¡Hola amantes de la buena comida! Hoy comparto con ustedes una de mis recetas favoritas que trae los vibrantes sabores del Mediterráneo directamente a tu mesa. Descubrí estas albóndigas mediterráneas de pollo durante una clase de cocina que tomé después de regresar de un viaje a Grecia, y desde entonces se han convertido en un elemento básico en mi hogar.
Cada vez que preparo estas albóndigas, el aroma de las hierbas y los tomates secos llena mi cocina, transportándome instantáneamente a esas encantadoras tabernas junto al mar. Hay algo mágico en cómo estos ingredientes sencillos se combinan para crear algo tan delicioso que incluso mis comensales más exigentes piden repetir.
Lo primero es lo primero: precalienta tu horno a 200°C (400°F). Mientras se calienta, toma un recipiente grande para mezclar. ¡Aquí mezclarás todos tus deliciosos ingredientes!
En el recipiente para mezclar, agrega el pollo molido, el pan rallado, el parmesano rallado, el perejil picado, la cebolla roja finamente picada, los tomates secos, el ajo en polvo, el orégano, la sal, la pimienta y el huevo. Usando tus manos, mezcla todo hasta que esté bien combinado. No tengas miedo de ensuciarte un poco; ¡es parte de la diversión!
Ahora, es momento de formar las albóndigas. Toma una pequeña cantidad de la mezcla y forma bolas de aproximadamente 2,5 a 3,8 centímetros de diámetro. Colócalas en un plato mientras avanzas. Deberías obtener alrededor de 15-20 albóndigas, dependiendo de qué tan grandes las hagas.
Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Una vez caliente, añade cuidadosamente las albóndigas a la sartén. Cocínalas durante aproximadamente 5-7 minutos, girándolas ocasionalmente hasta que estén bien doradas por todos los lados. ¡Este paso añade un sabor maravilloso!
Después de dorarlas, transfiere las albóndigas a una bandeja para hornear. Mételas en el horno precalentado y hornéalas durante 15-20 minutos. Quieres asegurarte de que alcancen una temperatura interna de 75°C (165°F) para que sean seguras y deliciosas.
Una vez listas, sácalas del horno y déjalas enfriar por solo un minuto. Sirve tus deliciosas albóndigas mediterráneas de pollo calientes con una guarnición de salsa tzatziki, una ensalada fresca, o incluso incorpóralas en un bowl de granos. ¡Disfruta cada bocado de estas sabrosas delicias!
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