Durante un inolvidable viaje por la campiña de Pensilvania, tuve la fortuna de probar la auténtica Cazuela de Cosecha Amish. En aquella tarde otoñal, una familia local me invitó a compartir su mesa. Me sorprendió cómo ingredientes tan sencillos podían crear sabores tan profundos. Desde entonces, he adaptado esta receta para mi hogar, manteniendo su esencia reconfortante que evoca la vida rural y sus valores tradicionales.
Dora la carne picada en una sartén grande a fuego medio-alto. Luego escurre el exceso de grasa con un colador. A continuación, añade la cebolla y el ajo al mismo recipiente. Cocina todo junto durante 3-4 minutos más hasta que la cebolla se vuelva translúcida. Mientras tanto, sazona la mezcla con sal y pimienta para integrar los sabores desde el principio.
Después de cocinar los ingredientes base, transfiérelos a la olla de cocción lenta. Asegúrate de distribuir uniformemente esta mezcla en el fondo.
Sobre la base de carne, distribuye las zanahorias, patatas, maíz y judías verdes. Sin embargo, cuida que todos los vegetales tengan tamaños similares para una cocción pareja.
A continuación, vierte la crema de champiñones por encima. Luego espolvorea el tomillo y perejil secos sobre toda la superficie. Con una cuchara grande, mezcla suavemente todos los ingredientes. No obstante, evita remover en exceso para mantener cierta separación entre las capas.
Cubre la olla con su tapa y programa la cocción a temperatura baja durante 6-8 horas. Durante este tiempo, los sabores se desarrollarán plenamente. Además, las verduras absorberán los aromas de las hierbas y la carne.
Los jugos se mezclarán con la crema de champiñones creando una salsa rica. Mientras tanto, las patatas y zanahorias alcanzarán una textura tierna sin deshacerse.