Albóndigas de Pollo Parmesano en Olla de Cocción Lenta

Estas albóndigas de pollo parmesano cocinadas a fuego lento combinan la comodidad de la cocción lenta con el sabor clásico italiano. Son tiernas, jugosas y bañadas en salsa marinara. Además, están coronadas con queso mozzarella derretido. Sin duda, representan una versión reconfortante y sencilla del tradicional pollo parmesano que toda la familia adorará.

Introducción

Las albóndigas de pollo parmesano en olla de cocción lenta llegaron a mi vida durante una época particularmente ocupada. Entre el trabajo y las actividades familiares, necesitaba recetas que pudiera preparar por la mañana. De esta manera, estarían listas al regresar a casa por la tarde.

Un domingo, mientras hojeaba un antiguo recetario de mi abuela, encontré su receta de pollo parmesano tradicional. Entonces pensé: “¿Por qué no transformarla en albóndigas para la olla lenta?”

La primera vez que preparé esta receta, el aroma que inundaba la casa cuando regresamos fue simplemente irresistible. Mi familia, por supuesto, se apresuró a la cocina. Estaban atraídos por ese perfume italiano que prometía una cena reconfortante. Desde entonces, estas albóndigas se han convertido en nuestro salvavidas culinario durante las semanas más ocupadas. Han demostrado que la comida casera deliciosa puede ser también práctica y sencilla.

Razones para amar esta receta

Esta receta se ha ganado un lugar especial en nuestro repertorio familiar por varias razones convincentes:

  • Practicidad inigualable: La olla de cocción lenta hace todo el trabajo mientras tú te ocupas de tus asuntos. Por lo tanto, podrás disfrutar de una comida casera sin estar atado a la cocina.
  • Versatilidad sorprendente: Estas albóndigas funcionan igualmente bien servidas sobre pasta, en sándwiches tipo sub, o simplemente solas como plato principal con una ensalada fresca.
  • Economía doméstica: El pollo picado suele ser más económico que los cortes enteros. Además, esta receta rinde generosamente para varias comidas o para alimentar a un grupo numeroso.
  • Sabor que mejora con el tiempo: Como muchos guisos y salsas, estas albóndigas saben incluso mejor al día siguiente. En consecuencia, son una excelente opción para preparar con anticipación.
  • Apta para congelador: La posibilidad de preparar una tanda grande y congelar parte para futuras comidas de emergencia añade un nivel adicional de conveniencia a tu planificación culinaria.

Asimismo, esta versión en albóndigas resulta más fácil de comer para los niños pequeños en comparación con el tradicional filete de pollo empanado. Por consiguiente, la cena familiar se convierte en una experiencia más relajada y menos accidentada.

Ingredientes

Para las albóndigas:

  • 900 g de pollo picado, preferiblemente carne oscura
  • 2 huevos grandes
  • 120 ml (½ taza) de pan rallado panko
  • 80 ml (⅓ taza) de queso parmesano finamente rallado, más extra para servir
  • 120 ml (½ taza) de cebolla amarilla finamente picada
  • 80 ml (⅓ taza) de perejil o albahaca fresca picada, más extra para servir
  • 3 dientes de ajo picados
  • 1 cucharada de sal kosher
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • ½ cucharadita de pimienta negra recién molida

Para la salsa y terminación:

  • 2 frascos (650-700 g cada uno) de salsa marinara (aproximadamente 1,25 litros en total)
  • 225 g (2 tazas) de queso mozzarella semi-descremado rallado (opcional)

Preparación de los ingredientes

Técnicas de picado

Antes de comenzar a formar las albóndigas, resulta fundamental asegurarse de que todos los ingredientes estén correctamente preparados. Primero, este paso preliminar facilitará enormemente el proceso de elaboración. Segundo, garantizará un resultado más homogéneo y sabroso.

Para la cebolla, es importante picarla muy finamente. De este modo, se integrará bien en la mezcla de las albóndigas sin trozos grandes que pudieran separarse durante la cocción. En cuanto al perejil o la albahaca, un picado grueso permitirá disfrutar mejor de su sabor y color en el producto final.

Preparación de la carne

El pollo picado idealmente debería estar frío, pero no congelado. Por tanto, si utilizas pollo congelado, asegúrate de descongelarlo completamente en la nevera. Luego, escurre cualquier exceso de líquido antes de incorporarlo a la mezcla.

Sin duda, la carne oscura de pollo (muslos y contramuslos) proporcionará albóndigas más jugosas y sabrosas que la pechuga. Esto se debe a su mayor contenido en grasa.

Instrucciones paso a paso

Preparación de la olla de cocción lenta

  1. Prepara la base de salsa. Vierte la mitad de la salsa marinara (aproximadamente 625 ml) en una olla de cocción lenta de 6 litros o más grande. A continuación, distribuye la salsa uniformemente para cubrir el fondo del recipiente. Este paso crea una cama protectora que evitará que las albóndigas se peguen o se quemen.

Preparación de la mezcla de albóndigas

  1. Prepara la base. En un recipiente grande, coloca los huevos y bátelos ligeramente con un tenedor hasta que estén combinados. En efecto, esta base líquida ayudará a unir todos los ingredientes.
  2. Añade los aromáticos y especias. Incorpora el pan rallado panko, el queso parmesano, la cebolla picada, el perejil o albahaca, el ajo, la sal, el orégano y la pimienta. Después, mezcla bien con una cuchara hasta que todos los ingredientes estén uniformemente distribuidos y el pan rallado esté completamente humedecido.
  3. Incorpora el pollo. Añade el pollo picado a la mezcla. Entonces, con las manos limpias, combina todos los ingredientes hasta conseguir una mezcla homogénea. Es importante no apretar o trabajar excesivamente la carne para evitar que las albóndigas queden duras.

Formación de las albóndigas

  1. Prepara un recipiente con agua. Llena un recipiente mediano con agua limpia. Como resultado, mojar las manos en este agua periódicamente evitará que la mezcla se pegue a tus dedos durante el proceso de formación.
  2. Forma las albóndigas. Tomando aproximadamente 2 cucharadas de la mezcla (unos 30 g) cada vez, forma albóndigas de unos 4 cm de diámetro. Mientras tanto, humedece tus manos según sea necesario para facilitar el proceso.
  3. Colócalas en la olla. A medida que vayas formando las albóndigas, colócalas directamente sobre la salsa en la olla de cocción lenta. Finalmente, terminarás con aproximadamente una capa y media de albóndigas.

Cocción

  1. Añade el resto de la salsa. Una vez colocadas todas las albóndigas, vierte el resto de la salsa marinara uniformemente sobre ellas. Al mismo tiempo, asegúrate de cubrirlas por completo.
  2. Programa la cocción. Tapa la olla y programa la cocción en ajuste BAJO durante 6 a 8 horas. Por consiguiente, las albóndigas estarán listas cuando estén completamente cocinadas en el centro y los sabores se hayan integrado perfectamente.
  3. Añade el queso (opcional). Si deseas darles el auténtico toque parmesano, espolvorea el queso mozzarella rallado sobre las albóndigas durante los últimos 15 minutos de cocción. No obstante, mantén la olla tapada para que el queso se derrita por completo.

Finalización y servicio

  1. Comprueba la cocción. Verifica que las albóndigas estén completamente cocinadas cortando una por la mitad. Es decir, no debe verse ningún rastro de carne rosada en el interior.
  2. Finaliza la presentación. Espolvorea con perejil o albahaca fresca adicional para añadir color y un toque de frescor. Para terminar, sirve con queso parmesano extra para que cada comensal pueda añadir a su gusto.

Sugerencias para servir

Opciones de presentación

Estas versátiles albóndigas de pollo parmesano ofrecen múltiples posibilidades a la hora de servirlas:

  • Sobre pasta larga: Colócalas sobre un nido de espaguetis o linguine al dente para la experiencia italiana tradicional. De hecho, asegúrate de servir con abundante salsa y queso parmesano recién rallado.
  • En sándwiches: Corta las albóndigas por la mitad y colócalas en un pan tipo baguette o submarino tostado con queso derretido adicional. Como resultado, crearás un suculento sándwich de albóndigas parmesanas.
  • Con polenta cremosa: Una base de polenta suave y cremosa complementa perfectamente la textura de las albóndigas. Además, absorbe deliciosamente la salsa.
  • Sobre arroz: Un lecho de arroz blanco o integral sirve como acompañamiento neutro. Por lo tanto, permite que los sabores de las albóndigas brillen.
  • Como aperitivo: Las albóndigas más pequeñas servidas con palillos y una cucharada de salsa adicional funcionan perfectamente como aperitivo en reuniones.

Complementos ideales

Para una comida completa y equilibrada, acompaña con una ensalada verde fresca aliñada con vinagreta sencilla de limón o un plato de verduras asadas de temporada. Sin embargo, un pan crujiente con corteza para mojar en la deliciosa salsa es siempre un complemento bienvenido.

Variaciones de la receta

Esta versátil receta puede adaptarse fácilmente según tus preferencias:

Diferentes carnes:

  • Mixta: Combina mitad pollo y mitad pavo picado para una textura ligeramente diferente.
  • Completamente de pavo: Sustituye el pollo por pavo picado para una versión aún más magra.
  • Italiana clásica: Usa una mezcla de ternera, cerdo y ternera para una versión más tradicional pero menos ligera.

Ajustes de especias:

  • Picante: Añade hojuelas de chile rojo o pimentón ahumado a la mezcla de las albóndigas para darles un toque picante.
  • Herbácea: Incrementa la cantidad de hierbas frescas o añade una cucharada de pesto a la mezcla para intensificar el sabor.
  • Mediterránea: Incorpora aceitunas picadas y un poco de ralladura de limón para un giro mediterráneo.

Opciones sin gluten:

  • Sustituye el pan rallado panko por una versión sin gluten o utiliza copos de quinoa o avena molida.

Variaciones en la salsa:

  • Cremosa: Añade 120 ml de nata para cocinar en los últimos 30 minutos. Por lo tanto, conseguirás una salsa más rica y cremosa.
  • Arrabiata: Usa salsa marinara picante o añade chile rojo picado para una versión con más vigor.
  • Primavera: Incorpora verduras picadas como calabacín, pimiento o espinacas durante la última hora de cocción.

Cada una de estas variaciones mantiene la esencia reconfortante del plato original. Al mismo tiempo, ofrece una experiencia gustativa renovada. En definitiva, te permite adaptar la receta según los ingredientes disponibles o las preferencias de tu familia.

Consejos para preparar con anticipación

Opciones de preparación previa

Esta receta resulta ideal para una planificación eficiente de comidas. Aquí tienes varias opciones para adelantar trabajo:

  • Preparación de la mezcla: Puedes combinar todos los ingredientes de las albóndigas (excepto el pollo) hasta con un día de antelación. Posteriormente, mantén esta mezcla en un recipiente hermético en la nevera. Finalmente, añade el pollo picado justo antes de formar las albóndigas.
  • Congelación previa a la cocción: Forma las albóndigas y colócalas en una bandeja para hornear forrada con papel encerado. A continuación, congélalas hasta que estén firmes (aproximadamente 2 horas). Después, transfiérelas a una bolsa para congelador. Se conservarán perfectamente hasta por 3 meses. No es necesario descongelarlas; puedes colocarlas directamente congeladas en la olla de cocción lenta. Sin embargo, posiblemente necesites añadir una hora adicional al tiempo de cocción.

Almacenamiento para comidas futuras

  • Preparación completa anticipada: Puedes armar todo el plato en el inserto de la olla de cocción lenta (albóndigas y salsa) y refrigerarlo durante la noche. A la mañana siguiente, simplemente coloca el inserto en la base de la olla y programa la cocción. No obstante, ten en cuenta que, como partirás de ingredientes fríos, el tiempo de cocción podría necesitar un ligero incremento.
  • Cocción previa para congelar: Las albóndigas ya cocinadas en su salsa se congelan extraordinariamente bien. Primero, deja que se enfríen completamente. Luego, transfiérelas con la salsa a recipientes herméticos aptos para congelador en porciones adecuadas para tu familia. Se conservarán hasta por 3 meses. Por último, descongela en la nevera durante la noche antes de recalentar.

Estos métodos de preparación anticipada convierten esta receta en una aliada perfecta para semanas ocupadas. En consecuencia, te permiten disfrutar de una comida casera reconfortante con un mínimo esfuerzo en el momento de servir.

Notas técnicas

Equipo y ajustes

  • Tipo de olla: Esta receta está diseñada para una olla de cocción lenta de 6 litros o más grande. En cambio, para ollas más pequeñas, reduce las cantidades a la mitad.
  • Opción de dorado previo: Para un sabor más intenso, puedes dorar ligeramente las albóndigas bajo el grill del horno antes de colocarlas en la olla. Para ello, colócalas en una bandeja para hornear y gratínalas, dándoles la vuelta una o dos veces, hasta que estén doradas por todos lados. Este paso es opcional, pero sin duda aporta una capa adicional de sabor.
  • Consistencia de la salsa: Si prefieres una salsa más espesa, puedes dejar la tapa ligeramente entreabierta durante la última hora de cocción. De esta forma, permitirás que se evapore parte del líquido.

Recomendaciones de ingredientes

  • Elección de la carne: Aunque puedes usar pechuga de pollo picada, la carne oscura (muslos y contramuslos) proporcionará albóndigas más jugosas y sabrosas. Esto se debe principalmente a su mayor contenido en grasa.
  • Calidad de la salsa: Como la salsa marinara es un componente prominente en esta receta, vale la pena usar una de buena calidad. Sin lugar a dudas, si tienes tiempo, una salsa casera elevaría aún más el plato.
  • Ajuste del tamaño: Mantén las albóndigas del tamaño recomendado (aproximadamente 4 cm) para asegurar una cocción uniforme. Por un lado, albóndigas significativamente más grandes podrían quedar crudas en el centro. Por otro lado, las más pequeñas podrían secarse demasiado.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar pechuga de pollo en lugar de carne oscura?
Absolutamente. La pechuga de pollo funcionará perfectamente, aunque las albóndigas resultantes serán un poco menos jugosas. Si optas por pechuga, considera añadir una cucharada de aceite de oliva a la mezcla. Esto compensará el menor contenido de grasa.

¿Es posible cocinar esta receta en ajuste ALTO para reducir el tiempo?
Sí, puedes cocinar las albóndigas en ajuste ALTO durante 3-4 horas en lugar de 6-8 horas en BAJO. Sin embargo, la cocción lenta a temperatura más baja proporciona albóndigas más tiernas y jugosas. En efecto, permite que los sabores se desarrollen más profundamente.

¿Qué hago si mis albóndigas están demasiado blandas?
Si la mezcla resulta demasiado húmeda y difícil de formar, añade más pan rallado, una cucharada a la vez. De esta manera, conseguirás la consistencia adecuada. Igualmente, asegúrate de escurrir bien el pollo si estaba previamente congelado.

¿Puedo añadir verduras a esta receta?
¡Por supuesto! Puedes incorporar verduras picadas como calabacín, pimiento, champiñones o espinacas durante la última hora de cocción. Alternativamente, puedes añadir zanahoria o apio finamente picados directamente a la mezcla de las albóndigas. Esto incrementará su valor nutricional.

¿Se pueden hacer estas albóndigas sin huevo?
Sí, puedes sustituir cada huevo por 1/4 de taza de ricotta o yogur griego para ayudar a ligar la mezcla. Otra opción es utilizar 2 cucharadas de semillas de lino molidas mezcladas con 6 cucharadas de agua. En este caso, déjalas reposar hasta que adquieran consistencia gelatinosa.

¿La receta funciona igual de bien con salsa de tomate casera?
Efectivamente, una salsa de tomate casera funcionará perfectamente y añadirá un toque personal al plato. No obstante, si tu salsa casera es más líquida que las marinara comerciales, considera cocinarla brevemente para reducirla antes de usarla en la receta.

Print

Albóndigas de Pollo Parmesano en Olla de Cocción Lenta

Estas albóndigas de pollo parmesano cocinadas a fuego lento combinan la comodidad de la cocción lenta con el sabor clásico italiano. Son tiernas, jugosas y bañadas en salsa marinara. Además, están coronadas con queso mozzarella derretido. Sin duda, representan una versión reconfortante y sencilla del tradicional pollo parmesano que toda la familia adorará.

  • Author: Maria
  • Prep Time: 25 minutos
  • Cook Time: 6-8 horas
  • Total Time: 6-8 horas y 25 minutos
  • Yield: 68 porciones 1x
  • Category: Plato Principal
  • Method: Cocción lenta
  • Cuisine: Italiana, Fusión

Ingredients

Scale

Para las albóndigas:

  • 900 g de pollo picado, preferiblemente carne oscura
  • 2 huevos grandes
  • 120 ml (½ taza) de pan rallado panko
  • 80 ml (⅓ taza) de queso parmesano finamente rallado, más extra para servir
  • 120 ml (½ taza) de cebolla amarilla finamente picada
  • 80 ml (⅓ taza) de perejil o albahaca fresca picada, más extra para servir
  • 3 dientes de ajo picados
  • 1 cucharada de sal kosher
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • ½ cucharadita de pimienta negra recién molida

Para la salsa y terminación:

 

  • 2 frascos (650-700 g cada uno) de salsa marinara (aproximadamente 1,25 litros en total)
  • 225 g (2 tazas) de queso mozzarella semi-descremado rallado (opcional)

Instructions

Preparación de la olla de cocción lenta

  1. Prepara la base de salsa. Vierte la mitad de la salsa marinara (aproximadamente 625 ml) en una olla de cocción lenta de 6 litros o más grande. A continuación, distribuye la salsa uniformemente para cubrir el fondo del recipiente. Este paso crea una cama protectora que evitará que las albóndigas se peguen o se quemen.

Preparación de la mezcla de albóndigas

  1. Prepara la base. En un recipiente grande, coloca los huevos y bátelos ligeramente con un tenedor hasta que estén combinados. En efecto, esta base líquida ayudará a unir todos los ingredientes.
  2. Añade los aromáticos y especias. Incorpora el pan rallado panko, el queso parmesano, la cebolla picada, el perejil o albahaca, el ajo, la sal, el orégano y la pimienta. Después, mezcla bien con una cuchara hasta que todos los ingredientes estén uniformemente distribuidos y el pan rallado esté completamente humedecido.
  3. Incorpora el pollo. Añade el pollo picado a la mezcla. Entonces, con las manos limpias, combina todos los ingredientes hasta conseguir una mezcla homogénea. Es importante no apretar o trabajar excesivamente la carne para evitar que las albóndigas queden duras.

Formación de las albóndigas

  1. Prepara un recipiente con agua. Llena un recipiente mediano con agua limpia. Como resultado, mojar las manos en este agua periódicamente evitará que la mezcla se pegue a tus dedos durante el proceso de formación.
  2. Forma las albóndigas. Tomando aproximadamente 2 cucharadas de la mezcla (unos 30 g) cada vez, forma albóndigas de unos 4 cm de diámetro. Mientras tanto, humedece tus manos según sea necesario para facilitar el proceso.
  3. Colócalas en la olla. A medida que vayas formando las albóndigas, colócalas directamente sobre la salsa en la olla de cocción lenta. Finalmente, terminarás con aproximadamente una capa y media de albóndigas.

Cocción

  1. Añade el resto de la salsa. Una vez colocadas todas las albóndigas, vierte el resto de la salsa marinara uniformemente sobre ellas. Al mismo tiempo, asegúrate de cubrirlas por completo.
  2. Programa la cocción. Tapa la olla y programa la cocción en ajuste BAJO durante 6 a 8 horas. Por consiguiente, las albóndigas estarán listas cuando estén completamente cocinadas en el centro y los sabores se hayan integrado perfectamente.
  3. Añade el queso (opcional). Si deseas darles el auténtico toque parmesano, espolvorea el queso mozzarella rallado sobre las albóndigas durante los últimos 15 minutos de cocción. No obstante, mantén la olla tapada para que el queso se derrita por completo.

Finalización y servicio

 

  1. Comprueba la cocción. Verifica que las albóndigas estén completamente cocinadas cortando una por la mitad. Es decir, no debe verse ningún rastro de carne rosada en el interior.
  2. Finaliza la presentación. Espolvorea con perejil o albahaca fresca adicional para añadir color y un toque de frescor. Para terminar, sirve con queso parmesano extra para que cada comensal pueda añadir a su gusto.

Notes

  • Tipo de olla: Esta receta está diseñada para una olla de cocción lenta de 6 litros o más grande. En cambio, para ollas más pequeñas, reduce las cantidades a la mitad.
  • Opción de dorado previo: Para un sabor más intenso, puedes dorar ligeramente las albóndigas bajo el grill del horno antes de colocarlas en la olla. Para ello, colócalas en una bandeja para hornear y gratínalas, dándoles la vuelta una o dos veces, hasta que estén doradas por todos lados. Este paso es opcional, pero sin duda aporta una capa adicional de sabor.
  • Consistencia de la salsa: Si prefieres una salsa más espesa, puedes dejar la tapa ligeramente entreabierta durante la última hora de cocción. De esta forma, permitirás que se evapore parte del líquido.

Nutrition

  • Serving Size: 4 albóndigas con salsa
  • Calories: 315
  • Sugar: 6g
  • Sodium: 980mg
  • Fat: 14g
  • Saturated Fat: 5g
  • Unsaturated Fat: 8g
  • Trans Fat: 0g
  • Carbohydrates: 18g
  • Fiber: 3g
  • Protein: 29g
  • Cholesterol: 125mg

Did you make this recipe?

Share a photo and tag us — we can’t wait to see what you’ve made!

Leave a Comment

Recipe rating