Pasta “Cásate Conmigo”

La primera vez que preparé esta Pasta “Cásate Conmigo” fue para una cena especial con mi pareja en nuestro aniversario. No sabía que un plato tan sencillo podría causar tanto impacto. Después del primer bocado, sus ojos se iluminaron y dijo esas palabras que cualquier cocinero anhela escuchar: “¡Esto es lo más delicioso que he probado en mi vida!”. Desde entonces, este platillo se ha convertido en nuestra tradición para celebraciones importantes. La combinación de pollo tierno, una salsa cremosa de parmesano, tomates secos con un toque ácido y pasta penne perfectamente cocida crea una experiencia culinaria verdaderamente memorable.

Razones para amar esta receta

Un equilibrio perfecto de sabores

La magia de esta pasta reside en el equilibrio de sabores: la cremosidad del queso parmesano, el toque ácido de los tomates secos y la suavidad del pollo se complementan perfectamente. Además, las especias italianas y el pimentón aportan una profundidad de sabor que eleva este plato a otro nivel.

Impresiona sin complicaciones

Aunque parece un plato sofisticado, su preparación es sorprendentemente sencilla. En apenas 30 minutos, tendrás lista una cena digna de un restaurante de lujo. Por esta razón, resulta ideal tanto para una cena romántica como para una comida familiar entre semana.

Versatilidad inigualable

Este plato se adapta a cualquier ocasión. Puedes servirlo en una cena elegante con una copa de vino blanco o disfrutarlo como un reconfortante plato de pasta después de un largo día. Asimismo, permite modificaciones para ajustarse a tus preferencias personales.

Ingredientes

Para el pollo y la pasta:

• 680 gramos de pechugas de pollo sin piel ni hueso, cortadas en trozos de 2,5 cm
• 280 gramos de pasta penne
• ½ cucharadita de sal
• ¼ cucharadita de pimienta
• 1 cucharada de aceite de oliva

Salsa:

• 3 cucharadas de mantequilla
• 2 cucharaditas de ajo picado
• 3 cucharadas de harina común
• 480 ml de caldo de pollo
• 240 ml de nata para cocinar
• 1 taza de queso parmesano rallado
• 1 taza de tomates secos escurridos
• 1 cucharadita de pimentón
• 2 cucharaditas de condimento italiano seco
• Sal y pimienta al gusto

Decorar:

• Albahaca fresca picada
• Queso parmesano adicional (opcional)

Instrucciones paso a paso

Preparación inicial

1. Cocina la pasta penne según las instrucciones del paquete. Escúrrela y resérvala.
2. Mientras tanto, sazona los trozos de pollo con sal y pimienta, asegurándote de que queden uniformemente condimentados.

Cocción del pollo

3. Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Añade el pollo sazonado y cocínalo durante 6-8 minutos, hasta que esté completamente cocido y ya no se vea rosado en el centro.
4. Una vez listo, transfiere el pollo a un plato y resérvalo. No limpies la sartén, ya que los jugos del pollo aportarán sabor a la salsa.

Preparación de la salsa

5. En la misma sartén, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega el ajo picado y sofríelo durante aproximadamente 30 segundos, hasta que esté fragante pero sin dorarse demasiado.
6. Incorpora la harina y cocina durante 1-2 minutos, removiendo constantemente para crear un roux que espesará nuestra salsa.
7. Poco a poco, ve añadiendo el caldo de pollo, la nata y el queso parmesano, batiendo continuamente para evitar grumos. Este paso es crucial para conseguir una salsa perfectamente cremosa.
8. Añade los tomates secos, el pimentón y el condimento italiano. Prueba la salsa y ajusta el punto de sal y pimienta según sea necesario.
9. Deja que la salsa hierva a fuego lento durante unos minutos hasta que espese ligeramente y adquiera una consistencia aterciopelada.

Integración final

10. Devuelve el pollo cocinado a la sartén junto con la pasta, mezclando suavemente para que todos los ingredientes queden bien cubiertos por la deliciosa salsa.
11. Adorna con albahaca fresca picada y, si lo deseas, espolvorea un poco más de queso parmesano por encima antes de servir inmediatamente.

Sugerencias para servir

Esta Pasta “Cásate Conmigo” brilla por sí sola como plato principal, pero puedes complementarla con algunos acompañamientos para crear una comida completa y equilibrada. Un pan de ajo crujiente resulta perfecto para recoger hasta la última gota de esa maravillosa salsa. Por otro lado, una ensalada verde fresca con vinagreta balsámica aporta un contraste ligero y refrescante frente a la riqueza del plato principal.

En cuanto a bebidas, este plato marida especialmente bien con un vino blanco seco como un Chardonnay o un Pinot Grigio. Para ocasiones especiales, no dudes en descorchar una botella de Prosecco y celebrar con estilo.

Variaciones de la receta

Versión con mariscos

Sustituye el pollo por camarones grandes o vieiras para una versión más sofisticada. El tiempo de cocción será menor, aproximadamente 2-3 minutos por cada lado hasta que los mariscos estén opacos.

Opción vegetariana

Para una deliciosa alternativa sin carne, reemplaza el pollo por champiñones portobellos en rodajas gruesas y espárragos salteados. Utiliza caldo de verduras en lugar de caldo de pollo para mantener el plato completamente vegetariano.

Versión picante

Si disfrutas del picante, añade hojuelas de chile rojo o una cucharadita de pasta de chile a la salsa. Este toque adicional aporta un contraste interesante con la cremosidad de la salsa.

Consejos para preparar con antelación

Preparación previa

Puedes cortar el pollo y preparar todos los ingredientes con hasta un día de antelación. Guárdalos en recipientes separados en el refrigerador hasta el momento de cocinar.

Salsa por separado

La salsa puede prepararse por separado y conservarse refrigerada hasta 2 días. Al momento de servir, caliéntala a fuego lento mientras cocinas la pasta fresca, añadiendo un poco de caldo si necesita diluirse.

Congelación

Este plato se congela sorprendentemente bien. Divide las porciones en recipientes herméticos aptos para congelador y congela hasta por 2 meses. Para descongelar, deja el recipiente en el refrigerador durante la noche y recalienta suavemente con un poco de nata o caldo adicional para recuperar su cremosidad.

Notas importantes

• Para un sabor más intenso, utiliza tomates secos conservados en aceite y escúrrelos bien antes de añadirlos a la salsa.
• Si la salsa espesa demasiado, añade un chorrito de agua de la pasta o caldo de pollo adicional para conseguir la consistencia deseada.
• Las sobras pueden guardarse en un recipiente hermético en el refrigerador hasta 3 días.
• Para recalentar, hazlo suavemente a fuego medio-bajo añadiendo un poco de caldo o nata para mantener la textura cremosa.

Preguntas frecuentes

¿Puedo utilizar otro tipo de pasta?

¡Absolutamente! Aunque la pasta penne funciona especialmente bien porque atrapa la salsa en su interior, otras opciones como fusilli, farfalle o rigatoni también son excelentes alternativas.

¿Cómo puedo hacer la versión sin lactosa?

Puedes sustituir la nata por leche de coco o nata vegetal y usar un queso vegano que funda bien en lugar del parmesano tradicional. El sabor será ligeramente diferente pero igualmente delicioso.

¿Es posible preparar este plato con antelación para una cena?

Sí, aunque recomendaría cocinar la pasta en el último momento. Puedes preparar el pollo y la salsa con antelación, refrigerarlos por separado y luego combinarlos con la pasta recién hecha justo antes de servir.

¿Qué puedo usar si no encuentro tomates secos?

Si no tienes tomates secos, puedes utilizar tomates cherry asados en el horno con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta hasta que se ablanden y concentren su sabor, aproximadamente 20 minutos a 180°C.

¿Cuántas calorías tiene cada porción?

Cada porción contiene aproximadamente 646 calorías, lo que la convierte en una comida sustanciosa ideal para una cena principal.

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