Estaba pasando por esa fase en la que llegaba perpetuamente tarde al trabajo (todos hemos estado ahí), y desayunar normalmente significaba una triste barrita de granola devorada en medio del tráfico. Sin embargo, todo cambió cuando mi amiga me presentó la avena nocturna y ¡BAM! – mi vida dio un giro completo. Esta Avena Nocturna con Fresas y Crema es básicamente tu salvación matutina en un frasco. Simplemente mezclas todos los ingredientes la noche anterior y, al despertar, te espera un desayuno cremoso lleno de fresas. Es como si tu yo del pasado le hubiera hecho un gran favor a tu yo de la mañana. Además, sabe a tarta de queso con fresas pero, sorprendentemente, es saludable. ¡Un verdadero triunfo para el desayuno!
Author:Maria
Prep Time:5 minutos
Total Time:8 horas (incluyendo refrigeración nocturna)
Yield:1 porción 1x
Category:Desayuno
Method:Sin cocción, Refrigerado
Cuisine:Internacional, Saludable
Ingredients
Scale
Para la Base:
1/2 taza de avena tradicional (no instantánea, no de corte de acero – la normal)
1/2 taza de leche (del tipo que bebas – de vaca, almendra, avena, sin prejuicios)
1/4 taza de yogur griego natural (el de grasa completa sabe mejor, pero usa lo que prefieras)
1 cucharada de semillas de chía (se hinchan y hacen todo cremoso)
1–2 cucharadas de sirope de arce o miel (dependiendo de cuán dulce sea tu paladar)
1/4 cucharadita de extracto de vainilla (la auténtica marca la diferencia)
Pizca de sal (suena raro pero confía en mí, realza el dulzor)
Para la Bondad de Fresas:
3/4 taza de fresas frescas, cortadas en dados (las congeladas funcionan en caso de apuro)
1 cucharada de mermelada de fresa (opcional, pero añade un golpe de sabor)
Añadidos Opcionales:
1 cucharada de queso crema (para ese ambiente de tarta de queso)
Espolvoreado de galletas graham trituradas (refuerza la sensación de tarta de queso)
Un pequeño puñado de chips de chocolate blanco (para cuando te sientas especialmente goloso)
1 cucharada de almendras laminadas o pistachos picados (para dar crujido)
Un chorrito extra de crema (para cuando vives la vida sin arrepentimientos)
Instructions
Encuentra tu recipiente perfecto: Busca un frasco de vidrio con tapa o un recipiente hermético. En lo personal, me encantan los frascos Mason porque tienen ese aire vintage y honestamente, hacen que la avena se vea más bonita (sí, le tomo fotos a mi desayuno, no me juzgues).
Mezcla los ingredientes base: En tu recipiente elegido, combina la avena, leche, yogur griego, semillas de chía, endulzante, extracto de vainilla y esa pizca mágica de sal. Revuelve bien hasta que no queden grumos y todas las semillas de chía estén distribuidas uniformemente.
Incorpora las fresas: Después de cortar las fresas en trozos pequeños, añade la mayoría al recipiente. Guarda algunas para decorar encima mañana. Si estás usando la mermelada de fresa, este es el momento de agregarla. Mezcla ligeramente para distribuirla a través de la avena.
Añade tus extras especiales: Si optas por incluir queso crema, córtalo en cubitos pequeños e incorpóralo a la mezcla. Para las migas de galleta, chips de chocolate o frutos secos, puedes mezclarlos ahora o guardarlos para añadirlos justo antes de comer para mantener su textura.
Refrigera durante la noche: Coloca la tapa en tu recipiente y refrigera por al menos 6 horas, pero preferiblemente toda la noche. Durante este tiempo, la magia sucede: la avena absorbe el líquido, las semillas de chía se expanden, y todos los sabores se fusionan maravillosamente.
¡Disfruta tu creación matutina!: A la mañana siguiente, saca tu avena del refrigerador. Si parece demasiado espesa, añade un poco más de leche. Decora con las fresas restantes y cualquier otro añadido que hayas reservado. ¡Listo para disfrutar!
Notes
La textura ideal de esta avena es cremosa pero con cierta consistencia. Si la encuentras demasiado líquida por la mañana, prueba reduciendo ligeramente la cantidad de leche la próxima vez.
Para obtener el máximo sabor, deja que las fresas se maceren con un poco de azúcar durante 10 minutos antes de añadirlas a la mezcla.
Aunque puedes consumir esta avena hasta 3 días después de prepararla, el sabor y la textura son óptimos dentro de las primeras 24 horas.
Si notas que las semillas de chía se agrupan en la mezcla, intenta revolver la avena unos 30 minutos después de haberla preparado, antes de dejarla toda la noche.
Esta receta es altamente nutritiva: proporciona fibra (avena y fresas), proteínas (yogur griego y chía), ácidos grasos saludables (chía) y antioxidantes (fresas).