Incorpora la mitad del queso cheddar rallado (1 taza) a la mezcla. Este queso se fundirá dentro de la cazuela, creando bolsillos de deliciosa cremosidad entre las patatas.
  4. Vierte la mantequilla derretida sobre la mezcla y sazona con sal y pimienta al gusto. Ten en cuenta que tanto la sopa como el queso ya contienen sal, así que añade con moderación.
  5. Mezcla todos estos ingredientes cuidadosamente hasta conseguir una combinación homogénea donde las patatas estén bien cubiertas por la mezcla cremosa.

Montaje de la cazuela

  1. Toma una fuente de horno rectangular de aproximadamente 23×33 cm (9×13 pulgadas) y engrásala ligeramente con mantequilla o aceite en spray para evitar que la cazuela se pegue.
  2. Vierte la mezcla de patatas en la fuente, distribuyéndola de manera uniforme con la espátula. Presiona suavemente para compactar ligeramente la mezcla, lo que ayudará a que la cazuela mantenga su forma al servir.
  3. Espolvorea la taza restante de queso cheddar rallado sobre toda la superficie, asegurándote de cubrir toda la cazuela para conseguir esa irresistible capa dorada y fundida.

Preparación de la cobertura crujiente (opcional)

  1. Si optas por añadir la cobertura crujiente, coloca los copos de maíz en una bolsa de plástico hermética y aplasta ligeramente con las manos o con un rodillo. No los pulverices; lo ideal es mantener trozos pequeños pero reconocibles.
  2. Mezcla los copos triturados con las 2 cucharadas de mantequilla derretida en un recipiente pequeño hasta que estén ligeramente humedecidos.
  3. Espolvorea esta mezcla uniformemente sobre la capa de queso, creando una cobertura que aportará un contraste crujiente con el interior cremoso.

Horneado

  1. Coloca la fuente en el horno precalentado, situándola en la rejilla central para asegurar un horneado uniforme.
  2. Hornea durante 45-50 minutos, hasta que observes que los bordes burbujean y la superficie adquiere un atractivo color dorado. Durante los últimos 15 minutos, vigila la cazuela para evitar que la parte superior se queme.

Presentación y servicio

  1. Al sacar la cazuela del horno, déjala reposar durante 5-10 minutos antes de servir. Este reposo permite que se asiente y facilita su servicio en porciones definidas.
  2. Si deseas realzar la presentación, espolvorea cebollino fresco picado sobre la superficie justo antes de llevar a la mesa.

Sugerencias para servir

Esta cazuela de patatas ralladas es extremadamente versátil y puede servirse de múltiples formas:

  • Como acompañamiento perfecto para carnes asadas, especialmente pollo o cerdo
  • Junto a una ensalada verde fresca para equilibrar su riqueza
  • Como plato principal para un brunch o cena informal, acompañada de vegetales salteados
  • En porciones individuales para un bufé de fiestas o celebraciones
  • Como guarnición estrella en comidas festivas como Navidad o Día de Acción de Gracias
  • Para brunches familiares de fin de semana, acompañada de huevos revueltos y frutas frescas

Variaciones de la receta

Versión con jamón y queso suizo

Añade 1 taza de jamón cocido cortado en cubitos y sustituye parte del cheddar por queso suizo para un sabor más profundo y ligeramente ahumado.

Versión picante al estilo tex-mex

Incorpora un chile jalapeño picado, 1/2 taza de pimientos morrones en cubitos y sustituye parte del cheddar por queso pepper jack. Sirve con guacamole y pico de gallo fresco.

Versión gourmet con hierbas frescas

Añade 2 cucharadas de tomillo fresco picado y 1 cucharada de romero a la mezcla base. Sustituye parte del cheddar por queso gruyère y finaliza con una cobertura de pan rallado mezclado con parmesano.

Consejos para preparar con anticipación

Esta cazuela se presta perfectamente para la preparación anticipada:

  • Día anterior: Prepara toda la mezcla y colócala en la fuente de horno, cúbrela con film transparente y refrigérala. Al día siguiente, añade la capa final de queso y la cobertura crujiente justo antes de hornear. Ten en cuenta que, al estar fría, puede necesitar 5-10 minutos adicionales de horneado.
  • Congelación: La cazuela sin hornear puede congelarse hasta por 3 meses. Envuélvela bien con film transparente y papel aluminio. Para cocinarla, descongela durante la noche en el refrigerador y hornea según las instrucciones, añadiendo unos 10-15 minutos extra al tiempo de horneado.
  • Sobras: Si tienes sobras, se conservan perfectamente en el refrigerador durante 3-4 días. Recalienta en el horno a 150°C (300°F) cubierta con papel aluminio hasta que esté completamente caliente.

Notas importantes

  • El secreto para una cazuela perfecta está en escurrir bien las patatas ralladas después de descongelarlas. El exceso de humedad puede hacer que la cazuela quede aguada.
  • Si no encuentras sopa cremosa de pollo, puedes sustituirla por sopa cremosa de champiñones o de vegetales para una versión vegetariana.
  • Para una textura más ligera, puedes sustituir parte de la crema agria por yogur griego natural, aunque esto modificará ligeramente el sabor final.
  • La cebolla puede saltearse brevemente antes de incorporarla a la mezcla si prefieres un sabor más suave y dulce.
  • Para una versión más económica, puedes utilizar queso rallado genérico en lugar de cheddar, aunque este último aporta un sabor más intenso y funde mejor.
  • Si no tienes copos de maíz para la cobertura, puedes utilizar patatas fritas trituradas o pan rallado mezclado con mantequilla derretida y un poco de parmesano.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar patatas ralladas frescas en lugar de congeladas?

Sí, puedes rallar patatas frescas, pero es importante extraer el exceso de humedad. Después de rallarlas, colócalas en un paño limpio y exprímelas bien antes de usarlas. También puedes sumergirlas brevemente en agua para eliminar algo del almidón y después secarlas completamente.

¿Es necesario descongelar las patatas ralladas antes de usarlas?

Sí, es altamente recomendable descongelarlas y escurrirlas bien. Las patatas congeladas contienen mucha humedad que podría hacer que tu cazuela quede aguada.

¿Puedo hacer esta receta sin lácteos?

Puedes adaptar la receta utilizando alternativas sin lácteos: crema agria vegana, queso vegano que funda bien y margarina vegetal en lugar de mantequilla. El resultado tendrá una textura ligeramente diferente pero seguirá siendo delicioso.

¿Cuánto tiempo se mantiene esta cazuela si sobra?

Refrigerada en un recipiente hermético, se conserva bien durante 3-4 días. Para recalentarla, hazlo en el horno a temperatura moderada (150°C) para mantener la textura, evitando el microondas que puede hacer que las patatas se vuelvan gomosas.

¿Puedo preparar porciones individuales?

Absolutamente. Divide la mezcla en ramequines individuales o en una bandeja para muffins grande. Reduce el tiempo de horneado a aproximadamente 25-30 minutos, vigilando hasta que estén doradas y burbujeantes.

Espero que disfrutes preparando esta reconfortante cazuela de patatas ralladas con queso. Es uno de esos platos que, aunque simple en su concepción, logra cautivar por su combinación perfecta de texturas y sabores. Tanto si la sirves en una cena familiar como si la llevas a una comida compartida, estoy seguro de que se convertirá en una de tus recetas favoritas por su versatilidad y por la felicidad que genera en quienes la prueban.

Print

Cazuela de Patatas Ralladas con Queso

La primera vez que probé esta cazuela de patatas ralladas fue durante una cena familiar en casa de mi abuela. Mientras el aroma de queso fundido y patatas doradas inundaba la cocina, todos esperábamos impacientes a que saliera del horno. Lo que parecía un simple acompañamiento se convirtió rápidamente en la estrella de la mesa. Desde entonces, esta receta se ha convertido en una tradición imprescindible en nuestras reuniones familiares, especialmente durante los meses fríos cuando el cuerpo pide consuelo en forma de platos calientes y reconfortantes.

 

Entre risas y conversaciones, descubrí que esta cazuela tiene el poder de unir a la familia alrededor de la mesa como pocos platillos logran hacerlo. Con el paso de los años, he adaptado la receta original para encontrar el equilibrio perfecto entre cremosidad, sabor y esa irresistible capa crujiente que todos se pelean por disfrutar.

  • Author: Maria
  • Prep Time: 15 minutos
  • Cook Time: 45 minutos
  • Total Time: 1 hora
  • Yield: 8 porciones 1x
  • Category: Guarnición
  • Method: Horneado
  • Cuisine: Americana

Ingredients

Scale

Para la cazuela:

  • 900g de patatas ralladas congeladas (descongeladas)
  • 1 lata (300g) de sopa cremosa de pollo
  • 1 taza de crema agria
  • 1/2 taza de cebolla finamente picada
  • 2 tazas de queso cheddar rallado (dividido)
  • 1/4 taza de mantequilla derretida
  • Sal y pimienta al gusto

Para la cobertura crujiente (opcional):

  • 1 taza de copos de maíz (corn flakes)
  • 2 cucharadas de mantequilla derretida (para mezclar con los copos)

Para servir (sugerencias):

 

  • Cebollino fresco picado
  • Una cucharada de crema agria adicional
  • Bacon crujiente desmenuzado

Instructions

Preparación inicial

  1. Comienza precalentando el horno a 175°C (350°F). Este paso es fundamental para asegurar que la cazuela se cocine de manera uniforme y desarrolle ese precioso tono dorado en la superficie.
  2. Mientras el horno se calienta, saca las patatas ralladas congeladas del congelador para que se descongelen. Si tienes prisa, puedes colocarlas en un colador y pasarlas bajo agua tibia, escurriéndolas bien después para eliminar el exceso de humedad.

Preparación de la mezcla

  1. En un recipiente grande, combina las patatas ralladas ya descongeladas con la sopa cremosa de pollo y la crema agria. Utiliza una espátula de silicona para integrar bien estos ingredientes, que constituyen la base cremosa de la cazuela.
  2. Añade la cebolla finamente picada, asegurándote de que los trozos sean pequeños para que se distribuyan uniformemente y aporten sabor sin dominar la textura del plato.
  3. Incorpora la mitad del queso cheddar rallado (1 taza) a la mezcla. Este queso se fundirá dentro de la cazuela, creando bolsillos de deliciosa cremosidad entre las patatas.
  4. Vierte la mantequilla derretida sobre la mezcla y sazona con sal y pimienta al gusto. Ten en cuenta que tanto la sopa como el queso ya contienen sal, así que añade con moderación.
  5. Mezcla todos estos ingredientes cuidadosamente hasta conseguir una combinación homogénea donde las patatas estén bien cubiertas por la mezcla cremosa.

Montaje de la cazuela

  1. Toma una fuente de horno rectangular de aproximadamente 23×33 cm (9×13 pulgadas) y engrásala ligeramente con mantequilla o aceite en spray para evitar que la cazuela se pegue.
  2. Vierte la mezcla de patatas en la fuente, distribuyéndola de manera uniforme con la espátula. Presiona suavemente para compactar ligeramente la mezcla, lo que ayudará a que la cazuela mantenga su forma al servir.
  3. Espolvorea la taza restante de queso cheddar rallado sobre toda la superficie, asegurándote de cubrir toda la cazuela para conseguir esa irresistible capa dorada y fundida.

Preparación de la cobertura crujiente (opcional)

  1. Si optas por añadir la cobertura crujiente, coloca los copos de maíz en una bolsa de plástico hermética y aplasta ligeramente con las manos o con un rodillo. No los pulverices; lo ideal es mantener trozos pequeños pero reconocibles.
  2. Mezcla los copos triturados con las 2 cucharadas de mantequilla derretida en un recipiente pequeño hasta que estén ligeramente humedecidos.
  3. Espolvorea esta mezcla uniformemente sobre la capa de queso, creando una cobertura que aportará un contraste crujiente con el interior cremoso.

Horneado

  1. Coloca la fuente en el horno precalentado, situándola en la rejilla central para asegurar un horneado uniforme.
  2. Hornea durante 45-50 minutos, hasta que observes que los bordes burbujean y la superficie adquiere un atractivo color dorado. Durante los últimos 15 minutos, vigila la cazuela para evitar que la parte superior se queme.

Presentación y servicio

 

  1. Al sacar la cazuela del horno, déjala reposar durante 5-10 minutos antes de servir. Este reposo permite que se asiente y facilita su servicio en porciones definidas.
  2. Si deseas realzar la presentación, espolvorea cebollino fresco picado sobre la superficie justo antes de llevar a la mesa.

Notes

  • El secreto para una cazuela perfecta está en escurrir bien las patatas ralladas después de descongelarlas. El exceso de humedad puede hacer que la cazuela quede aguada.
  • Si no encuentras sopa cremosa de pollo, puedes sustituirla por sopa cremosa de champiñones o de vegetales para una versión vegetariana.
  • Para una textura más ligera, puedes sustituir parte de la crema agria por yogur griego natural, aunque esto modificará ligeramente el sabor final.
  • La cebolla puede saltearse brevemente antes de incorporarla a la mezcla si prefieres un sabor más suave y dulce.
  • Para una versión más económica, puedes utilizar queso rallado genérico en lugar de cheddar, aunque este último aporta un sabor más intenso y funde mejor.

 

  • Si no tienes copos de maíz para la cobertura, puedes utilizar patatas fritas trituradas o pan rallado mezclado con mantequilla derretida y un poco de parmesano.

Nutrition

  • Serving Size: 1/8 de cazuela
  • Calories: 320
  • Sugar: 2g
  • Sodium: 560mg
  • Fat: 22g
  • Saturated Fat: 12g
  • Unsaturated Fat: 8g
  • Trans Fat: 0.5g
  • Carbohydrates: 25g
  • Fiber: 2g
  • Protein: 8g
  • Cholesterol: 55mg

Did you make this recipe?

Share a photo and tag us — we can’t wait to see what you’ve made!

Leave a Comment

Recipe rating