Mi primer encuentro con estas patatas gratinadas cargadas fue durante una cena familiar en casa de mi abuela. El aroma que emanaba de su cocina mientras este plato se horneaba lentamente es un recuerdo que atesoro profundamente. Cremosas, con abundante queso, trocitos de bacon crujiente y coronadas con cebollino fresco, estas patatas gratinadas representan la quintaesencia de la comida reconfortante. Cada bocado es una explosión de sabores y texturas que transforma cualquier comida ordinaria en una experiencia memorable.
Por qué amarás esta receta
Esta versión mejorada de las clásicas patatas gratinadas se convertirá rápidamente en un imprescindible en tu repertorio culinario. En primer lugar, la combinación de una suave bechamel casera con dos tipos de queso crea una base increíblemente cremosa que envuelve cada rodaja de patata. Además, los trocitos de bacon añaden un toque ahumado y salado que contrasta perfectamente con la suavidad de las patatas. Por último, a diferencia de otras recetas que pueden resultar monótonas, las diferentes capas de sabores y texturas en este plato garantizan que cada bocado sea interesante y satisfactorio.

Ingredientes
Base
- 1,4 kg de patatas russet (8-10 medianas), peladas y cortadas en rodajas finas
Salsa de queso
- 85 g de mantequilla sin sal (6 cucharadas)
- 62,5 g de harina común (½ taza)
- 1 cucharadita de sal kosher
- ½ cucharadita de pimienta negra
- 735 ml de leche entera a temperatura ambiente (3 tazas)
- 113 g de queso cheddar fuerte rallado (1 taza), dividido
- 113 g de queso mozzarella rallado (1 taza), dividido
Guarnición
- 6 lonchas de bacon grueso, cocinado y desmenuzado (aproximadamente ½ taza), dividido
- ¼ taza de cebollino picado
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones paso a paso
Preparación inicial
- Precalienta el horno a 190°C (375°F).
- Pela las patatas y córtalas en rodajas finas y uniformes utilizando una mandolina para conseguir un grosor constante, aproximadamente de 3 mm. Esto asegurará una cocción uniforme.
Elaboración de la salsa de queso
- En una cazuela mediana a fuego medio, derrite la mantequilla completamente sin que llegue a dorarse.
- Añade la harina, la sal y la pimienta a la mantequilla derretida. Cocina esta mezcla durante aproximadamente 1 minuto, removiendo constantemente con una cuchara de madera para evitar que se queme.
- Gradualmente, ve incorporando la leche mientras bates enérgicamente con unas varillas. Este paso es crucial para evitar la formación de grumos.
- Continúa cocinando la salsa a fuego medio-bajo durante 5-8 minutos, removiendo frecuentemente, hasta que espese lo suficiente como para cubrir el dorso de una cuchara.
Incorporación del queso
- Retira la cazuela del fuego y añade la mitad del queso cheddar y la mitad del queso mozzarella. Remueve hasta que los quesos se derritan por completo y la salsa quede suave y homogénea.
- Prueba la salsa y ajusta el condimento con más sal y pimienta si fuera necesario.
Montaje del plato
- Dispón las rodajas de patata en una sartén apta para horno de 30 cm (12 pulgadas), creando capas ligeramente superpuestas.
- Espolvorea con la mayor parte del bacon desmenuzado, reservando un poco para la parte superior.
- Vierte la salsa de queso de manera uniforme sobre las patatas, asegurándote de que todas queden bien cubiertas.
- Espolvorea por encima el resto del queso cheddar y mozzarella, seguido del bacon reservado.
Horneado
- Cubre la sartén con papel de aluminio, sellando bien los bordes para mantener la humedad dentro durante la cocción.
- Hornea las patatas cubiertas durante 60 minutos, o hasta que estén tiernas al pincharlas con un tenedor.
- Retira el papel de aluminio y cambia el horno a la función de gratinar (broil). Gratina durante 2-3 minutos, vigilando atentamente para evitar que se queme, hasta que la superficie quede dorada y burbujeante.
Presentación final
- Una vez fuera del horno, deja reposar el plato durante 5 minutos para que se asiente.
- Espolvorea generosamente con el cebollino picado y añade un poco más de sal y pimienta al gusto.
- Sirve caliente como acompañamiento irresistible para cualquier comida principal.
Sugerencias para servir
Estas patatas gratinadas cargadas son el acompañamiento perfecto para una amplia variedad de platos principales. Combinan maravillosamente con un jugoso filete a la parrilla, pollo asado o incluso un salmón al horno. Para una comida más informal, sírvelas junto a una ensalada verde fresca con vinagreta cítrica para equilibrar la riqueza del plato. En ocasiones especiales, como celebraciones navideñas o comidas dominicales en familia, estas patatas pueden incluso robarse el protagonismo del plato principal.
Variaciones de la receta
Versión vegetariana
Para crear una versión vegetariana igualmente deliciosa, simplemente omite el bacon y añade 1 taza de champiñones salteados y 2 cebollas caramelizadas. Los champiñones aportan un sabor umami similar al del bacon, mientras que las cebollas caramelizadas añaden un dulzor natural que complementa perfectamente los quesos.
Opción picante
Si te gustan los sabores picantes, puedes transformar este plato añadiendo 1 jalapeño finamente picado a la salsa de queso y sustituyendo parte del queso cheddar por queso pepper jack. También puedes espolvorear pimentón ahumado o hojuelas de chile rojo entre las capas de patatas para darle un toque de calor.
Versión de lujo con mariscos
Para una variante más elegante, ideal para ocasiones especiales, añade 200 g de langostinos salteados y 150 g de vieiras a la capa superior durante los últimos 15 minutos de cocción. Este toque marino crea un plato que bien podría ser el centro de cualquier cena refinada.
Consejos para preparar con anticipación
Esta receta es perfecta para preparar con antelación cuando tienes una agenda ocupada. Puedes ensamblar todo el plato hasta el paso del horneado, cubrirlo bien con papel film y refrigerarlo hasta 24 horas antes. Cuando estés listo para servir, simplemente retira del refrigerador mientras precalientas el horno y añade unos 15 minutos adicionales al tiempo de cocción. Asimismo, si deseas congelar el plato, hazlo antes de hornear, cubriendo herméticamente con papel de aluminio y papel film. Se conservará perfectamente hasta 3 meses en el congelador.

Notas adicionales
- Utiliza una mandolina para obtener rodajas de patata uniformes, lo que garantiza una cocción pareja.
- El plato puede prepararse con anticipación y recalentarse, aunque la textura será ligeramente menos cremosa que recién hecho.
- Vigila atentamente durante el tiempo de gratinado final para evitar que la parte superior se queme.
- Para una textura aún más cremosa, puedes remojar las rodajas de patata en agua fría durante 30 minutos antes de utilizarlas, secándolas bien con papel de cocina antes de armar el plato.
- Si prefieres un sabor más intenso de queso, puedes sustituir parte del cheddar por queso Gruyère o Gouda curado.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar otro tipo de patatas si no encuentro russet? Ciertamente. Aunque las patatas russet son ideales por su alto contenido en almidón, que ayuda a espesar la salsa durante la cocción, también puedes usar patatas Yukon Gold para una textura más mantecosa o patatas nuevas para un resultado más firme. Lo importante es mantener un grosor uniforme al cortarlas.
¿Es necesario pelar las patatas? No es absolutamente necesario, especialmente si usas patatas de piel fina y bien lavadas. Dejar la piel puede añadir textura y nutrientes adicionales al plato. Sin embargo, la versión tradicional se hace con patatas peladas para conseguir una textura más uniforme y suave.
¿Qué puedo hacer si no tengo una sartén apta para horno? No hay problema. Puedes preparar la receta en una fuente de horno rectangular de aproximadamente 33×23 cm. El resultado será igual de delicioso, aunque la disposición de las patatas puede variar ligeramente.
¿Cómo puedo saber si las patatas están completamente cocidas? La mejor manera es insertar un cuchillo o tenedor en el centro del plato. Si entra y sale sin resistencia, las patatas están listas. Si notas algo de dureza, continúa horneando, comprobando cada 5-10 minutos.
¿Se pueden congelar las sobras? Sí, las sobras pueden congelarse hasta por 2 meses. Para mejores resultados, divide en porciones individuales antes de congelar. Para recalentar, descongela en el refrigerador durante la noche y luego calienta en el horno a 160°C (325°F) cubierto con papel de aluminio hasta que esté completamente caliente.
PrintPatatas Gratinadas Cargadas
Mi primer encuentro con estas patatas gratinadas cargadas fue durante una cena familiar en casa de mi abuela. El aroma que emanaba de su cocina mientras este plato se horneaba lentamente es un recuerdo que atesoro profundamente. Cremosas, con abundante queso, trocitos de bacon crujiente y coronadas con cebollino fresco, estas patatas gratinadas representan la quintaesencia de la comida reconfortante. Cada bocado es una explosión de sabores y texturas que transforma cualquier comida ordinaria en una experiencia memorable.
- Prep Time: 25 minutos
- Cook Time: 65 minutos
- Total Time: 1 hora 30 minutos
- Yield: 8 porciones 1x
- Category: Acompañamiento
- Method: Horneado
- Cuisine: Americana
Ingredients
Base
- 1,4 kg de patatas russet (8–10 medianas), peladas y cortadas en rodajas finas
Salsa de queso
- 85 g de mantequilla sin sal (6 cucharadas)
- 62,5 g de harina común (½ taza)
- 1 cucharadita de sal kosher
- ½ cucharadita de pimienta negra
- 735 ml de leche entera a temperatura ambiente (3 tazas)
- 113 g de queso cheddar fuerte rallado (1 taza), dividido
- 113 g de queso mozzarella rallado (1 taza), dividido
Guarnición
- 6 lonchas de bacon grueso, cocinado y desmenuzado (aproximadamente ½ taza), dividido
- ¼ taza de cebollino picado
- Sal y pimienta al gusto
Instructions
Preparación inicial
- Precalienta el horno a 190°C (375°F).
- Pela las patatas y córtalas en rodajas finas y uniformes utilizando una mandolina para conseguir un grosor constante, aproximadamente de 3 mm. Esto asegurará una cocción uniforme.
Elaboración de la salsa de queso
- En una cazuela mediana a fuego medio, derrite la mantequilla completamente sin que llegue a dorarse.
- Añade la harina, la sal y la pimienta a la mantequilla derretida. Cocina esta mezcla durante aproximadamente 1 minuto, removiendo constantemente con una cuchara de madera para evitar que se queme.
- Gradualmente, ve incorporando la leche mientras bates enérgicamente con unas varillas. Este paso es crucial para evitar la formación de grumos.
- Continúa cocinando la salsa a fuego medio-bajo durante 5-8 minutos, removiendo frecuentemente, hasta que espese lo suficiente como para cubrir el dorso de una cuchara.
Incorporación del queso
- Retira la cazuela del fuego y añade la mitad del queso cheddar y la mitad del queso mozzarella. Remueve hasta que los quesos se derritan por completo y la salsa quede suave y homogénea.
- Prueba la salsa y ajusta el condimento con más sal y pimienta si fuera necesario.
Montaje del plato
- Dispón las rodajas de patata en una sartén apta para horno de 30 cm (12 pulgadas), creando capas ligeramente superpuestas.
- Espolvorea con la mayor parte del bacon desmenuzado, reservando un poco para la parte superior.
- Vierte la salsa de queso de manera uniforme sobre las patatas, asegurándote de que todas queden bien cubiertas.
- Espolvorea por encima el resto del queso cheddar y mozzarella, seguido del bacon reservado.
Horneado
- Cubre la sartén con papel de aluminio, sellando bien los bordes para mantener la humedad dentro durante la cocción.
- Hornea las patatas cubiertas durante 60 minutos, o hasta que estén tiernas al pincharlas con un tenedor.
- Retira el papel de aluminio y cambia el horno a la función de gratinar (broil). Gratina durante 2-3 minutos, vigilando atentamente para evitar que se queme, hasta que la superficie quede dorada y burbujeante.
Presentación final
- Una vez fuera del horno, deja reposar el plato durante 5 minutos para que se asiente.
- Espolvorea generosamente con el cebollino picado y añade un poco más de sal y pimienta al gusto.
- Sirve caliente como acompañamiento irresistible para cualquier comida principal.
Notes
- Utiliza una mandolina para obtener rodajas de patata uniformes, lo que garantiza una cocción pareja.
- El plato puede prepararse con anticipación y recalentarse, aunque la textura será ligeramente menos cremosa que recién hecho.
- Vigila atentamente durante el tiempo de gratinado final para evitar que la parte superior se queme.
- Para una textura aún más cremosa, puedes remojar las rodajas de patata en agua fría durante 30 minutos antes de utilizarlas, secándolas bien con papel de cocina antes de armar el plato.
- Si prefieres un sabor más intenso de queso, puedes sustituir parte del cheddar por queso Gruyère o Gouda curado.
Nutrition
- Serving Size: 1/8 de la receta (aproximadamente 200g)
- Calories: 317
- Sugar: 18g
- Sodium: 10g
- Fat: 18g
- Saturated Fat: 10g
- Unsaturated Fat: 7g
- Trans Fat: 0g
- Carbohydrates: 28g
- Fiber: 2g
- Protein: 12g
- Cholesterol: 520mg