La primera vez que probé los Moules-Frites fue durante un viaje a Bruselas, sentada en una terraza cercana a la Grand Place. Aunque originalmente belga, este plato se ha convertido en un clásico de las bistros parisinas que adoro visitar cada vez que tengo la oportunidad. El contraste entre los mejillones suculentos en su caldo aromático de vino blanco y el crujido satisfactorio de las papas fritas doradas crea una experiencia gastronómica que transporta directamente a las calles empedradas de Europa.
Este plato emblemático combina lo mejor del mar y la tierra en una presentación visualmente impresionante que, sorprendentemente, resulta bastante sencilla de preparar en casa. La buena noticia es que no necesitas reservar un vuelo a París o Bruselas para disfrutar de esta delicia. Con unos ingredientes frescos y apenas 30 minutos, puedes recrear la magia de una auténtica bistro francesa en tu propia cocina.
Por qué amarás esta receta
Esta receta de Moules-Frites tiene cualidades innegables que la convierten en un plato extraordinario para cualquier ocasión. Para empezar, su elegancia visual engaña respecto a su simplicidad de preparación, lo que la hace perfecta tanto para una cena cotidiana como para impresionar invitados sin pasarte horas en la cocina.
Además, los mejillones son uno de los mariscos más sostenibles y económicos disponibles, ofreciendo una alternativa accesible para disfrutar de sabores gourmet sin arruinar tu presupuesto. Por otra parte, el caldo que se forma durante la cocción es simplemente divino: una mezcla perfecta de sabores marinos, vino blanco, mantequilla y hierbas que invita a mojar cada papa frita o pedazo de pan.
Cabe destacar también que, a pesar de su sofisticación aparente, este plato es tremendamente versátil y puede adaptarse según los ingredientes que tengas a mano. Finalmente, los mejillones son extraordinariamente nutritivos, ricos en proteínas, vitaminas y minerales, convirtiendo este festín en una opción sorprendentemente saludable.

Ingredientes
Para el Aioli de Limón y Hierbas:
- ½ taza de mayonesa (preferiblemente casera)
- Ralladura y jugo de 1 limón
- 1 cucharadita de pimienta negra recién molida
- 3 cucharadas de perejil fresco picado
Para los Moules-Frites:
- 2 cucharadas de mantequilla sin sal
- 2 tallos de apio, finamente rebanados
- 2 puerros, finamente rebanados (solo la parte blanca y verde claro)
- 1 diente de ajo, finamente picado
- 1 cucharada de pasta de tomate
- 900 gramos de mejillones, limpios y desbarbados
- 1 taza de vino blanco seco (Sauvignon Blanc o Muscadet funcionan perfectamente)
- ½ taza de caldo de mariscos o agua
- Sal y pimienta negra recién molida al gusto
- ⅓ taza de perejil fresco picado
- Papas fritas estilo juliana con hierbas para servir
Sugerencias para servir:
- Pan baguette crujiente
- Rodajas de limón fresco
- Un toque adicional de perejil picado
- Vino blanco frío para acompañar
Instrucciones paso a paso
Prepara el Aioli:
En un tazón pequeño, mezcla la mayonesa con la ralladura de limón, el jugo de limón, la pimienta negra y el perejil picado hasta obtener una mezcla homogénea. Reserva en el refrigerador mientras preparas el resto del plato para que los sabores se intensifiquen.
Limpia los mejillones:
Revisa cuidadosamente cada mejillón. Descarta cualquiera que esté abierto y no se cierre al tocarlo, o aquellos con conchas rotas. Retira las “barbas” (filamentos que sobresalen) tirando de ellas hacia el extremo puntiagudo de la concha. Friega las conchas bajo agua fría para eliminar cualquier suciedad o residuo. Mantenlos refrigerados hasta el momento de cocinarlos.
Prepara las verduras:
Lava y rebana finamente los tallos de apio. Para los puerros, corta y desecha la parte verde oscura y la raíz, luego córtalos por la mitad longitudinalmente y lávalos bien para eliminar cualquier tierra entre las capas. Rebana finamente la parte blanca y verde claro. Pica finamente el ajo.
Cocina la base del caldo:
En una sartén grande con tapa, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade el apio y los puerros, y saltea hasta que estén tiernos pero sin dorarse, aproximadamente 3-4 minutos. Incorpora el ajo y continúa salteando hasta que desprenda su aroma, aproximadamente 1 minuto más.
Incorpora la pasta de tomate:
Añade la pasta de tomate a la sartén y cocina durante 1 minuto, removiendo constantemente para que se integre con las verduras y libere su sabor.
Añade los mejillones y líquidos:
Incorpora los mejillones limpios a la sartén y mézclalo suavemente con los demás ingredientes. Vierte el vino blanco y el caldo de mariscos (o agua). Lleva la mezcla a un hervor suave a fuego medio. Sazona con sal y pimienta al gusto, teniendo en cuenta que los mejillones ya aportarán un sabor salado natural. Espolvorea el perejil picado.
Cocina los mejillones:
Cubre la sartén y cocina a fuego medio hasta que la mayoría de los mejillones se hayan abierto, aproximadamente 5-6 minutos. Es importante no cocinarlos en exceso, ya que se volverían gomosos. Descarta cualquier mejillón que no se haya abierto después de la cocción.
Sirve inmediatamente:
Divide los mejillones entre dos tazones amplios y vierte el caldo restante con las verduras sobre ellos. Acompaña con las papas fritas calientes y el aioli de limón y hierbas en recipientes separados para mojar.
Sugerencias para servir
La presentación tradicional de los Moules-Frites es parte de su encanto. Sirve los mejillones en tazones hondos o cacerolas pequeñas individuales, con las conchas formando una montaña tentadora bañada en el caldo aromático. Las papas fritas deben servirse por separado, idealmente en un cucurucho de papel o en una canastilla, para mantener su textura crujiente el mayor tiempo posible.
Para una experiencia auténtica de bistro, coloca el aioli en pequeños recipientes individuales para mojar. Completa la mesa con una cesta de baguette fresca y crujiente, perfecta para sumergir en el delicioso caldo de mejillones cuando hayas terminado el marisco.
No olvides las servilletas extras y un recipiente vacío para depositar las conchas usadas. Un toque final imprescindible es una copa de vino blanco frío, preferiblemente el mismo que usaste para cocinar los mejillones, creando así una armonía perfecta de sabores.
Variaciones de la receta
Este clásico plato permite diversas interpretaciones según tus preferencias o los ingredientes disponibles:
- Moules à la Marinière: La versión más tradicional francesa, que omite la pasta de tomate y añade una cucharada de crema fresca al final. También puedes sustituir el perejil por un poco de eneldo fresco.
- Moules à la Provençale: Añade tomates frescos picados, aceitunas negras y hierbas provenzales como tomillo y romero para darle un toque mediterráneo.
- Moules al Curry: Incorpora una cucharada de curry en polvo junto con el ajo y finaliza con un toque de leche de coco para crear una versión con influencias asiáticas.
- Moules Picantes: Añade un chile rojo picado o hojuelas de chile rojo para darle un toque de calor que contrasta maravillosamente con la dulzura natural de los mejillones.
- Versión sin alcohol: Sustituye el vino blanco por caldo de pescado o verduras con un chorrito de jugo de limón para mantener la acidez sin utilizar alcohol.
Consejos para preparar con anticipación
Aunque los mejillones son mejores cuando se cocinan justo antes de servir, puedes optimizar tu tiempo con estos consejos:
- El día anterior: Prepara el aioli de limón y hierbas y guárdalo en un recipiente hermético en el refrigerador. Los sabores se intensificarán durante la noche, mejorando el resultado final.
- Hasta 4 horas antes: Limpia y prepara los mejillones, manteniéndolos refrigerados sobre hielo (no sumergidos en agua) hasta el momento de cocinarlos. Corta y prepara todos los vegetales, guardándolos en recipientes herméticos en el refrigerador.
- Justo antes de la cena: Las papas fritas pueden prepararse con anticipación y mantenerse calientes en un horno a baja temperatura (110°C) mientras cocinas los mejillones, que deberían ser lo último en preparar.
- Para servir: Recuerda que una vez cocinados, los mejillones deben consumirse inmediatamente. No son adecuados para recalentar o guardar como sobras, así que ajusta las cantidades según el número exacto de comensales.
Notas adicionales
La frescura de los mejillones es absolutamente crucial para este plato. Deben estar vivos hasta el momento de la cocción, así que comprarlos el mismo día que planeas cocinarlos es ideal. Los mejillones frescos deben tener un aroma a mar limpio, conchas cerradas o que se cierren al tocarlas, y sentirse pesados para su tamaño.
Para las papas fritas, las variedades con alto contenido de almidón como Russet o Yukon Gold son las mejores opciones. Si prefieres hacer tus propias papas fritas en casa, córtalas en bastones finos, remójalas en agua fría durante 30 minutos, sécalas bien y fríelas dos veces: primero a 160°C por 5 minutos, y luego a 190°C hasta que estén doradas y crujientes.
Este plato es perfecto tanto para ocasiones especiales como para una cena cotidiana sorprendente. La combinación del caldo aromático con los mejillones jugosos y las papas crujientes crea una experiencia gastronómica memorable que te transportará directamente a las calles de París o Bruselas.

Preguntas frecuentes
¿Cómo sé si un mejillón es seguro para comer? Los mejillones deben estar vivos antes de cocinarlos. Descarta cualquiera que tenga la concha rota o que esté abierto y no se cierre cuando lo tocas o golpeas suavemente. Después de la cocción, descarta aquellos que permanezcan cerrados.
¿Puedo usar mejillones congelados? Aunque los mejillones frescos ofrecen el mejor sabor y textura, los mejillones congelados sin concha pueden utilizarse en esta receta si no tienes acceso a producto fresco. Ajusta el tiempo de cocción a aproximadamente 3 minutos, ya que se cocinan más rápido.
¿Qué vino blanco es mejor para cocinar los mejillones? Un vino blanco seco como Sauvignon Blanc, Muscadet, Pinot Grigio o Albariño es ideal. La regla es simple: utiliza un vino que disfrutarías bebiendo. Evita los vinos dulces o los etiquetados como “vino de cocina”.
¿Puedo hacer este plato si soy alérgico a los mariscos? Desafortunadamente, este plato específico no es adaptable para personas con alergias a mariscos. Sin embargo, puedes disfrutar de las papas fritas con el aioli de limón y hierbas como un delicioso aperitivo por sí solo.
¿Las papas fritas no se ablandan con el caldo de los mejillones? Tradicionalmente, las papas fritas se sirven en un recipiente separado para mantener su textura crujiente. Algunos comensales disfrutan sumergiéndolas en el caldo, mientras que otros prefieren mojarlas en el aioli. Es una cuestión de preferencia personal, aunque si las sirves directamente sobre los mejillones, inevitablemente absorberán el líquido.
PrintMoules-Frites: Un Clásico Francés para Transportarte a París
La primera vez que probé los Moules-Frites fue durante un viaje a Bruselas, sentada en una terraza cercana a la Grand Place. Aunque originalmente belga, este plato se ha convertido en un clásico de las bistros parisinas que adoro visitar cada vez que tengo la oportunidad. El contraste entre los mejillones suculentos en su caldo aromático de vino blanco y el crujido satisfactorio de las papas fritas doradas crea una experiencia gastronómica que transporta directamente a las calles empedradas de Europa.
Este plato emblemático combina lo mejor del mar y la tierra en una presentación visualmente impresionante que, sorprendentemente, resulta bastante sencilla de preparar en casa. La buena noticia es que no necesitas reservar un vuelo a París o Bruselas para disfrutar de esta delicia. Con unos ingredientes frescos y apenas 30 minutos, puedes recrear la magia de una auténtica bistro francesa en tu propia cocina.
- Prep Time: 10 minutos
- Cook Time: 20 minutos
- Total Time: 30 minutos
- Yield: 2 personas 1x
- Category: Plato principal/Mariscos
- Method: Cocción a fuego medio
- Cuisine: Francesa
Ingredients
Para el Aioli de Limón y Hierbas:
- ½ taza de mayonesa (preferiblemente casera)
- Ralladura y jugo de 1 limón
- 1 cucharadita de pimienta negra recién molida
- 3 cucharadas de perejil fresco picado
Para los Moules-Frites:
- 2 cucharadas de mantequilla sin sal
- 2 tallos de apio, finamente rebanados
- 2 puerros, finamente rebanados (solo la parte blanca y verde claro)
- 1 diente de ajo, finamente picado
- 1 cucharada de pasta de tomate
- 900 gramos de mejillones, limpios y desbarbados
- 1 taza de vino blanco seco (Sauvignon Blanc o Muscadet funcionan perfectamente)
- ½ taza de caldo de mariscos o agua
- Sal y pimienta negra recién molida al gusto
- ⅓ taza de perejil fresco picado
- Papas fritas estilo juliana con hierbas para servir
Sugerencias para servir:
- Pan baguette crujiente
- Rodajas de limón fresco
- Un toque adicional de perejil picado
- Vino blanco frío para acompañar
Instructions
- Prepara el Aioli: En un tazón pequeño, mezcla la mayonesa con la ralladura de limón, el jugo de limón, la pimienta negra y el perejil picado hasta obtener una mezcla homogénea. Reserva en el refrigerador mientras preparas el resto del plato para que los sabores se intensifiquen.
- Limpia los mejillones: Revisa cuidadosamente cada mejillón. Descarta cualquiera que esté abierto y no se cierre al tocarlo, o aquellos con conchas rotas. Retira las “barbas” (filamentos que sobresalen) tirando de ellas hacia el extremo puntiagudo de la concha. Friega las conchas bajo agua fría para eliminar cualquier suciedad o residuo. Mantenlos refrigerados hasta el momento de cocinarlos.
- Prepara las verduras: Lava y rebana finamente los tallos de apio. Para los puerros, corta y desecha la parte verde oscura y la raíz, luego córtalos por la mitad longitudinalmente y lávalos bien para eliminar cualquier tierra entre las capas. Rebana finamente la parte blanca y verde claro. Pica finamente el ajo.
- Cocina la base del caldo: En una sartén grande con tapa, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade el apio y los puerros, y saltea hasta que estén tiernos pero sin dorarse, aproximadamente 3-4 minutos. Incorpora el ajo y continúa salteando hasta que desprenda su aroma, aproximadamente 1 minuto más.
- Incorpora la pasta de tomate: Añade la pasta de tomate a la sartén y cocina durante 1 minuto, removiendo constantemente para que se integre con las verduras y libere su sabor.
- Añade los mejillones y líquidos: Incorpora los mejillones limpios a la sartén y mézclalo suavemente con los demás ingredientes. Vierte el vino blanco y el caldo de mariscos (o agua). Lleva la mezcla a un hervor suave a fuego medio. Sazona con sal y pimienta al gusto, teniendo en cuenta que los mejillones ya aportarán un sabor salado natural. Espolvorea el perejil picado.
- Cocina los mejillones: Cubre la sartén y cocina a fuego medio hasta que la mayoría de los mejillones se hayan abierto, aproximadamente 5-6 minutos. Es importante no cocinarlos en exceso, ya que se volverían gomosos. Descarta cualquier mejillón que no se haya abierto después de la cocción.
- Sirve inmediatamente: Divide los mejillones entre dos tazones amplios y vierte el caldo restante con las verduras sobre ellos. Acompaña con las papas fritas calientes y el aioli de limón y hierbas en recipientes separados para mojar.
Notes
La frescura de los mejillones es absolutamente crucial para este plato. Deben estar vivos hasta el momento de la cocción, así que comprarlos el mismo día que planeas cocinarlos es ideal. Los mejillones frescos deben tener un aroma a mar limpio, conchas cerradas o que se cierren al tocarlas, y sentirse pesados para su tamaño.
Para las papas fritas, las variedades con alto contenido de almidón como Russet o Yukon Gold son las mejores opciones. Si prefieres hacer tus propias papas fritas en casa, córtalas en bastones finos, remójalas en agua fría durante 30 minutos, sécalas bien y fríelas dos veces: primero a 160°C por 5 minutos, y luego a 190°C hasta que estén doradas y crujientes.
Este plato es perfecto tanto para ocasiones especiales como para una cena cotidiana sorprendente. La combinación del caldo aromático con los mejillones jugosos y las papas crujientes crea una experiencia gastronómica memorable que te transportará directamente a las calles de París o Bruselas.
Nutrition
- Serving Size: 1 porción (~600 g)
- Calories: 580kcal
- Sugar: 3g
- Sodium: 960mg
- Fat: 28g
- Saturated Fat: 6g
- Unsaturated Fat: 18g
- Trans Fat: 0g
- Carbohydrates: 35g
- Fiber: 4g
- Protein: 36g
- Cholesterol: 85mg