El otro día me encontraba rebuscando en el congelador intentando decidir qué hacer con unas pechugas de pollo cuando me vino un flashback de la primera vez que probé el auténtico pollo parmesano en un pequeño restaurante italiano. ¡Y así renació mi obsesión con este plato! Es básicamente el superhéroe de las cenas – pechugas de pollo crujientes por fuera y jugosas por dentro, bañadas en salsa marinara casera y cubiertas con queso derretido que forma esos hilos perfectos cuando lo cortas. Incluso mi hijo adolescente, que normalmente solo quiere pizza, se quedó sin palabras y luego preguntó si podía repetir. ¡REPETIR! Los padres sabréis que eso equivale a ganar un premio gastronómico.
Por Qué Te Encantará Esta Receta
Vamos a ser sinceros sobre por qué necesitas incluir esto en tu rotación de cenas:
- Es un plato RECONFORTANTE que pone de acuerdo a toda la familia. Ni una sola queja en la mesa, te lo prometo.
- Ese contraste entre lo crujiente del empanado y lo jugoso del pollo es simplemente irresistible.
- La combinación de quesos le da un sabor que te transporta directamente a Italia sin necesidad de pasaporte.
- Es impresionante para invitados pero lo suficientemente sencillo para una cena de miércoles.
- Los colores son tan bonitos que hasta el más quisquilloso de la casa querrá probarlo.
- Las sobras (si es que quedan) están igual de deliciosas al día siguiente.
- Es versátil: puedes servirlo con pasta, ensalada o incluso en un sándwich.

Los Buenos Ingredientes Que Necesitarás
Para el Pollo:
- 4 pechugas de pollo, sin hueso y sin piel
- 1 taza de pan rallado (preferiblemente con condimentos italianos)
- 1/2 taza de queso parmesano rallado
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de condimento italiano
- Sal y pimienta al gusto
- 2 huevos grandes
- 1 taza de salsa marinara
- 1 taza de queso mozzarella rallado
- Perejil fresco picado (para decorar)
- Aceite de oliva (para freír)
Para Servir:
- Pasta al dente (espaguetis o fettuccine quedan perfectos)
- Pan de ajo crujiente
- Ensalada verde con vinagreta balsámica
- Un buen vino tinto (opcional, pero ¿por qué no?)
Vamos a Ello
Preparación Inicial (10 minutos):
- Precalienta el horno a 190°C. Esto asegurará que esté a la temperatura perfecta cuando estés listo para hornear.
- Si las pechugas de pollo son muy gruesas, colócalas entre dos trozos de film transparente y aplánalas ligeramente con un mazo de cocina hasta que tengan un grosor uniforme de aproximadamente 1.5 cm. Esto ayudará a que se cocinen de manera uniforme.
- Sazona las pechugas con sal y pimienta por ambos lados. Un buen sazón base marca la diferencia.
Preparación del Empanado (5 minutos):
- En un plato poco profundo, mezcla el pan rallado, el queso parmesano rallado, el ajo en polvo, el condimento italiano, sal y pimienta. Esta será la cobertura crujiente y sabrosa para tu pollo.
- En otro plato, bate los huevos hasta que estén bien mezclados. Este baño de huevo ayudará a que el empanado se adhiera al pollo.
Empanado del Pollo (10 minutos):
- Toma cada pechuga de pollo y pásala primero por el huevo batido, dejando que el exceso escurra.
- Luego, colócala en la mezcla de pan rallado, asegurándote de cubrir bien todos los lados. Presiona suavemente para que se adhiera bien.
- Repite con todas las pechugas y déjalas reposar unos minutos para que el empanado se asiente. Este pequeño descanso ayuda a que el empanado no se caiga durante la fritura.
Fritura del Pollo (8-10 minutos):
- Calienta un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. El aceite debe estar caliente pero no humear.
- Coloca las pechugas empanadas en la sartén caliente y cocínalas durante 3-4 minutos por cada lado o hasta que estén doradas y crujientes. No las amontones en la sartén; si es necesario, cocínalas en tandas.
- La clave aquí es conseguir ese dorado perfecto sin cocinar completamente el pollo, ya que terminará de hacerse en el horno.
Preparación para el Horno (5 minutos):
- Transfiere las pechugas doradas a una fuente para horno.
- Cubre cada pechuga generosamente con salsa marinara. No escatimes aquí – la salsa aporta humedad y sabor.
- Espolvorea abundante mozzarella rallada sobre la salsa, asegurándote de cubrir bien toda la superficie.
Horneado (20-25 minutos):
- Coloca la fuente en el horno precalentado y hornea durante 20-25 minutos. El pollo debe estar bien cocido (temperatura interna de 74°C) y el queso debe estar burbujeante y dorado en la superficie.
- Si quieres ese acabado dorado perfecto en el queso, puedes encender el grill durante los últimos 2-3 minutos, pero vigila atentamente para que no se queme.
Toques Finales (2 minutos):
- Una vez horneado, saca la fuente del horno y deja reposar durante unos minutos antes de servir.
- Espolvorea con perejil fresco picado para añadir color y un toque de frescura que contrasta maravillosamente con los sabores intensos del plato.
Sugerencias para Servir
- Sírvelo sobre una cama de pasta al dente aliñada con un chorrito de aceite de oliva y un poco de salsa marinara extra.
- Para una opción más ligera, acompáñalo con una ensalada verde fresca con vinagreta balsámica.
- El pan de ajo es el acompañamiento perfecto para rebañar la salsa sobrante. ¡Ninguna gota debe desperdiciarse!
- Si buscas impresionar, sirve cada porción con una cucharada de pesto casero en un lado del plato para un toque de color y sabor extra.
- Un buen vino tinto italiano como un Chianti o un Montepulciano es el maridaje perfecto para este plato.
Cambia el Rollo
¿Ya dominas lo básico? Prueba estas variaciones:
- Versión Mini: Usa filetes de pollo pequeños o corta las pechugas en trozos para hacer “nuggets” de pollo parmesano, perfectos para los niños o como aperitivo.
- Pollo Parmesano Caprese: Añade rodajas de tomate fresco y hojas de albahaca bajo el queso antes de hornear para un giro inspirado en la ensalada caprese.
- Versión Picante: Añade hojuelas de chile a la salsa marinara o usa queso provolone picante en lugar de parte de la mozzarella para darle un toque de calor.
- Pollo Parmesano con Berenjenas: Acompaña el pollo con rodajas de berenjena empanadas y fritas de la misma manera para una versión más sustanciosa.
- Salsa Blanca: Sustituye la salsa marinara por una bechamel con ajo y hierbas para un cambio radical pero igualmente delicioso.
- Versión Saludable: Hornea el pollo empanado en lugar de freírlo y usa queso part-skim mozzarella para reducir las calorías sin sacrificar el sabor.

Consejos para Preparar con Antelación
- Puedes empanar el pollo hasta un día antes y guardarlo en la nevera, bien tapado. El empanado se mantendrá mejor si lo colocas sobre una rejilla para que circule el aire.
- La salsa marinara puede prepararse con varios días de antelación y se conserva perfectamente en la nevera hasta una semana.
- El plato completo puede ensamblarse unas horas antes de hornearlo. Guárdalo en la nevera y añade unos 5 minutos extra al tiempo de horneado.
- Este plato se congela sorprendentemente bien. Congela las porciones individuales ya cocinadas y recaliéntalas directamente en el horno a 180°C durante unos 20 minutos.
Preguntas Que la Gente Realmente Hace
P: ¿Puedo usar pechuga de pollo congelada?
R: Es mejor descongelarla completamente primero para asegurar una cocción uniforme. Descongela en la nevera durante la noche para mejores resultados.
P: ¿Es necesario aplanar el pollo?
R: No es absolutamente necesario, pero ayuda a que se cocine de manera uniforme y más rápida. Si no tienes mazo de cocina, puedes usar una sartén pesada.
P: ¿Qué hago si no tengo condimento italiano?
R: Haz tu propio mix con partes iguales de orégano seco, albahaca, tomillo y un poco de romero. ¡Incluso puedes añadir un poco de ajo en polvo para más sabor!
P: El empanado se me cae durante la fritura, ¿qué estoy haciendo mal?
R: Asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de añadir el pollo y no muevas las pechugas durante el primer minuto de cocción. También ayuda dejar reposar el pollo empanado unos minutos antes de freírlo.
P: ¿Puedo hacer este plato sin lácteos?
R: Puedes usar quesos veganos y levadura nutricional en el empanado para un sabor similar sin lácteos. No será exactamente igual, pero seguirá estando delicioso.
P: ¿Cuánto tiempo se conservan las sobras?
R: En un recipiente hermético en la nevera, las sobras se mantienen bien durante 3-4 días. Para recalentar, usa el horno o un tostador horno para mantener la textura crujiente.