Pasta en Una Olla con Guisantes, Alcachofas, Limón y Menta

La primera vez que preparé esta receta fue durante una tarde primaveral en la que deseaba algo ligero pero reconfortante. Había pasado meses disfrutando de sopas y guisos calientes durante el invierno, pero con la llegada de los días más cálidos, mi paladar anhelaba sabores frescos y vibrantes. Recuerdo perfectamente cómo el aroma del limón y la menta inundó mi cocina, transportándome instantáneamente a esas terrazas mediterráneas donde el tiempo parece detenerse.

A lo largo de los años, esta pasta se ha convertido en mi recurso infalible para cenas improvisadas con amigos o familiares. La combinación de los ingredientes es tan armoniosa que incluso los comensales más exigentes acaban pidiendo la receta. Lo que más me fascina es cómo algo tan sencillo puede resultar tan sofisticado y delicioso al mismo tiempo.

Por qué amarás esta receta

Esta pasta en una olla tiene cualidades que la convierten en una verdadera joya culinaria para cualquier ocasión. Por una parte, su frescura la hace perfecta para las cenas de primavera y verano, cuando apetecen platos ligeros pero satisfactorios. Además, el contraste entre la pasta caliente, los guisantes dulces y las alcachofas ligeramente ácidas crea una experiencia gustativa extraordinariamente equilibrada.

Otro aspecto destacable es su rapidez de preparación. En apenas 30 minutos tendrás sobre la mesa un plato digno de restaurante, lo que la convierte en una opción ideal para esas noches entre semana cuando el tiempo escasea. Sin embargo, su aspecto y sabor refinados la hacen igualmente apropiada para ocasiones más especiales.

Asimismo, esta receta permite disfrutar de una pasta cremosa sin necesidad de incorporar nata o salsas pesadas. El secreto está en la combinación del agua de cocción con el queso y la mantequilla, que crea una emulsión sedosa que envuelve cada hebra de pasta perfectamente. De este modo, conseguirás una textura lujosa sin la pesadez de otras salsas más contundentes.

Ingredientes

Componentes principales:

  • 450 g (1 libra) de bucatini, espaguetis u otra pasta larga
  • 1½ tazas de guisantes (frescos o congelados)
  • 12 cuartos de corazones de alcachofa marinados, escurridos
  • 3 cucharadas de mantequilla sin sal
  • ½ taza de queso Pecorino rallado
  • 2 cucharadas de zumo de limón fresco
  • Sal kosher al gusto

Para la guarnición:

  • 2 cucharadas de menta fresca picada
  • Ralladura de limón
  • Pimienta negra recién molida

Instrucciones paso a paso

Cocción de la pasta

  1. Llena una olla grande con agua y añade una generosa cantidad de sal. Lleva el agua a ebullición a fuego alto.
  2. Añade la pasta a la olla y cocina hasta que esté al dente, aproximadamente 6-8 minutos (o según las instrucciones del paquete). Es importante mantener la pasta ligeramente firme, ya que continuará cocinándose ligeramente después de escurrirla.
  3. Un minuto antes de que la pasta esté lista, incorpora los guisantes en la misma olla. Este método no solo ahorra tiempo y utensilios, sino que también permite que los guisantes se cocinen perfectamente sin perder su color vibrante.
  4. Antes de escurrir, reserva aproximadamente ½ taza del agua de cocción. Este líquido es crucial, ya que contiene almidón de la pasta que ayudará a crear una salsa sedosa y unificada.

Integración de los ingredientes

  1. Escurre la pasta y los guisantes en un colador, e inmediatamente añade los corazones de alcachofa marinados. Remueve suavemente para combinar todos los ingredientes.
  2. Este paso es importante para que el calor residual de la pasta entibie ligeramente las alcachofas sin cocinarlas en exceso, preservando así su textura y sabor característico.
  3. Devuelve la mezcla de pasta y verduras a la olla original. El calor residual de la olla ayudará a mantener todo caliente mientras terminas de preparar el plato.

Finalización de la salsa

  1. Añade la mantequilla y el queso Pecorino rallado a la olla con la pasta caliente. Remueve enérgicamente para que la mantequilla se derrita por completo y el queso comience a adherirse a la pasta.
  2. Vierte el agua de cocción reservada y el zumo de limón fresco. Continúa removiendo constantemente hasta que se forme una salsa cremosa que recubra uniformemente toda la pasta.
  3. Este proceso de emulsión es fundamental: el calor de la pasta derrite el queso, mientras que el almidón del agua de cocción y la grasa de la mantequilla se combinan para crear una textura aterciopelada.
  4. Prueba y ajusta la sazón con sal al gusto. Recuerda que el queso Pecorino ya es bastante salado, así que comienza con una cantidad pequeña e incrementa según sea necesario.

Sugerencias para servir

Esta pasta brilla especialmente cuando se sirve inmediatamente después de prepararla, cuando está en su punto perfecto de temperatura y cremosidad. Transfiere porciones generosas a platos individuales, preferiblemente calentados previamente para mantener la temperatura ideal por más tiempo.

Por encima de cada ración, espolvorea la menta fresca picada, que aportará un aroma refrescante que contrasta maravillosamente con la riqueza de la mantequilla y el queso. A continuación, añade un poco de ralladura de limón, que intensificará las notas cítricas del plato, y finaliza con un toque de pimienta negra recién molida para un ligero picor que equilibra los sabores.

Para una presentación más elegante, coloca unas hojas enteras de menta en el centro y acompaña con una rodaja fina de limón en el borde del plato. Si deseas complementar esta pasta, un simple pan crujiente con aceite de oliva o una ensalada verde ligera con vinagreta cítrica serían acompañantes perfectos.

Variaciones de la receta

Versión con espárragos

Sustituye la mitad de los guisantes por puntas de espárragos frescos cortados en trozos de 2-3 cm. Añádelos junto con los guisantes durante el último minuto de cocción de la pasta para mantener su textura crujiente y color vibrante.

Versión con salmón

Incorpora 200 g de salmón ahumado cortado en tiras finas al finalizar la preparación, justo antes de servir. El calor residual de la pasta cocinará ligeramente el salmón, potenciando su sabor sin sobrecocinarlo.

Versión vegana

Reemplaza la mantequilla por aceite de oliva de buena calidad y el queso Pecorino por levadura nutricional o un queso vegano que funda bien. Añade una cucharadita de ajo en polvo para potenciar el sabor umami que aportaría el queso.

Consejos para preparar con anticipación

Aunque esta pasta está en su punto óptimo recién hecha, existen algunas estrategias para agilizar su preparación cuando el tiempo apremia:

  1. Puedes picar la menta con antelación y guardarla en un recipiente hermético con un papel absorbente ligeramente humedecido para mantener su frescura.
  2. El limón puede exprimirse y guardarse en un pequeño frasco en la nevera durante 1-2 días. También puedes rallar la cáscara previamente, siempre que la guardes en un recipiente hermético para conservar sus aceites esenciales.
  3. Si utilizas guisantes congelados, puedes sacarlos del congelador unos minutos antes para que se descongelen parcialmente, reduciendo así su tiempo de cocción.
  4. Para recalentar las sobras, añade una pequeña cantidad de agua o caldo mientras calientas a fuego lento, removiendo constantemente para recuperar parte de la cremosidad original.

Notas adicionales

  • La elección de la pasta es importante para esta receta. Los formatos largos como bucatini, espaguetis o linguine funcionan especialmente bien porque la salsa se adhiere perfectamente a ellos. El bucatini, con su característico agujero central, atrapa la salsa en su interior, creando una experiencia gastronómica aún más satisfactoria.
  • Si no encuentras queso Pecorino, puedes sustituirlo por Parmesano, aunque el resultado será menos salado y ligeramente menos intenso. En ese caso, considera añadir un poco más de sal al final.
  • Las alcachofas marinadas aportan un sabor ligeramente ácido que contrasta maravillosamente con la dulzura de los guisantes. Asegúrate de escurrirlas bien para evitar que su aceite de conservación altere el equilibrio de la salsa.
  • Este plato es perfecto para aprovechar guisantes frescos de temporada. Si tienes la suerte de encontrarlos, necesitarás aproximadamente 500 g de guisantes en vaina para obtener la cantidad indicada en la receta.

Preguntas frecuentes

¿Puedo preparar esta pasta con antelación para una cena?

Esta receta está en su mejor momento recién hecha, ya que la cremosidad de la salsa tiende a perderse con el tiempo. Sin embargo, si necesitas anticiparte, puedes preparar todos los componentes por separado y combinarlos en el último momento, añadiendo un poco más de agua de pasta reservada para recuperar la textura.

¿Qué puedo hacer si la salsa queda demasiado espesa?

Simplemente añade un poco más del agua de cocción reservada, una cucharada a la vez, mientras remueves constantemente a fuego muy bajo hasta alcanzar la consistencia deseada. Si no has guardado suficiente agua de cocción, puedes usar un poco de caldo vegetal caliente.

¿Es posible utilizar otro tipo de queso?

Por supuesto. Aunque el Pecorino aporta un sabor característico ligeramente picante y salado, puedes sustituirlo por Parmesano Reggiano o incluso por una mezcla de quesos duros italianos. Para una versión más cremosa pero diferente, prueba con queso de cabra desmenuzado.

¿Cómo puedo adaptar esta receta si no me gustan las alcachofas?

Las alcachofas pueden sustituirse por calabacín cortado en cubos pequeños (salteado brevemente para eliminar exceso de humedad) o por champiñones laminados. Ambas opciones mantendrán la esencia del plato mientras ofrecen un perfil de sabor diferente.

¿Es adecuada esta receta para personas con intolerancia al gluten?

Puedes adaptar fácilmente este plato utilizando pasta sin gluten. Solo necesitarás ajustar ligeramente el tiempo de cocción según las indicaciones del paquete, y posiblemente reservar un poco más de agua de cocción, ya que la pasta sin gluten tiende a absorber más líquido.

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Pasta en Una Olla con Guisantes, Alcachofas, Limón y Menta

La primera vez que preparé esta receta fue durante una tarde primaveral en la que deseaba algo ligero pero reconfortante. Había pasado meses disfrutando de sopas y guisos calientes durante el invierno, pero con la llegada de los días más cálidos, mi paladar anhelaba sabores frescos y vibrantes. Recuerdo perfectamente cómo el aroma del limón y la menta inundó mi cocina, transportándome instantáneamente a esas terrazas mediterráneas donde el tiempo parece detenerse.

 

A lo largo de los años, esta pasta se ha convertido en mi recurso infalible para cenas improvisadas con amigos o familiares. La combinación de los ingredientes es tan armoniosa que incluso los comensales más exigentes acaban pidiendo la receta. Lo que más me fascina es cómo algo tan sencillo puede resultar tan sofisticado y delicioso al mismo tiempo.

  • Author: Maria
  • Prep Time: 15 minutos
  • Cook Time: 15 minutos
  • Total Time: 30 minutos
  • Yield: 4 a 6 porciones 1x
  • Category: Plato Principal
  • Method: Cocción en una olla, Hervido
  • Cuisine: Italiana, Mediterránea

Ingredients

Scale

Componentes principales:

  • 450 g (1 libra) de bucatini, espaguetis u otra pasta larga
  • tazas de guisantes (frescos o congelados)
  • 12 cuartos de corazones de alcachofa marinados, escurridos
  • 3 cucharadas de mantequilla sin sal
  • ½ taza de queso Pecorino rallado
  • 2 cucharadas de zumo de limón fresco
  • Sal kosher al gusto

Para la guarnición:

 

  • 2 cucharadas de menta fresca picada
  • Ralladura de limón
  • Pimienta negra recién molida

Instructions

Cocción de la pasta

  1. Llena una olla grande con agua y añade una generosa cantidad de sal. Lleva el agua a ebullición a fuego alto.
  2. Añade la pasta a la olla y cocina hasta que esté al dente, aproximadamente 6-8 minutos (o según las instrucciones del paquete). Es importante mantener la pasta ligeramente firme, ya que continuará cocinándose ligeramente después de escurrirla.
  3. Un minuto antes de que la pasta esté lista, incorpora los guisantes en la misma olla. Este método no solo ahorra tiempo y utensilios, sino que también permite que los guisantes se cocinen perfectamente sin perder su color vibrante.
  4. Antes de escurrir, reserva aproximadamente ½ taza del agua de cocción. Este líquido es crucial, ya que contiene almidón de la pasta que ayudará a crear una salsa sedosa y unificada.

Integración de los ingredientes

  1. Escurre la pasta y los guisantes en un colador, e inmediatamente añade los corazones de alcachofa marinados. Remueve suavemente para combinar todos los ingredientes.
  2. Este paso es importante para que el calor residual de la pasta entibie ligeramente las alcachofas sin cocinarlas en exceso, preservando así su textura y sabor característico.
  3. Devuelve la mezcla de pasta y verduras a la olla original. El calor residual de la olla ayudará a mantener todo caliente mientras terminas de preparar el plato.

Finalización de la salsa

 

  1. Añade la mantequilla y el queso Pecorino rallado a la olla con la pasta caliente. Remueve enérgicamente para que la mantequilla se derrita por completo y el queso comience a adherirse a la pasta.
  2. Vierte el agua de cocción reservada y el zumo de limón fresco. Continúa removiendo constantemente hasta que se forme una salsa cremosa que recubra uniformemente toda la pasta.
  3. Este proceso de emulsión es fundamental: el calor de la pasta derrite el queso, mientras que el almidón del agua de cocción y la grasa de la mantequilla se combinan para crear una textura aterciopelada.
  4. Prueba y ajusta la sazón con sal al gusto. Recuerda que el queso Pecorino ya es bastante salado, así que comienza con una cantidad pequeña e incrementa según sea necesario.

Notes

  • La elección de la pasta es importante para esta receta. Los formatos largos como bucatini, espaguetis o linguine funcionan especialmente bien porque la salsa se adhiere perfectamente a ellos. El bucatini, con su característico agujero central, atrapa la salsa en su interior, creando una experiencia gastronómica aún más satisfactoria.
  • Si no encuentras queso Pecorino, puedes sustituirlo por Parmesano, aunque el resultado será menos salado y ligeramente menos intenso. En ese caso, considera añadir un poco más de sal al final.
  • Las alcachofas marinadas aportan un sabor ligeramente ácido que contrasta maravillosamente con la dulzura de los guisantes. Asegúrate de escurrirlas bien para evitar que su aceite de conservación altere el equilibrio de la salsa.

 

  • Este plato es perfecto para aprovechar guisantes frescos de temporada. Si tienes la suerte de encontrarlos, necesitarás aproximadamente 500 g de guisantes en vaina para obtener la cantidad indicada en la receta.

Nutrition

  • Serving Size: 1 porción
  • Calories: 729 kcal
  • Sugar: 9g
  • Fat: 27g
  • Carbohydrates: 102g
  • Protein: 26g

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